tag:blogger.com,1999:blog-16134462532757761532024-03-13T04:24:18.626+01:00¿Y QUIÉN HA DICHO QUE FRIVOLIZAR NO ES SERIO?Si me tomase la vida más en serio... bueno, entonces no sería yo.Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.comBlogger289125tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-33802037452661827142011-11-14T19:36:00.000+01:002011-11-14T19:36:29.149+01:00NOS MUDAMOSY cuando digo NOS me refiero a mi misma y algún que otro gráfico.<br />
<br />
Nos mudamos de blog, y no os creáis que no me da un poco de penita dejar este así... medio abandonado... pero el nuevo proyecto es de otra índole, más periodístico y gráfico, más actual (porque se centrará más en la actualidad) y menos personal, por muy personal que sea, y difícilmente encajará en esta bitácora que nació como un blog personal.<br />
<br />
Puede que siga posteando por aquí... tal vez... puede ser... pero, de momento, dejadme que os presente el germen de un nuevo blog que todavía está en obras. Hasta mañana o pasado no estará "terminado" (terminado no estará nunca, seamos sinceros), así que ya sabéis.<br />
<br />
<a href="http://loquehayquevercoruna.blogspot.com/">Lo que hay que ver</a><br />
<br />
Os espero -y os sigo-.<br />
<br />
Besos a todos!!<br />
<br />
María.Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com71tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-16192467254960629812011-09-23T17:08:00.000+02:002011-09-23T17:08:13.916+02:00BÉSAME MUCHO<!--[if gte mso 9]><xml> <o:DocumentProperties> <o:Template>Normal.dotm</o:Template> <o:Revision>0</o:Revision> <o:TotalTime>0</o:TotalTime> <o:Pages>1</o:Pages> <o:Words>664</o:Words> <o:Characters>3789</o:Characters> <o:Company>Portatil</o:Company> <o:Lines>31</o:Lines> <o:Paragraphs>7</o:Paragraphs> <o:CharactersWithSpaces>4653</o:CharactersWithSpaces> <o:Version>12.256</o:Version> </o:DocumentProperties> <o:OfficeDocumentSettings> <o:AllowPNG/> </o:OfficeDocumentSettings> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:WordDocument> <w:Zoom>0</w:Zoom> <w:TrackMoves>false</w:TrackMoves> <w:TrackFormatting/> <w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone> <w:PunctuationKerning/> <w:DrawingGridHorizontalSpacing>18 pt</w:DrawingGridHorizontalSpacing> <w:DrawingGridVerticalSpacing>18 pt</w:DrawingGridVerticalSpacing> <w:DisplayHorizontalDrawingGridEvery>0</w:DisplayHorizontalDrawingGridEvery> <w:DisplayVerticalDrawingGridEvery>0</w:DisplayVerticalDrawingGridEvery> <w:ValidateAgainstSchemas/> <w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:Compatibility> <w:BreakWrappedTables/> <w:DontGrowAutofit/> <w:DontAutofitConstrainedTables/> <w:DontVertAlignInTxbx/> </w:Compatibility> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:LatentStyles DefLockedState="false" LatentStyleCount="276"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--> <!--[if gte mso 10]> <style>
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<div class="MsoNormal"><b><br />
</b></div><div class="MsoNormal"><b>El rouge labial es el nuevo negro.</b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Esta es mi nueva máxima vital, fruto de una larga consideración y de meses de deliberación personal. Y viviré aferrada a él hasta que me de otro rauto, que me imagino que tardará lo mismo que tardan todos los rautos de mi vida: poco.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-5bYhQ160Pg4/TnydyXWvAgI/AAAAAAAAElA/_LVu2O-EC_k/s1600/labios+rojos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-5bYhQ160Pg4/TnydyXWvAgI/AAAAAAAAElA/_LVu2O-EC_k/s1600/labios+rojos.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sexy, divertido y vibrante. Es mi nuevo lema de estilo, no sin rojo de labios</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Y lo más gracioso de todo, lo verdaderamente divertido, es que nunca he sabido pintarme los labios!!! Llevo maquillándome desde los 14 años, y llevo sin salir de casa con la cara lavada ni se sabe cuántos años. Acumulo una cantidad considerable de potingues en el armarito del baño y hasta sé pintarme el rabillo del ojo con cierta precisión. Pero en todos esto años a penas he debido tener unas tres o cuatro barras de labios, y casi todas en tonos claros, neutros o rosados. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así que nada hacía prever que me fuese a dar por el morro rojo… pero así es.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Todo empezó hace un par de años, cuando compré una barra fucsia intenso de YSL para nochevieja. Me pinté los labios con ella y de repente me encontré arrebatadora… pero en mi día a día la veía inapropiada y poco práctica, así que volví a mi color suave de siempre, que casi era un cacao con brillo.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-GcgAVJwqMaw/Tnyd0pecepI/AAAAAAAAElU/JxX3FE7nwe0/s1600/YSL+fucsia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-GcgAVJwqMaw/Tnyd0pecepI/AAAAAAAAElU/JxX3FE7nwe0/s320/YSL+fucsia.jpg" width="213" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Este es exactamente el rosa que tengo en casa. Queda espectacular, aunque no es apto para tímidas.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Entonces, un año después, Chanel sacó su rouge Coco, que me enamoró al instante, y compré una barra en color frambuesa. Monísima. Ideal. Perfecta… Pero me la ponía solo cuando me arreglaba, para salir y esas cosas. Y eso que en el mes de mayo me entró la neura francesa y quería ser etérea y con el morro pintado todo el rato, pero ni con esas.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Y entonces me fui a Madrid con Ely y Pinkocha, y entramos en la tienda MAC de Fuencarral. Y allí estaba: luminosa, vibrante, intensa, un lipstick en color rojo anaranjado que me enamoró. Me lo llevé, claro.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/--jDXknPDaCQ/Tnydw02MgqI/AAAAAAAAEk0/bZmSE3O-85M/s1600/030708_chanel2_a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/--jDXknPDaCQ/Tnydw02MgqI/AAAAAAAAEk0/bZmSE3O-85M/s320/030708_chanel2_a.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Este es el color al que me refiero. Es suave e hidratante, pero no pringoso, y se adapta bastante bien. </td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ya me estaba arrepintiendo de mi compra –“al final no la voy a usar, verás, me va a dar pereza ponérmela, luego me veo muy puesta, demasiado arreglada, si es que no sé…”- cuando mi amigo Luiscar vino a Coruña a bailar con mi sister y sus compañías (aprovecho y meto cuña publicitaria, no os perdáis al Joven Ballet Attitude y a la Compañía La Mínima).</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>Luiscar es un gurú de la moda para mi, es así y punto. Y allí estábamos, tomando un mojito y hablando de moda, y de repente, va y me suelta la gran frase <span class="Apple-style-span" style="color: purple;">“hay que ser como Blair Waldorf, sin miedo al overdress”</span>. Y vi la luz.</b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-ijsPVd1etJQ/TnydxafobVI/AAAAAAAAEk4/p5snUQJod9g/s1600/Chanel+Rouge+Allure+Laque+Collection++2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-ijsPVd1etJQ/TnydxafobVI/AAAAAAAAEk4/p5snUQJod9g/s320/Chanel+Rouge+Allure+Laque+Collection++2.jpg" width="273" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Este rojo de labios de Chanel es perfecto para ir muy muy marcada, y pese a ser líquido aguanta bastante bien. El efecto es de muñeca de porcelana.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">Overdress rules</span></i>, amigas mías. Y vale para todo eh, que puedes ir muy estupenda y muy producida con un vaquero y una blusa, porque esto es cuestión de complementos y actitud, al 50%. El resto es imaginación. </b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-1o-o00nww1E/TnydywahgzI/AAAAAAAAElE/44h8eGYIHZk/s1600/lady_danger_mac.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-1o-o00nww1E/TnydywahgzI/AAAAAAAAElE/44h8eGYIHZk/s1600/lady_danger_mac.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mi favorito en todo el universo rouge, el Lady Danger de MAC. Maravilloso. El Russian Red y el Ruby Woo también son preciosos, aunque más clásicos, uno más intenso, con tonos granates, y el otro en tono frambuesa.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Un labio rojo –o rosa intenso, o frambuesa- se hace besable. El gesto de pintarse los labios me parece sexy, femenino y poderoso. El rouge adecuado puede hacerte olvidar un mal día al instante, y es el cosmético más vendido en el mundo, sobre todo en épocas de crisis, porque te cambia el aspecto por poco dinero de forma inmediata. Y la idea de besar y dejar huella –sutil, siempre sutil- me parece lo máximo.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Así que ahora vivo feliz como una perdiz, pegada a mi barra de labios… bueno, a mis barras, porque desde que en junio decidí que el rouge era el nuevo negro, me he hecho con unas cuantas. Sigo apostando fuerte por las permanentes de MAC, que duran muchísimo y tienen un precio maravilloso, pero tengo un par de Dior estupendas, y por supuesto las de Chanel en rojo, inigualables. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-0FKtxT6U9AY/Tnyd0c33ZlI/AAAAAAAAElQ/pEDz7ASW1AE/s1600/serum+rouge+dior.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-0FKtxT6U9AY/Tnyd0c33ZlI/AAAAAAAAElQ/pEDz7ASW1AE/s320/serum+rouge+dior.jpg" width="176" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Para retocarte una y otra vez, porque es super hidratante y el color es maravilloso, el Serum Rouge Dior en fucsia intenso. Glamour en estado puro.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Me las pongo con todo: vaquero y blusa, vestiditos, faldas, bota plana, bailarina, taconazo… el truco, para mi, es evitar la excesiva formalidad. Producida sí, pero avejentada no. Así que si llevo un vestidazo super ideal, procuro que el zapato, o el bolso, contrasten lo suficiente. Y si me planto vaquero, entonces, más rojo que nunca. Así siento que elevo el outfit al infinito pese a ir de tirada total.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En mi caso particular el corte de pelo ha ayudado, porque ahora sí que no me veo sin algo de maquillaje, entre el flequillo rocker y el color más oscuro, siento que la cara se me desdibuja sin ese toque.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Y no, no he renunciado a marcar el ojo. Ya os he dicho que ahora vivo una etapa “overdress rules” en la que nada es demasiado si lo sabes combinar.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>Ale, ya he confesado mi última manía para afrontar el otoño con buena cara. ¿Y vosotros? ¿Cuál es vuestra última obsesión estética? ¿Qué truquito os hace sentir mejor con vosotras mismas?</b></div><div class="MsoNormal"><b><br />
</b></div><div class="MsoNormal"><b><br />
</b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/tWMRu1PhBSI?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d; font-size: large;"><b>SUENA EN MI I-POD</b></span>: Pues en este caso, <b><i>“I´m on the Edge of Glory”</i></b>, lo último de<b> Lady GaGa</b>, porque es lo que han bailado los chicos del <span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><a href="http://centrodedanzayartedemadrid.com/web/">Centro de Danza y Artes de Madrid</a> </span>en el Flashmob organizado con motivo del Día de la Movilidad en Moncloa. Os dejo el video para que veáis que en mi familia hay talento –al margen del mío para pintarme los morros, que oye, algo es algo-.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><!--EndFragment-->Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com21tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-75709143475515083482011-09-11T17:30:00.000+02:002011-09-11T17:30:46.631+02:00MI CAMINO<!--[if gte mso 9]><xml> <o:DocumentProperties> <o:Template>Normal.dotm</o:Template> <o:Revision>0</o:Revision> <o:TotalTime>0</o:TotalTime> <o:Pages>1</o:Pages> <o:Words>930</o:Words> <o:Characters>5306</o:Characters> <o:Company>Portatil</o:Company> <o:Lines>44</o:Lines> <o:Paragraphs>10</o:Paragraphs> <o:CharactersWithSpaces>6516</o:CharactersWithSpaces> <o:Version>12.256</o:Version> </o:DocumentProperties> <o:OfficeDocumentSettings> <o:AllowPNG/> </o:OfficeDocumentSettings> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:WordDocument> <w:Zoom>0</w:Zoom> <w:TrackMoves>false</w:TrackMoves> <w:TrackFormatting/> <w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone> <w:PunctuationKerning/> <w:DrawingGridHorizontalSpacing>18 pt</w:DrawingGridHorizontalSpacing> <w:DrawingGridVerticalSpacing>18 pt</w:DrawingGridVerticalSpacing> <w:DisplayHorizontalDrawingGridEvery>0</w:DisplayHorizontalDrawingGridEvery> <w:DisplayVerticalDrawingGridEvery>0</w:DisplayVerticalDrawingGridEvery> <w:ValidateAgainstSchemas/> <w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:Compatibility> <w:BreakWrappedTables/> <w:DontGrowAutofit/> <w:DontAutofitConstrainedTables/> <w:DontVertAlignInTxbx/> </w:Compatibility> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:LatentStyles DefLockedState="false" LatentStyleCount="276"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--> <!--[if gte mso 10]> <style>
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<div class="MsoNormal"><b><br />
</b></div><div class="MsoNormal"><b>En los últimos meses la vida me ha obligado a reflexionar, a replantearme muchas cosas.</b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Después de tres años infartantes a todos los niveles –profesional y personalmente-, mi vida pasó de quinta a primera en menos de 15 días. Me quedé en paro a mediados del mes de junio, y, por primera vez en 10 años de ejercicio profesional, no terminaba un contrato para encadenarlo con otro, sino que, sencillamente, me quedaba sin él.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>El primer mes fueron unas vacaciones, literalmente</b>. Visité a viejos amigos, descansé, salí de copas, dormí hasta tarde, tomé el sol y, adoptamos a Harpo, el nuevo miembro de la familia, un gato amarillo y juguetón que todavía hoy, tres meses después, me fascina.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-n204l1F3Uuo/TmzRwXRQ0gI/AAAAAAAAEks/HRtg-s0EwtY/s1600/IMG_0117.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-n204l1F3Uuo/TmzRwXRQ0gI/AAAAAAAAEks/HRtg-s0EwtY/s320/IMG_0117.JPG" width="240" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Os presento a Harpo, el nuevo miembro de la familia, y, como podéis ver, el rey absoluto de la casa. </td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>El segundo mes fue el disfrute del verano.</b> La primera semana de agosto Coruña está en fiestas, nos visitaron amigos, familiares, conocidos… hubo conciertos, noches de tapas y cañas, paseos por las ferias y mucho libro de ocasión –la feria del libro de ocasión es mi favorita, me encanta cómo huele, me gusta rebuscar en sus puestos, y además me recuerda mucho a los paseos interminables que daba por ella acompañada de mi padre, de quién heredé el amor por la lectura y los libros (y no, en la era Ipad no es lo mismo amar la lectura que los libros)-.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><i>Pero un día, a mediados de agosto, me desperté y el aire olía diferente. Había llegado el otoño, septiembre se acercaba y terminaba el plazo de gracia que me había autoconcedido en la búsqueda de empleo. Es verdad que a esas alturas ya me había apuntado a todas las ofertas que se acercaban mínimamente a mi perfil en las redes de búsqueda de empleo, y que mis colaboraciones en radio y prensa escrita no habían cesado, pero me había prometido a mi misma que en septiembre redirigiría mi vida, y era el momento de buscarle un rumbo.</i></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple; font-size: large;">Así que me paré, y pensé. </span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Hay personas que piensan muy bien en soledad, otras, leyendo. Hay gente que piensa bien mientras camina y personas que meditan seriamente. Yo necesito imperiosamente la organización exterior para abordar la interior, así que lo primero que hice fue cambiar pequeñas cosas en mi casa (un estante en el baño que llevaba años deseando, una funda para el sofá cama que llevaba tiempo esperando su turno, una limpieza de armario en condiciones…)</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Una vez modificado mi entorno, le tocaba el turno a mi cuerpo. Retomé el ejercicio –os aseguro que es muy difícil encontrar una rutina de ejercicio si no existe rutina alguna en tu vida, y lo más parecido a una pauta horaria es entrar a trabajar (casi) siempre a las 7:30-, me deshice de aquellas prendas que no me apetecía volver a ponerme y con mi ajustado presupuesto compré algunas nuevas, prendas que se acercasen más a mi nuevo yo.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Y… y era el momento de cambiar por dentro. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Buscar un nuevo empleo implicaba, al menos para mi, redireccionar mi vida, o por lo menos decidir conscientemente qué prioridades laborales tenía.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Comencé mi carrera profesional haciendo radio, mi pasión. Compaginaba la información con el magazine, y cualquier tema me parecía interesante mientras me permitiese contar algo nuevo, diferente,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>divertido o curioso a la audiencia.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Mi segundo puesto fue en prensa escrita, pero las pautas no cambiaron en absoluto. Después llegó la televisión, y de repente comprendí que lo que yo quería era eso: contarle a la gente cosas, cosas nuevas, o cosas sabidas desde otra perspectiva. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Los siguientes 7 años de mi vida laboral discurrieron por otros derroteros, recalé primero en un gabinete político, y luego en otro, y la verdad es que para mi fue toda una experiencia. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Siempre he creído que es imposible no interesarse por la política, por lo que sucede a nuestro alrededor, y participar en ello de una forma más directa resultó ser apasionante… y agotador. Demasiado agotador. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-E5_GrDVHKSk/TmzRkZDgxXI/AAAAAAAAEkk/TQMbKHKOkEE/s1600/Estacion-de-tren-Budapest-420x306.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="233" src="http://3.bp.blogspot.com/-E5_GrDVHKSk/TmzRkZDgxXI/AAAAAAAAEkk/TQMbKHKOkEE/s320/Estacion-de-tren-Budapest-420x306.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La Estación de Budapest es una de las más hermosas que he visto en mi vida. Ahora mismo, siento algo parecido a estar en el andén esperando a que llegue el tren correcto.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>El caso es que, tres años después de que una especie de huracán arrastrase con él mi vida, lo que conseguí hacer con ella –que no está mal- y yo, nos encontramos con que la tormenta había pasado, que estábamos en una estación de intercambio, y que la espera podía ser corta, mediana o larga, pero en cualquier caso me serviría para decidir a qué tren quería subirme.</b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">¿Qué quería hacer yo con mi vida? ¿Ganar dinero? Seguro, las facturas no se pagan solas, y los viajes, las cenas con amigos, los libros, la ropa, los zapatos, los conciertos y la comida de Harpo tampoco. Pero no era eso. ¿Un trabajo de prestigio? Puede, pero resulta que si me paraba a pensarlo, no quería sólo un trabajo reconocido, un puesto en un medio importante o en un nuevo gabinete de gobierno, al menos, no en cualquiera.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">Entonces, ¿qué tren quería coger yo?... y resulta que, pensándolo razonadamente, con calma, sin prisas… el tren que quiero coger es el mismo en el que llevo montada desde los 20 años.</span></b> El tren que me llevó a apasionarme por la locución en radio, por la escritura, por contar historias, por saber más. Lo que yo quería era ir una estación más allá en la misma línea en la que ya me encontraba, pero, y esta vez eso lo tenía claro, en un tren algo más lento, en un vagón quizás menos cómodo, pero con más encanto. Recuperar la pasión por una profesión que realmente me ha enamorado, volver a tener tiempo de amarla.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-TOSUlzPfnj0/TmzRkGSNFdI/AAAAAAAAEkg/aIPK4uJ6bD0/s1600/030409PERIODISTAS.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="242" src="http://2.bp.blogspot.com/-TOSUlzPfnj0/TmzRkGSNFdI/AAAAAAAAEkg/aIPK4uJ6bD0/s320/030409PERIODISTAS.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Esta viñeta de El Faro de Vigo ilustra muy bien lo que quiero decir: al final, cuando uno ama esta profesión, en cualquiera de sus vertientes, la lleva a todos los ámbitos de su vida.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>Me asombró mi propia conclusión, más que nada porque, al apearme en la estación, al bajarme de aquel tren bala que iba siempre tan rápido, creía haberme encontrado con la difícil sensación de haber dejado de querer ser periodista. Nada más lejos. </b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Soy lo que siempre he querido ser, y eso plantea nuevas dudas y problemas, porque ahora tengo que conseguir mejorar eso, y no parece una tarea fácil. Ser mediocre es siempre más sencillo que ser brillante, y la brillantez en mi profesión,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ahora lo sé, reside en gran medida en no perder nunca la capacidad de amarla, de apasionarse con ella.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Ante todo, quiero conservar esta sensación, la que provoca saber que no te has equivocado de camino. A veces el trayecto es más feo, se hace de noche o un pantano maloliente te sale al encuentro. Pero es mi camino. Es el que yo he elegido, y lo amo. Más, mucho más que el lugar al que lleva. Principalmente, porque eso sigue siendo un misterio para mi.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-OtNrvkTCTzU/TmzRkzDdPHI/AAAAAAAAEko/5uFCRK-hlgE/s1600/jayhoawks.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="213" src="http://3.bp.blogspot.com/-OtNrvkTCTzU/TmzRkzDdPHI/AAAAAAAAEko/5uFCRK-hlgE/s320/jayhoawks.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">The Jayhawks en pleno directo. Sublimes, emocionantes, grandes, muy grandes.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d; font-size: large;"><b>SUENA EN MI I-POD</b></span>: Uno de los conciertos que tuve el placer de disfrutar este verano fue el de <b>The Jayhawks</b> en Santander, una banda mítica con temas tan maravillosos como <i><b>“Bad time to being in love”</b></i>… Son, quizas, malos tiempos para confesarme una apasionada de mi profesión, pero… el amor es lo que tiene, amigos.</div><!--EndFragment-->Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com32tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-21556162947502441582011-08-24T16:14:00.000+02:002011-08-24T16:14:14.796+02:00EL DÍA EN QUE PASARON AÑOS <!--[if gte mso 9]><xml> <o:DocumentProperties> <o:Template>Normal.dotm</o:Template> <o:Revision>0</o:Revision> <o:TotalTime>0</o:TotalTime> <o:Pages>1</o:Pages> <o:Words>1132</o:Words> <o:Characters>6453</o:Characters> <o:Company>Portatil</o:Company> <o:Lines>53</o:Lines> <o:Paragraphs>12</o:Paragraphs> <o:CharactersWithSpaces>7924</o:CharactersWithSpaces> <o:Version>12.256</o:Version> </o:DocumentProperties> <o:OfficeDocumentSettings> <o:AllowPNG/> </o:OfficeDocumentSettings> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:WordDocument> <w:Zoom>0</w:Zoom> <w:TrackMoves>false</w:TrackMoves> <w:TrackFormatting/> <w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone> <w:PunctuationKerning/> <w:DrawingGridHorizontalSpacing>18 pt</w:DrawingGridHorizontalSpacing> <w:DrawingGridVerticalSpacing>18 pt</w:DrawingGridVerticalSpacing> <w:DisplayHorizontalDrawingGridEvery>0</w:DisplayHorizontalDrawingGridEvery> <w:DisplayVerticalDrawingGridEvery>0</w:DisplayVerticalDrawingGridEvery> <w:ValidateAgainstSchemas/> <w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:Compatibility> <w:BreakWrappedTables/> <w:DontGrowAutofit/> <w:DontAutofitConstrainedTables/> <w:DontVertAlignInTxbx/> </w:Compatibility> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:LatentStyles DefLockedState="false" LatentStyleCount="276"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--> <!--[if gte mso 10]> <style>
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<div class="MsoNormal"><b>Pocas veces en la vida uno es consciente de estar creciendo.</b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Crecer, madurar, dejar atrás una etapa es algo que sucede poco a poco, cada día, hasta que un día, sin darte cuenta, te descubres a ti mismo hablando de esa etapa en pasado, y te das cuenta de que, efectivamente, ese momento de tu vida ya ha quedado atrás, para bien o para mal.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">Pero en algunas ocasiones, pocas, escogidas, nos volvemos nítidamente conscientes de estar creciendo. Podemos paladear esa sensación del paso del tiempo, saborear el instante inusualmente conscientes de su transcendencia dentro de nuestra vida, porque, por algún extraño motivo, la clarividencia que nos esquiva habitualmente decide abrirnos los ojos con excepcional claridad en ese preciso instante.</span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>Yo recuerdo perfectamente el momento exacto en que dejé de ser una adolescente, y me convertí en una “chica”. Fue el 26 de junio de 1995, y era lunes. </b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-eVTTGH5vc3w/TlUGMH2awOI/AAAAAAAAEkY/Bqd7vnuIn7Y/s1600/copa+rey+1995.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-eVTTGH5vc3w/TlUGMH2awOI/AAAAAAAAEkY/Bqd7vnuIn7Y/s1600/copa+rey+1995.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">El sábado 24 de junio de 1995 el Deportivo de A Coruña jugaba en el Santiago Bernabeu la primera final de la Copa del Rey que yo recordaría. Mi hermana y yo éramos socias, y la ocasión era única. En mayo del año anterior –más concretamente el 14 de mayo del año anterior-, mi querido equipo había perdido la Liga en la última jornada contra un Valencia que dejó resquemor en Galicia por los siglos de los siglos gracias a la parada que su portero hizo del tristemente famoso penalty de Djukic, dándole así el título al Barça de Cruyff.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Aquel 24 de junio, la posibilidad de la revancha se cernía sobre el plomizo cielo madrileño. Mi padre, mi padrino, mi hermana Natalia y nuestra amiga Paula llevábamos desde el viernes por la noche en la capital, alojados en los apartahoteles que hay –o al menos había- encima de la cafetería Riofío, muy cerca de la Plaza de Colón y prácticamente sobre el Museo de Cera (qué miedo me ha dado siempre ese museo, es algo irracional y superior a mi, os lo digo en serio).</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-1S4sU0mTG7M/TlUGLjnIguI/AAAAAAAAEkU/fDCws0GA4lU/s1600/cafeteria-riofrio__7_.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://2.bp.blogspot.com/-1S4sU0mTG7M/TlUGLjnIguI/AAAAAAAAEkU/fDCws0GA4lU/s320/cafeteria-riofrio__7_.jpg" width="320" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">En la tarde de aquel sábado, cargados con nuestras bufandas blanquiazules y nuestras ganas de ganar, ganar, ganar, emprendimos la que sería una de las caminatas más curiosas de mi vida. Castellana arriba, la marea humana era un tsunami, cientos de personas en la misma dirección. Algunos de nuestro bando, algunos del contrario… y todos mirando el cielo como si en él estuviese la respuesta.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><i>“Tiene una pinta horrible, va a caer la de San Quintín”</i>, dijo mi padre a la altura del Corte Inglés.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><i>“Igual aguanta hasta el final del partido, a ver si no hay prórroga”</i>, convino mi padrino.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">El Bernabeu me pareció enorme y vertical. Una pared en la que miles de pajaritos anidábamos esperando un silbato. Nuestros asientos estaban altos… muy muy altos, o al menos así los recuerdo yo, acostumbrada como estaba a un Riazor que aún contaba con las pistas de atletismo alrededor del campo de juego.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Comenzó el partido y comenzó a llover. Así, todo uno. Y llegó el descanso y siguió lloviendo. Creímos que no reanudarían el partido dado que el campo parecía más apropiado para un partido de waterpolo que para uno de fútbol, pero nos equivocamos: el silbato anunció la segunda parte y los jugadores y nosotros volvimos al ruedo empapados.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Veinte minutos antes del fin del partido, al árbitro le entró la sensatez. El silbato sonó, se suspendió el encuentro, y los miles de personas que habíamos acudido al Bernabeu a emprendimos el camino de regreso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a nuestros hoteles,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hostales o casas en medio de una tromba de agua alucinante, como no he visto otra en años. La Castellana era un río y nosotros nadábamos contracorriente, empapados, decepcionados y algo tristes… el lunes había que estar en Coruña de regreso, y el partido no se reanudaría hasta el martes.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">De regreso al apartahotel, mi padre y mi padrino tuvieron una idea: las entradas ya las teníamos, era una pena perderlas. Ellos debían volver al trabajo, y, no recuerdo muy bien por qué, pero mi hermana y Paula debían regresar también… pero a mi nada me impedía ir al partido del martes. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Llamamos a mi tío Antonio, que llevaba años viviendo en Madrid, y cuya mujer estaba entonces embarazada de la que hoy es mi prima Henar, y accedió a darme asilo político en su sofá. Ellos irían conmigo al partido el martes.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>El domingo por la noche me acosté en aquel enorme sofá azul, y cuando el lunes 26 de junio abrí un ojo eran ya más de las 10 de la mañana. En aquella casa ya no había nadie, pero mi tío me había dejado una nota sobre la mesita del café.</b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><i>“Hola madrileña! Nos hemos ido a trabajar, volveremos por la tarde. Te dejo aquí 2000 pesetas, creo que El Prado abre hoy, date una vuelta, tómate algo, nos vemos para cenar. Besos, Antón”.</i></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>Me duché y me vestí. Hacía mucho calor. Me puse unos shorts vaqueros que tenían el bajo de tela estampada y una camiseta blanca, y me lancé a las calles de Madrid. Yo sola. Con mi billete de 2000 pesetas en el bolsillo y mis gafas de sol.</b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Decidí atravesar el Retiro paseando de camino al Prado. Cuando estaba traspasando una de sus grandes puertas de metal, un hombre me paró. A mi me pareció un hombre, aunque ahora que lo pienso dudo mucho que tuviese más de 25 años. Creí que quería saber la hora, pero al parecer quería conversación. Me acompañó hasta la puerta del museo charlando, contándome un montón de cosas que a mi me parecían apasionantes –que había terminado la carrera y estaba buscando trabajo, que solía salir a correr los sábados…-, y al llegar al Prado nos despedimos. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">En el Museo había algo de cola, pero no la suficiente para desanimarme. Pagué mi entrada y pasee por entre los cuadros como si fuese la primera vez… porque para mi lo era. Había estado en El Prado dos veces antes, con mi padre, pero no era lo mismo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no era ni si quiera parecido. Esta vez estaba sola, paseando a mi aire, perdiéndome en la sala de El Bosco, descubriendo a su aprendiz –me gustó casi más que el original-… pasé de Las Meninas, pasé de la Maja Vestida… pasé de todo aquello que se suponía que debía ver, y vi lo que me apeteció, lo que quise. Me deslicé por los enormes pasillos hasta el sótano donde estaban entonces las pinturas negras de Goya, busqué la sala egipcia –enana, a mi entender-. Caminé, me paré, pasee… y a nadie pareció importarle. Nadie me miraba, a nadie parecía extrañarle ver a una “adolescente” sola en un museo… y pensé “dios mio, a lo mejor no parezco una adolescente!!”.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Cuando me entró hambre, a eso de las tres, salí del museo buscando un sitio donde sentarme a picar algo, y caí en un VIPs. Me senté, pedí un sándwich club (sí, sorprendentemente lo recuerdo) y una coca-cola, y comí despacio, mirando a mi alrededor. Había familias de vacaciones, pandillas de colegas, algunos ejecutivos trajeados… pero nadie reparó en mi. A todo el mundo le parecía algo normal.. y volví a pensar “madre mía, ¿a que va a ser verdad que cuela?”.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Regresé dando un paseo y cené en casa con mis tíos. Al día siguiente el Bernabeu fue de nuevo un hervidero –esta vez en seco, de hecho, aquel lunes ya había hecho un día radiante-, y mis tíos y yo ocupamos los asientos del pasado sábado, junto con dos amigos de ellos. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>Ganamos el partido. Lo merecíamos, la verdad. Y fueron los 20 minutos de fútbol más apasionados de mi vida… bueno, o casi. </b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">Así que, como veis, yo fui dos veces a ver ganar al Depor la Copa del Rey en el Santiago Bernabeu. Una, el 24 de junio de 1995, y la segunda, el 27 de junio de 1995. Me senté en el mismo asiento las dos veces, y, al sentarme, fue cuando me di definitivamente cuenta de que ya no era la misma persona. Una adolescente había visto la primera mitad del partido, y una jovencita vio la segunda mitad, y disfrutó del gol de la victoria.</span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">A veces, la vida pasa en sólo un par de horas.</span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-WHVGcfvV5rg/TlUGMcr30UI/AAAAAAAAEkc/tplTwy0DB0s/s1600/Smells_Like_Teen_Spirit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-WHVGcfvV5rg/TlUGMcr30UI/AAAAAAAAEkc/tplTwy0DB0s/s1600/Smells_Like_Teen_Spirit.jpg" /></span></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d; font-size: large;"><b>SUENA EN MI I-POD</b></span>: Entonces era <b>Nirvana</b> lo que sonaba en mi walkman… asi que hoy, en honor al salto temporal de aquel verano de 1995, “<b><i>Smells like teen spirit</i></b>”, ¿qué os parece? </div><!--EndFragment-->Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-38499094782133472212011-08-07T20:01:00.001+02:002011-08-07T20:05:15.464+02:00EL DERECHO DE REINVENCIÓN<div class="MsoNormal"><b><i>Reivindico el derecho de todas las personas a reinventarnos a nosotras mismas. </i></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><i>Constantemente.</i></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><i>A todas horas.</i></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Porque nunca soy la misma, porque siempre soy otra, y nunca la que he buscado... aunque a veces es mejor así, eso es cierto.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Cené con una conocida hace unos días, y entre los entrantes y el primero, como siempre pasa entre amigas, repasamos una por una las vidas y milagros de todo nuestro círculo de amistades... hasta que recalamos en un amigo concreto. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Le conocemos hace años... de hecho, le conocemos desde siempre, pero hace unos años su vida dio un vuelco inesperado. Mi amiga se mostraba ahora asombrada porque, después de cierto tiempo sin coincidir con él, se había topado con un hombre algo “diferente”. Cosas que siempre le habían gustado, ahora no le apetecían, y sin embargo parecía encandilado con situaciones que antes no le habrían atraído en absoluto.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-vE5QLegimrc/Tj7SH8q8PbI/AAAAAAAAEkQ/UAxakMmvKiQ/s1600/madonna-like-a-virgin%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-vE5QLegimrc/Tj7SH8q8PbI/AAAAAAAAEkQ/UAxakMmvKiQ/s1600/madonna-like-a-virgin%255B1%255D.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El mayor ejemplo de reinvención de todos los tiempo, Madonna</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Para mi amiga, los cambios detectados eran fruto de la enajenación mental transitoria... para mi, son evolución. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">Me asombró la sentencia tan clara que mi amiga emitió al respecto “ya se le pasará cuando vuelva a ser él”... pero ¿y si este es él? ¿Y si, consciente o inconscientemente, nuestro amigo ha decidido romper determinados paradigmas para probar cosas nuevas, o sencillamente para disfrutarlas sin tapujos?</span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Volví a casa dándole vueltas al hecho de que, en otros momentos de mi vida, yo misma me he reinventado por derecho propio, comenzando nuevos ciclos y terminando con los viejos, por reciclaje emocional, por necesidad imperiosa de motivación, por hastío personal, porque sí... ¿Fui juzgada tan duramente por esta amiga entonces? </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Nunca me han gustado demasiado las etiquetas, y no creo en el “para siempre”, ni si quiera conmigo misma... porque yo no soy la misma que fui a los 15 años, ni, desde luego, la misma que era hace 5. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-iFAQ9G929h4/Tj7SHTBDKYI/AAAAAAAAEkM/-2_RCbC3RI4/s1600/madonna_101707_300.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-iFAQ9G929h4/Tj7SHTBDKYI/AAAAAAAAEkM/-2_RCbC3RI4/s320/madonna_101707_300.jpg" width="240" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sí, es la misma persona que en la foto de arriba... ¿o no?</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Pero lo más curioso, al menos a mis ojos, de todo el asunto, es que nuestro amigo parece realmente feliz. Se le ve encantado, disfrutando de la vida... y sin embargo, esa felicidad parecía pasar a un plano secundario a ojos de mi amiga, como si el hecho de que él se hubiese reinventado la obligase a ella a reencontrar su sitio, a reubicarse.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">¿Medimos nuestra vida, nuestra personalidad, nuestro espacio, en relación a la vida de los que nos rodean? No lo creo. Yo me he reinventado conscientemente al menos cuatro veces en mi vida, e inconscientemente unas cuantas más, seguro. Y en muchas de esas reinvenciones lo que buscaba era, precisamente, romper con el rol asignado desde fuera, reivindicar mi derecho a elegir mi yo.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">A lo mejor la situación es precisamente esa: podemos dividir a las personas en dos grupos, las que se encuentran cómodas con el rol asignado en el contexto social, y se incomodan ante los cambios de ideas de los demás; y las que buscan un hueco personal y tratan de escapar de la idea preconcebida que se les ha asignado. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Las personas que se sienten cómodas siendo etiquetadas, y aquellas que prefieren fabricar su propia etiqueta… cada día una, si hace falta.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: purple;"><b>Por eso, después de darle muchas vueltas a la conversación del otro día, he decidido hacer público mi pequeño credo:</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><i>Creo en la reinvención de las personas, en la voluntaria y en la azarosa, en la que llevamos a cabo conscientemente y con esfuerzo, y en la devenida de los baches y caídas de la vida, no con menos esfuerzo.</i></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><i>Creo que todos nosotros tenemos derecho a inventarnos a nosotros mismos cuantas veces deseemos, a salirnos del carril marcado e incluso a dar marcha atrás si lo deseamos. </i></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><i>Creo que cada persona lleva dentro una santa y una pecadora, una madre y una hija, una buena y una mala persona. Nunca somos los mismos porque mi yo de hace un minuto ya es viejo para el del minuto que viene.</i></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><i>Y creo que todos tenemos el derecho y el deber de encontrarnos a nosotros mismos a lo largo de nuestra vida, tantas veces como nos sea necesario. Encontrarnos, perdernos, buscarnos y rescatarnos. Una y mil veces. Porque mi yo de hoy ya no se acuerda de cómo rescató al yo de hace cinco años.</i></b></div><div class="MsoNormal"><b><i><br />
</i></b></div><div class="MsoNormal"><b><i><br />
</i></b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-a8q5IMe_P58/Tj7SCppPKDI/AAAAAAAAEkI/zKhodkQHoig/s1600/adivina_sergio_dalma_grande.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-a8q5IMe_P58/Tj7SCppPKDI/AAAAAAAAEkI/zKhodkQHoig/s1600/adivina_sergio_dalma_grande.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">SUENA EN MI IPOD: <span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">“</span></span></span>La Vida Empieza Hoy”, de Sergio Dalma</b>. Porque seguramente no os imaginabais que escogería jamás un tema suyo… de hecho, ni yo lo imaginaba. Porque este pasado lunes actuó en Coruña, la escuché por sorpresa, y recordé de repente lo bien que me hacía sentir este tema hace miles de años. Porque la letra explica perfectamente la conclusión a la que he llegado tras escribir este artículo: la vida, siempre comienza y termina hoy.</div>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com19tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-75705943068362849792011-07-26T12:17:00.000+02:002011-07-26T12:17:49.997+02:00TAN DIFERENTES, TAN IGUALES<b><br />
</b><br />
<div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>“Es guapo"</b></span><br />
<span lang="GL"><b><br />
</b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Eso es lo segundo que pensé al ver las imágenes de Andrés Behring, el psicópata (porque tiene que ser un psicópata, qué otra explicación si no?) que hace unos días desató el terror en Noruega.</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">Es un terrorista. </span></b></span></div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;"><br />
</span></b></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">Y es guapo.</span></b></span><br />
<span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;"><br />
</span></b></span><br />
<span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;"><br />
</span></b></span></div><div class="MsoNormal"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-oaT0NR2OhUE/Ti6TKJcLItI/AAAAAAAAEj8/sQm5SfDv3L8/s1600/Anders-Behring-Breivik-supuesto-autor-tiroteo-isla-Utoya-atentado-terrorista-Oslo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="http://3.bp.blogspot.com/-oaT0NR2OhUE/Ti6TKJcLItI/AAAAAAAAEj8/sQm5SfDv3L8/s200/Anders-Behring-Breivik-supuesto-autor-tiroteo-isla-Utoya-atentado-terrorista-Oslo.jpg" width="163" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Este monstruo fue capaz de disparar a sangre fría a más de 50 personas porque pensaban "diferente"</td></tr>
</tbody></table><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Dos conceptos, que, no tengo ni idea de por qué, en mi cerebro chocaban, se enfrentaban, parecian absolutamente incompatibles.</span><br />
<span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-vIqe4MDlAnw/Ti6TJ8thX_I/AAAAAAAAEj4/h4sXZdTxeCw/s1600/_1540123_010912osama300b.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-vIqe4MDlAnw/Ti6TJ8thX_I/AAAAAAAAEj4/h4sXZdTxeCw/s1600/_1540123_010912osama300b.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Osama Bin Laden, la primera imagen que se le viene a la mayoría a la cabeza al hablar de terrorismo</td></tr>
</tbody></table><span lang="GL"><br />
</span><br />
<span lang="GL"><b>¿Qué diferencia hay entre este loco rubio de ojos claros y porte aristocrático y e radical islámico de tupida barba y ojos oscuros? ¿Qué separa a este asesino de los que aparecen, con corte de pelo kiote y mirada firme en los carteles “Se Busca” de la banda ETA?</b></span></div><div class="MsoNormal"><b><br />
</b></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Por dentro, pocas o ninguna.</b> Diferentes “cuasas”, pero idénticas ideologías únicas y separatistas que no contemplan la posibilidad de “el otro” como entidad. Y, desde luego, el mismo chip fundido en el cerebro que permite a lo que en algún momento fue una persona planear friamente el asesinato de decenas de sus semejantes por el simple hecho de “ser diferentes”.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">Y, sin embargo, es cierto que no son iguales. Y no lo son porque a este monstruo concreto le protege la más poderosa de las máscaras humanas: la belleza.</span></b></span><br />
<span lang="GL"><br />
</span><br />
<span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-pKs0pclGj3A/Ti6TKf6j4BI/AAAAAAAAEkA/EVCjsbAv9Qg/s1600/dejuanachaos.thumbnail.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-pKs0pclGj3A/Ti6TKf6j4BI/AAAAAAAAEkA/EVCjsbAv9Qg/s1600/dejuanachaos.thumbnail.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">De Juana Chaos, el ejemplo de terrorista de ETA que más rápido he recordado</td></tr>
</tbody></table><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Estamos programados para amar lo bello. La imagen, el sonido, el olor... lo que podemos percibir de un simple vistazo, sin mirar más allá, es nuestra primera toma de contacto con la realidad que nos rodea, y nuestro cerebro, deficitario y simple, procesa esas sensaciones como absolutas.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Amamos lo bello. Las personas guapas, las voces armoniosas, los gestos rítmicos, los olores agradables, nos hacen sentirnos bien y, automáticamente, los encasillamos en nuestro personal departamento mental de “buenos”.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">La imagen cuenta, eso nos han enseñado y eso hemos aprendido... y no está mal. Sólo que a veces somos demasiado simples, y asimilamos sin prudencia que alguien bello es buena gente, que las personas que hablan con voz pausada y suave son tranquilas y sosegadas... y no es necesariamente así, porque, amigos, las apariencias engañan.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Ayer, tomando algo con unos amigos, comentábamos el horror noruego y todos convenían conmigo que les había asombrado, sorprendido, más bien, que el asesino sin conciencia autor de la masacre fuese un hombre tan atractivo, tan rubio, tan alto y tan bien parecido. Alguien que, de habernos cruzado por la calle, habríamos elogiado. Qué cosas tiene la vida, ya veis.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>¿Qué diferencia a este terrorista de los demás? Nada, en esencia, aunque todo, en realidad, sencillamente porque este loco no encaja con la imagen de asesino sin corazón que nos hemos creado.</b></span></div><div class="MsoNormal"><b><br />
</b></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Porque las apariencias importan, pero también engañan... es lo que tiene ser humanos.</b></span><br />
<span lang="GL"><br />
</span><br />
<span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-F73UM8vwBuQ/Ti6TKoDy-OI/AAAAAAAAEkE/8G7Czy-hn44/s1600/in_festival_2010.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="205" src="http://3.bp.blogspot.com/-F73UM8vwBuQ/Ti6TKoDy-OI/AAAAAAAAEkE/8G7Czy-hn44/s320/in_festival_2010.jpg" width="320" /></a></div><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">SUENA EN MI I-POD:</span></b></span> Esta vez es el turno del rock, chicos. Este fin de semana Santander celebra el <b>In Festival</b> con la presencia de The Jayhawks y Eli Paperboy Reed... y estaré allí, por supuesto!</span></div>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com22tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-20606226495975558012011-07-08T11:14:00.001+02:002011-07-08T11:19:42.371+02:00IZQUIERDA, IZQUIERDA, IZQUIERDA, a veces derecha, IZQUIERDA<div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i>Este no es un post político. Ni si quiera es un post social, por mucho que pueda engañar el título... este es un post sobre mi, sobre mi infancia, y sobre las circunstancias de mi vida.</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i>Porque hoy, aquí, y ahora, quiero confesar que... soy zurda.</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-wdqkvyjdBIs/ThbHp8XyVlI/AAAAAAAAEjc/kBRwHEWpUu0/s1600/flanders.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-wdqkvyjdBIs/ThbHp8XyVlI/AAAAAAAAEjc/kBRwHEWpUu0/s1600/flanders.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El zurdo más famoso del mundo, Ned Flanders.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Pero zurda, zurda. Zurda zurdísima. Zurda que te cagas. Zurda de esas que el lado derecho del cuerpo lo tienen sólo y exclusivamente para equilibrar.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-CQXnWj9JpV8/ThbHn3gMACI/AAAAAAAAEjE/EpVfKaF7hAw/s1600/Angelina+Jolie.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="http://1.bp.blogspot.com/-CQXnWj9JpV8/ThbHn3gMACI/AAAAAAAAEjE/EpVfKaF7hAw/s320/Angelina+Jolie.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sí, amigos, la bella Jolie también es zurda, zurda, zurda.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Supongo –no lo sé porque no me acuerdo- que soy zurda desde que nací, porque no recuerdo haber utilizado la mano derecha jamás hasta bien entrada la edad prepúber, gracias, sobre todo, a que mi madre se negó rotundamente a que las monjas del colegio me “corrigiesen” lo que ellas consideraban “un defectillo”.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-69yDejbQUyg/ThbHouNeQBI/AAAAAAAAEjM/OeQwWQqQdRQ/s1600/Bill+Gates.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-69yDejbQUyg/ThbHouNeQBI/AAAAAAAAEjM/OeQwWQqQdRQ/s1600/Bill+Gates.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El hombre más rico del mundo, Bill Gates, es zurdo también.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Mis padres habían hablado con el médico, preocupados por mi tendencia a la izquierda, y el pediatra, uno de esos médico con mil años de experiencia pero que en los 80 decidió reciclarse y volver a estudiar, les dijo que a mi no me pasaba nada <i>“su hija es zurda, señores, pero eso no es ni malo, ni bueno. Es, y punto. Seguramente, si los estudios están en lo cierto, será más torpe que la media en motricidad, pero dentro de lo normal, pero también más espabilada en temas de comprensión oral”.</i></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-Pl0wNuQY9WM/ThbHpCnlGsI/AAAAAAAAEjU/ksUbSIKnIIM/s1600/Einstein.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-Pl0wNuQY9WM/ThbHpCnlGsI/AAAAAAAAEjU/ksUbSIKnIIM/s1600/Einstein.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Y el más listo del mundo, Albert Einstein, también lo era.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">No sé si los estudios estaban en lo cierto, pero conmigo acertaron 100%. No sé hacer el pino, pero a los dos años decía “no obstante, sin embargo” con absoluta naturalidad.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">El caso es que, como el médico les aseguró que ser zurda no afectaría a mi vida cotidiana, pero que, sin embargo (lo veis??), corregirme sí podía llegar a suponerme un trauma, mis padres prohibieron terminantemente a las monjas que me atasen la mano izquierda a la espalda, una práctica muy corriente allá a primeros de los ochenta.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-pG8zdYuYsCY/ThbHrHBW5yI/AAAAAAAAEjs/owYKTOBZ7OI/s1600/marilyn.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-pG8zdYuYsCY/ThbHrHBW5yI/AAAAAAAAEjs/owYKTOBZ7OI/s1600/marilyn.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Marilyn era zurda también, además de miope perdida.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Las monjas no tuvieron más remedio que hacerles caso, y así salí yo. Zurda, digo.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">El caso es que, como en el colegio, al menos en mi época, se empleaba mucho aquello de los ejemplos para el aprendizaje, me pasé media infancia escuchando aquello de “la derecha es la mano con la que escribes”, lo que derivó en terribles problemas de lateralidad... sigo teniendo que pensarme dos veces cuál es la derecha, como en la vida misma... igual ser zurda es una avance genético para prepararnos para la política que se nos viene encima... pero vamos a centrarnos, que me desvío, y ya dije al principio que este no era un post político.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-DFtDVsQp0oA/ThbHpON7zcI/AAAAAAAAEjQ/K8Gy4E4KiOU/s1600/Bruce+Willis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-DFtDVsQp0oA/ThbHpON7zcI/AAAAAAAAEjQ/K8Gy4E4KiOU/s1600/Bruce+Willis.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El duro de Hollywood por excelencia, Bruce Willis, es zurdo perdido.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Mis padres, progenitores preocupados y centrados en nuestra educación, notaron mi desconcierto con respecto a las diferencias entre izquiera y derecha –posicionalmente hablando-, y optaron por hacerme consciente de mi propia “zurdez”. Así que, desde que tengo uso de razón, soy consciente de que soy zurda, “porque la mayoría de los niños escriben con la derecha, pero tú no, tú escribes con la izquierda”.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-zHVGbYCsRqs/ThbHqzO3JqI/AAAAAAAAEjo/8S_a9HZqn6o/s1600/Kurt+Cobain.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-zHVGbYCsRqs/ThbHqzO3JqI/AAAAAAAAEjo/8S_a9HZqn6o/s1600/Kurt+Cobain.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">... y uno de mis ídolos de juventud, el malogrado Kurt Cobain</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Ser zurda no me ha supuesto ningún problema, la verdad. Abro las puertas, ventanas, neveras y latas con total normalidad –estas últimas con más ensayos, pero vamos, que reto conseguido-; corto con las tijeras como todo el mundo, jamás me ha supuesto ningún inconveniente en esta vida, y, ya semi adulta, incluso adapaté voluntariamente mi vida a los diestros: utilizo el cuchillo como ellos, y toco la guitarra como una diestra, porque aprendiendo así me garantizaba que, si en medio de una actuación se me rompía una cuerda, cualquiera podría prestarme la suya.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-htZWGs9F98A/ThbHrs7CCGI/AAAAAAAAEjw/4746XiaxiJU/s1600/obama.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-htZWGs9F98A/ThbHrs7CCGI/AAAAAAAAEjw/4746XiaxiJU/s1600/obama.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Barak Obama es zurdo también... a ver si va a ser vedad que somos mayoría y no lo sabemos...</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">Mi “zurdez” no ha hecho mi vida diferente, ni me la ha complicado, salvo en dos momentos muy concretos de mi vida: me costó un huevo aprender a jugar al billar, porque es jodidísimo encontrar un maestro zurdo –y eso que en mi pandilla somos mogollón, de hecho, más zurdos que diestros.. ahora que lo pienso igual nos olemos o algo...-, y cuando tenía 9 años por poco me mandan a un colegio para superdotados por error.</span></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Sí, sí, habeis leido bien. A los 9 años estuve a punto de terminar confinada en uno de esos colegios surrealistas para niños listísimos, en el que a buen seguro lo hubiese pasado fatal, porque yo no era listísima, era zurda, y punto.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Todo fue culpa del psicólogo del colegio. Al pasar a segundo grado de EGB (tercero, cuarto y quinto), el colegio le pedía al psicólogo que nos hiciese una sencilla evaluación para determinar nuestra madurez mental, nuestra adapatación social y cuatro cosillas más. Consistía en un par de test ridículos (cuáles son tus tres mejores amigas, tu color favorito, si el camino hay un muro, lo saltas o lo rodeas... esas cosas), y un par de pruebas que se hacían de forma individual en su despacho.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-HZbrmmbS5Lw/ThbHqIeGTdI/AAAAAAAAEjg/3ZHml5yxyuw/s1600/Hendriz.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-HZbrmmbS5Lw/ThbHqIeGTdI/AAAAAAAAEjg/3ZHml5yxyuw/s1600/Hendriz.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Las manos más rápidas y prodigiosas, las de Hendrix, eran zurdas.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Y allí estaba yo, metro veinte de zurda delante de un señor medio calvo que tenía una sierra de cartón en una mano y una pelota de espuma en la otra. </span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i>“A ver, bonita, coge esta sierra y corta la mesa a la mitad”.</i></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Parece fácil, ¿verdad? Pues probad vosotros a cortar una mesa con una sierra de cartón... Y que conste que a mi, lo que más me preocupaba, era no equivocarme. En esa etapa era más consciente que nunca de que era zurda, porque a esa edad es a la que el resto de los niños se dan cuenta de que tú usas la otra mano, así que, para no cagarla, pregunté.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i>“¿Y con qué mano la corto?”</i></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">El señor no dijo nada, anotó algo en su cuaderno, y yo corté la mesa con las dos manos –por si acaso-.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Acto seguido aquel señor medio calvo me tendió el balón de espuma.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i>“Dale una patada muy fuerte a este balón”</i>, dijo.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i>“¿Y con qué pierna quiere que s</i>e la de?”, respondí yo.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-rB3WudFKYvA/ThbHphv3chI/AAAAAAAAEjY/2cSqlCc1AGA/s1600/Fidel+Castro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-rB3WudFKYvA/ThbHphv3chI/AAAAAAAAEjY/2cSqlCc1AGA/s320/Fidel+Castro.jpg" width="219" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Castro es zurdo, y además nos señala, que está feísimo</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">El psicólogo no dijo nada, anotó algo en su cuaderno y yo le di la patada al balón con todas mis fuerzas y con las dos piernas, una primero, la otra después... por si las moscas.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-SCOB7-tiLb8/ThbHqXxRYnI/AAAAAAAAEjk/Iu2YWKaUvDE/s1600/Julia+Roberts.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-SCOB7-tiLb8/ThbHqXxRYnI/AAAAAAAAEjk/Iu2YWKaUvDE/s320/Julia+Roberts.jpg" width="284" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Y la novia de América, Julia Roberts, es zurda también.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Una semana después, el consejo escolar llamó a mis padres para comunicarles que su queridísima hija mayor era superdotada, según el psicólogo. A mis padres les dio un hari y, cuando se recuperaron, acudieron a la reunión alucinados y completamente convencidos de que había habido algún error... y efectivamente, así había sido.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Cuando el psicólogo les explicó a mis padres que yo, actuando muy por encima del nivel que se esperaba de una niña de 8 años, había preguntado con qué mano o pie debía hacer algo, mis padre se descojonaron de risa.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-tIdJXwgxxIM/ThbHouJZGpI/AAAAAAAAEjI/PeI3dgagM0A/s1600/Bill+Clinton.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-tIdJXwgxxIM/ThbHouJZGpI/AAAAAAAAEjI/PeI3dgagM0A/s1600/Bill+Clinton.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Este es uno de mis favoritos... no tenía ni idea!!! Clinton es zurdo!!!</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">“<i><b>Nuestra hija no es superdotada, es zurda”, aclararon “y como es consicente de que lo es, y de que a veces, para hacer ejercicios sincronizados con otros niños, por ejemplo, en gimnasia, debe usar la otra mano, o el otro pie, se ha acostumbrado a preguntar”.</b></i></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;">.<span class="Apple-style-span" style="color: purple;">..y fin de mi periodo como superdotada. Para lo único que he desarrollado unas dotes superiores a la media es para meter la pata y para beber cerveza... y poco más. Pero creo que mis padres lo prefirieron así, y desde luego yo también... qué aburrimiento hubiese sido tener que estudiar en un colegio donde el más tonto hacía derivadas... esas que yo jamás supe hacer.</span></span></b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-dijPVW9Npg4/ThbJ3OWC5aI/AAAAAAAAEj0/3T83O0x15qU/s1600/alaska.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-dijPVW9Npg4/ThbJ3OWC5aI/AAAAAAAAEj0/3T83O0x15qU/s320/alaska.jpg" width="238" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #741b47;">SUENA EN MI I-POD: </span></b></span>Pues es que hoy me he levantado con actitud de viernes, y con el recuerdo de mi fin de semana en Madrid en la cabeza, así que... ¿Qué tal un poco de <b>Alaska</b>?... un clásico, por ejemplo, “<i><b>Ni tú ni nadie”</b></i>, que le viene al pelo al post, oye, porque 32 años después, sigo siendo zurda, amigos. Es lo que hay,</span></div>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com21tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-30745912242531537472011-06-23T10:55:00.000+02:002011-06-23T10:55:27.281+02:00LA DELGADA LINEA ROJA ENTRE IT GIRL Y PAYASA<!--StartFragment--> <br />
<div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i><br />
</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i><br />
</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i>Yo a lo que aspiro en esta vida es a ser guay.</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Pero guay de verdad, y no guay de las normales, de las de “que guay es esta tía, que bien me cae”... no no no, yo quiero ser guay de las imprescindibles, de las que dices “joder, esta tía es TAN guay... tiene que estar en mi próxima fiesta”.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-wNDlpC5hCFM/TgL9vu0zWzI/AAAAAAAAEi0/msIfOrygNoY/s1600/Gaia+Reposi.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-wNDlpC5hCFM/TgL9vu0zWzI/AAAAAAAAEi0/msIfOrygNoY/s320/Gaia+Reposi.jpg" width="212" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gaia Reposi, una de esas chicas a las que todos quieren tener cerca.</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Es una vocación que tengo desde pequeñita, pero a la que le he prestado poca atención porque fui una adolescente acomplejada, y eso es fatal para el karma fashion... claro, si te crees la rana de la charca en vez del cisne más bello, no te apetece mucho ser el centro de atención, porque te entra paranoia exacerbada y te pones como una moto creyendo que en lugar de mirar tu estupendo vestido, los demás miran los michelines que el vestido te marca... y eso no puede ser.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Afortunadamente para mi egomanía, he superado con éxito y no sin esfuerzo mi etapa de complejo permanente, y estoy preparada para convertirme en it girl mundial... bueno, patria... bueno, empezaremos por local y luego ya veremos.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-UTomHUHOPFo/TgL9uNRq2nI/AAAAAAAAEis/R24GvNidJ8I/s1600/Delfina+Delettrez.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-UTomHUHOPFo/TgL9uNRq2nI/AAAAAAAAEis/R24GvNidJ8I/s320/Delfina+Delettrez.jpg" width="213" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Otra It Girl Socialité, Delfina Delettrez, diseñadora de joyas e invitada imprescindible en un sarao con solera</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i>¿No me diréis que no es la vida perfecta?</i></b> Te levantas por la mañana –a eso de las 9:30 eh, nunca antes, que 8 horas de sueño son fundamentales para convervar un cutis impoluto, absolutamente necesario en mi nueva profesión-. Lees la prensa y compruebas el correo, el facebook, el twitter y dios sabe qué más mientras desayunas fruta fresca, café y bangels con salmón ahumado. Luego te arreglas y sales a la calle, a tomar un brunch con unos amigos que han abierto un nuevo local y te quieren en la inauguración, paseas, comes en un restaurante que te invita porque sabe que la publicidad que consigue contigo entrando por sus puertas no la paga una página en color en el Vanity Fair, descansas al sol en una terraza y/o piscina, pasas la tarde acudiendo a inauguracione y fiestas que requieren tu presencia “suplicante e insistentemente”, cenas con unos amigos, y de nuevo a comenzar.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">Sí, definitivamente creo que esta es la vida para la que he nacido... pero sólo lo sé yo, lo cual es lamentable, de modo que no puedo vivir así porque no hay quien me pague por ello, y, cosas de la vida, mis facturas –y son unas cuantas- no se pagan solas.</span></i></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i>Pero pero pero pero –siempre hay un pero, queridos, siempre lo hay-, esta vida disoluta y magnífica, compaginable con otros trabajos más identificables en la vida laboral, como columnista de sociedad (véase Josemi Rodríguez Sieiro, el espejo en el que mirarme, pero yo sin pajarita, claro), periodista en una revista de moda o life style (editoras varias, desde la Roitfeld hasta Yolanda Sacristán, cada una en su parcela o parcelita, según el caso), tiene un peligro inminente: convertirte en un freak.</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-GH2sErBIHok/TgL9xCaztBI/AAAAAAAAEi8/JrqTMPQzX_s/s1600/margherita+missoni.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-GH2sErBIHok/TgL9xCaztBI/AAAAAAAAEi8/JrqTMPQzX_s/s1600/margherita+missoni.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">He aquí una It Girl con fundamento, Margherita Missoni, heredera de un imperio, estilosa y única</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">A mi eso me aterroriza sobremanera. Quiero decir que me encantaría ser una columnista conocida –me vale en mi ciudad eh, que no soy ambiciosa... bueno, sí, pero no lo digo en alto-, a la que invitan a todo cuanto sarao se monta y que recibe súplicas de aquí y allá por iradondesea, comerendondesea, ponerseloquesea..., pero no quiero convertirme bajo ningún concepto en un personaje como... qué sé yo... como Paris Hilton!!</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i>Me aterra la idea de tranformar mi incipiente –en mi cabeza es incipiente, qué pasa, es mi cabeza y mando yo- carrera de socialité respetable en un desguace loco de anfitriones poco recomendables y apariciones inoportunas enseñando una teta... o lo que es peor, convertirme en una mujer anuncio!!!</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Eso sería lo peor!!! La gracia de ser It Girl está en encontrar el equilibrio entre las apariciones pactadas y las personales y voluntarias, de forma que tu imagen de marca valga su peso en oro, porque nadie podrá nunca adivinar si cenas con tus amigas en el restaurante de turno porque adoras el sitio, o porque el sitio te adora a ti y no pagas ni el agua mineral al entrar por su puerta seguida de los paparazzi de turno.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-nKC-LzvbgaM/TgL9ww9zUvI/AAAAAAAAEi4/74bgsx_62WQ/s1600/la+lomana+y+burriquin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-nKC-LzvbgaM/TgL9ww9zUvI/AAAAAAAAEi4/74bgsx_62WQ/s320/la+lomana+y+burriquin.jpg" width="212" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cuando vi a la Lomana anunciando hamburguesas a la parrilla no daba crédito... y sigo sin darlo</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">La cosa cambia, y mucho, muchísimo, de hecho, si te conviertes en un escaparate andante, siempre vestida como el payaso de Micolor para que los logos se vean bien en las fotos, y acudiendo a programas de televisión de dudosa calidad para hablar a gritos de lo bien que le pasaste en el local tal o cual dándote el lote con el bombero torero de turno.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i><b>La línea que separa a la It Girl mágica y con clase, la reina de las fiestas, elegante, envidiada, estilosa y misteriora, de la mamarracha convertida en escaparate ambulante es tan fina, tan sutil, que a veces una duda sobre si alguna de las presuntas socialités está en un lado o en el otro. Y eso sí que no.</b></i></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-p9bJmEshaN0/TgL9xXhmtMI/AAAAAAAAEjA/c6LiO9fb-ds/s1600/mario+y+alaska.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-p9bJmEshaN0/TgL9xXhmtMI/AAAAAAAAEjA/c6LiO9fb-ds/s320/mario+y+alaska.jpg" width="212" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">A ella la adoro desde siempre, a él le odiaba, hasta que descubrí que es una mascota maravillosa!!</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i><b><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: purple;"><br />
</span></span></b></i></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i><b><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: purple;"><br />
</span></span></b></i></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i><b><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">¿Cuál es el punto de no retorno en el que una socialité molona pasa a convertirse en una Lindsay Lohan de la vida? ¿En qué momento dejas de ser imprescindible en las recepciones de los embajadores y las inauguraciones sublimes para pasar a ser la number one en la lista de invitados de Burguer King (lo de la Lomana me ha matado, os lo juro que me ha matado)?</span></span></b></i></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i>Estas dudas me corroen mientras devoro el reality de Marito y Olvi (yo los llamo así porque son ya como de la familia). Ellos son un extraño equilibro entre lo vulgar y lo sublime en el mundo del famoseo, y reconozco que me desconciertan...</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-962mhSKevdY/TgL9vLZ7nSI/AAAAAAAAEiw/P2ZxqPpVdk4/s1600/disco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-962mhSKevdY/TgL9vLZ7nSI/AAAAAAAAEiw/P2ZxqPpVdk4/s320/disco.jpg" width="320" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">SUENA EN MI I-POD</span></b></span>: Hoy me he levantado tarareando un tema de <b><i>Meat Loaf</i></b> que me apasionaba, <i><b>“I would do anything for love”</b></i>, cuyo videoclip me parecía el colmo de lo refinado y lo elegante a mis 15 primaveras. Me sigue pareciendo un temazo!!!</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><!--EndFragment-->Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com17tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-17433486046674805172011-06-20T16:07:00.000+02:002011-06-20T16:07:00.663+02:00A CARCAJADA LIMPIA!!<!--StartFragment--> <br />
<div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i><b><span class="Apple-style-span" style="color: purple;">En las última semanas he escuchando al menos una docena de veces “he sabido que estabas aquí porque te he oido reir”.</span></b></i></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Y no es que me sorprenda, quiero decir que soy perfectamente consciente de que me río en voz alta, y de que en general soy una persona alegre. Lo que me ha impactado realmente es la cantidad de tiempo que hacía que nadie me comentaba nada parecido, y me he preguntado... ¿es que he pasado tanto tiempo sin reirme?</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-gc6_j77krOU/Tf9StFYzd7I/AAAAAAAAEiY/L4oZisZbdx8/s1600/sonrisa+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-gc6_j77krOU/Tf9StFYzd7I/AAAAAAAAEiY/L4oZisZbdx8/s1600/sonrisa+1.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Una de esas rosas contagiosas, poderosas, exageradas. Perfectas!</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">No lo creo, la verdad. Soy una persona de naturaleza... digamos que lúdica. El lado hedonista de mi cerebro es indiscutiblemente dominante, y la verdad es que tampoco he hecho nunca nada para remediarlo. Me gusta ser así. Soy frívola, alegre, y la verdad es que en general la gente que me rodea contribuye activamente a ello.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Que nadie piense que con esto quiero decir que soy una irresponsable –que un poco también, pero no tiene nada que ver, vamos- o una loca insostenible. Es sencillamente que creo en el poder terapéutico de la risa, del optimismo vital. Una sonrisa abre muchas más puertas que el juego de llaves de un sereno, creedme.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-NEyICuM_Dbw/Tf9StVC7reI/AAAAAAAAEic/Ex4BOgrK1M4/s1600/sonrisa+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-NEyICuM_Dbw/Tf9StVC7reI/AAAAAAAAEic/Ex4BOgrK1M4/s1600/sonrisa+2.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Otra sonrisa poderosa.<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span lang="GL">El caso es que a veces la vida te pone un poco entre la espada y la pared, y te encuentras en una situación en la que reirse en voz alta, hacer bromas o ser sarcástico es impropio, o al menos no lo más apropiado, y claro, pues te ries menos, o bien para no herir a los demás, o bien para resultar más convincente y firme en el terreno laboral, por ejemplo, que es exactamente mi caso.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">No tengo inconveniente alguno en hablar en serio, y si hay que dar dos voces, pues se pegan y listo, y hasta el golpe encima de la mesa si hace falta, que también para eso me han entrenado, pero... pero lo que no quiero bajo ningún concepto es que ese caso puntual, ese momento concreto termine invadiendo mi vida entera y logre que se me olvide cómo soy en realidad, que se me olvide reirme, vamos.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">De lo que me conozco –que oye, en 32 años algo he llegado a conocerme, es lo que tienen las relaciones largas- creo que puedo decir que, hasta el día de hoy, no habido nada, pero nada, de lo que no haya conseguido reirme. Y no me ha ido nada mal, la verdad.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-GzVAy9yiOMs/Tf9StpPgbRI/AAAAAAAAEig/5gsMjeSXPgs/s1600/sonrisa+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-GzVAy9yiOMs/Tf9StpPgbRI/AAAAAAAAEig/5gsMjeSXPgs/s1600/sonrisa+3.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ines de la Fressange, el ejemplo perfecto de las maravillas que la risa puede hacer por nosotras. </td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Las intensidades no van conmigo –aunque en ocasiones no nos quede más remedio que afrontar las cosas en serio-, y soy de las que confiesa abiertamente que disfruto tomando una caña con los amigos, viendo el reality de Alaska y Marito (madremiademivida, qué descubrimiento este hombre! Es una mascota divertidísima!!!), leyendo libros de Stephen King y bailando como una loca. Que sí, que me encantan las películas clásicas, que leo a Murakami y me gusta la danza contemporánea, y las exposiciones de arte pop, y Vivaldi y Mozart, pero... vamos!!! Por qué tienen que ser serias esas cosas??? Por qué????</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Así que una de las nuevas tareas para este etapa de mi vida será recuperar el poder de la risa... de mi risa, contagiosa, sincera y constante. Y que se oye desde antes de verme.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-XPci5DwPbA8/Tf9Tk22Mw_I/AAAAAAAAEik/wZtn2o6HALc/s1600/disco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="317" src="http://3.bp.blogspot.com/-XPci5DwPbA8/Tf9Tk22Mw_I/AAAAAAAAEik/wZtn2o6HALc/s320/disco.jpg" width="320" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><o:p><br />
</o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">SUENA EN MI IPOD:</span></b></span> Un poquito de rock&roll del de siempre, del de toda la vida, del que se baila y se canta y se disfruta a saltos y con amigos.<b><i> Jhonny B-Goode, de Chuck Berry</i></b>. A disfrutarla!!</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal"><br />
</div><!--EndFragment-->Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-563225226323299922011-05-31T12:31:00.012+02:002011-05-31T12:43:51.342+02:00Bohemian Rapsody 2.0<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Cuando era niña mi colegio tenía por costumbre organizar charlas “de orientación y aprendizaje”, algo así como una forma muy entretenida de perder clase, basada en que profesionales de diferentes ramas disertaban ante púberes pasotas sobre los pros y contras de sus diferentes trabajos.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Pues bien, desde siempre, cuando he escuchado a alguien hablar con interés sobre algo, mi capacidad de mimesis se ha disparado hasta el infinito.</em></strong> Y en mi cabeza, yo no veía trabajadores que se levantaban a las 6 de la mañana para currar 10 horas por un sueldo justito, cuando no miserable. No, no, no, yo, con esa imaginación que he debido heredar de Julio Verne sin saberlo, veía profesiones super interesantes, vidas apasionantes y personas atractivas e interesantísimas.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">¿<strong><em><span style="color: magenta;">Qué venían a dar la charla del Colegio de Abogados? Pues yo quería ser Ally McBeal.</span></em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><br />
<em><span style="color: magenta;"></span></em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: magenta;">¿Qué los ponentes eran historiadores? Pues yo me veía divina en plan novia de Indiana Jones</span></em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><br />
<em><span style="color: magenta;"></span></em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: magenta;">¿Qué los conferenciantes eran periodistas? Yo visualizaba mi futuro como el de la protagonista de “Luna Nueva”.</span></em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><br />
<em><span style="color: magenta;"></span></em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: magenta;">¿Qué la sesión informativa la daban los de leche Leyma?... pues yo quería ser vaca.</span></em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><em><strong>Es así de sencillo. Soy una especie de esponja envidiosa que encuentra fascinante casi todo a su alrededor.</strong></em></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Con los años he pulido un poco el asunto, básicamente porque he logrado que mi vida –la mía, mía, vamos, la que vivo yo a diario- me guste bastante. Pero es que en esta nueva etapa de mi vida, con los 32 convertidos en realidad en mi DNI y un parón involuntario pero de lo más gratificante en mi vorágine laboral personal, estoy empezando a recuperar las viejas costumbre… y desde ayer, quiero, deseo, necesito desesperadamente ser francesa.</div></div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>La cosa es que llevo un tiempo como muy… suelta. Desencorsetada, diría yo.</em></strong> He vuelto a ir a conciertos de rock entre semana, a inauguraciones de exposiciones de teatro, a muestras de danza, de cañas con amigos… y el otro día hasta me bebí –oh, Dior mío, hacía tantos años- un par de chupitos de licor de cilantro, que es un poco como la absenta de las Rías Baixas… y me encontré tan bien!!! Me siento rejuvenecida -algo a lo que, no vamos a negarlo, ha contribuido, y mucho, el serum de Kiehls, pero ese es otro tema y ya lo trataremos más adelante, en otro post-, con ganas de hacer planes, de organizar cenas con amigos, de ir al teatro y al cine y a exposiciones y a espectáculos de danza de callejera, y a tomar cañas a bares inmundos y hasta de beberme un chupito de tequila, que mira que hace años, y últimamente me vuelve a apetecer un montón.</div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div> <br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Después llegó el momento de rescatar los pendientes largos, que claro, con el pelo medio corto, medio no, no me veía con ellos, pero ahora, con mi melena corta rizada –falsa, pero rizada- me los veo ideales. Sobre todo cuando me pinto los labios de rojo, que es mi última pasión. Y no rojo, rojo, no, no, no, rojo “desdibujado”, en plan “me acabo de morrear con Ewan McGregor y no me ha dado tiempo de retocarme, perdona”.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-Y7U1Q9OAQok/TeS-11VUbiI/AAAAAAAAEhw/Q8Qm_2sfJTA/s1600/labios+rojos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-Y7U1Q9OAQok/TeS-11VUbiI/AAAAAAAAEhw/Q8Qm_2sfJTA/s320/labios+rojos.jpg" t8="true" width="213" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Esto sí que son unos labios rojos</td></tr>
</tbody></table><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><br />
Cuando creía que superaría el momento beat que me asola, la marea conservadora asoló el país, y a mi me dio por volverme –bueno, siempre lo he sido, máscaras fuera, la verdad- contestataria, y rescaté del altillo los vestidos largos y las cuñas. Yo, la reina del overdressed, del tacón de aguja, del pelo impecable, convertida en una hippy chic de pelo rizo, cuñas de esparto y naturalidad extrema.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Y entonces llegó el post de <a href="http://elarmariodelula-2.blogspot.com/">Lula</a> con esas fotos de Natasha Zupán, y enloquecí del todo. Recordé un post precioso de <a href="http://miss-b.blogs.elle.es/">Miss B</a> hablando de los vestidos años 70 que tanto le encantaban, y tomé definitivamente la determinación de prescindir absolutamente de formalismos en mi vida... porque yo quiero ser divina así, al natural, con mi capazo con asas de piel al hombre y mis labios rojos hasta en la playa, comiendo exquisiteces con deleite, sin usar los cubiertos (no sé por qué yo asocio comer con los dedos a un placer super sensual y muy intenso, soy así de raruna) y cantando en voz alta, y despeinándome a propósito.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-ycBMb_r0A8Q/TeTELyotXxI/AAAAAAAAEiI/0LV9N3mz_NU/s1600/nati.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-ycBMb_r0A8Q/TeTELyotXxI/AAAAAAAAEiI/0LV9N3mz_NU/s1600/nati.jpeg" t8="true" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Le robo la foto a Lula porque ese pelo es El Pelo, y esa sonrisa es perfecta, perfecta, perfecta!</td></tr>
</tbody></table><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"> </div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"> </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Y ya para rematar la jugada, anoche me fui al cine con mi chico y mi mejor amigo, y Midnight in Paris terminó de convencerme. Esa Marion Cotillard flexible como un junco, pero firme, mujer, mujer, con sus curvas y su conciencia de ser deseable, y ese París de los años 20 caótico, desinhibido, interesante, atrayente, creativo. </div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div> <br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: center;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-ENIU2g5SbkA/TeS_bI-7XvI/AAAAAAAAEh0/R1PDhnyO8ac/s1600/19724400_jpg-r_760_x-f_jpg-q_x-20110426_104322.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="213" src="http://2.bp.blogspot.com/-ENIU2g5SbkA/TeS_bI-7XvI/AAAAAAAAEh0/R1PDhnyO8ac/s320/19724400_jpg-r_760_x-f_jpg-q_x-20110426_104322.jpg" t8="true" width="320" /></a></div></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">No me digais que no parece que camina bailando, tan flojita ella, como suelta, y ese bolsito!</td></tr>
</tbody></table> <br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Claro, entre unas cosas y otras, entre las ganas de desmelene que ya acumulo yo misma sin ayuda ajena, los post que he ido leyendo, la peli de anoche, y el enganche monumental que tengo con Boardwalk Empire, pues estoy en estos momentos con una convicción absoluta de que lo que tengo que hacer es dejarme llevar y punto.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-iVyjDo4uYEs/TeTAPFxQTXI/AAAAAAAAEh8/28rrtNs5PjE/s1600/pecas31.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-iVyjDo4uYEs/TeTAPFxQTXI/AAAAAAAAEh8/28rrtNs5PjE/s320/pecas31.jpg" t8="true" width="243" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Le robo esta foto a Miss B, porque la encuentro super inspiradora para el verano!</td></tr>
</tbody></table><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><br />
Total, que me he dicho a mi misma “mira niña, si llevas desde los 5 años ejerciendo impenitentemente de copiona envidiosa profesional, mimetizándote con todo lo que te ha parecido atractivo, no veo por qué vas a tener que cambiar ahora, con la edad que tienes, y con lo bien que te sienta ser una flapper del siglo XXI”.<br />
<br />
Y es que yo el concepto de flapper que manejo no es como el de los demás mortales. Yo veo esas imágenes, escucho esas voces, y veo mujeres tranquilas, seguras de sí mismas y de su feminidad, apasionantes y apasionadas, creativas, inteligentes. Mujeres que no se mueven, se deslizan, y que son como de plastilina.<br />
Y aquí me tenéis, recuperando el blog y de paso mi vida a golpe de soltura y morritos rojos. depuis un aujourd'hui je serai enchanteresse et amusante (y sí, esto he tenido que buscarlo en un traductor, que yo soy generación EGB y ahí se daba inglés, que le vamos a hacer)<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-YmNfjiYLUE4/TeTBBKWM1XI/AAAAAAAAEiA/YqNX7VGqtNw/s1600/ndCole%252520Porter.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-YmNfjiYLUE4/TeTBBKWM1XI/AAAAAAAAEiA/YqNX7VGqtNw/s320/ndCole%252520Porter.jpg" t8="true" width="253" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ese aire despreocupado, esa sensación de que el tiempo no cuenta...</td></tr>
</tbody></table><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><span style="color: purple; font-size: large;">SUENA EN MI I-POD</span></strong>: Pues desde ayer por la noche, incansablemente, uno de los temas de la banda sonora de Midnight in Paris, <strong><em><span style="color: purple;">“Let´s do it, let´s fall in love”</span></em></strong>, de <strong><span style="color: purple;">Cole Porter</span></strong>. Si algún día me caso, quiero bailar ese tema, es una de las nuevas decisiones de mi vida bohemia.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"></div></div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"></div>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com41tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-36310028270665186422010-11-02T19:08:00.000+01:002010-11-02T19:08:15.756+01:00EL GURÚ DE LOS ZAPATOS<b><br />
</b><div><b><br />
</b></div><div><b>Mi zapatero es como un gurú para mi...</b><br />
<br />
<div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TNBSYNASlPI/AAAAAAAAEg0/Vn3ga2MKVUI/s1600/zapatero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TNBSYNASlPI/AAAAAAAAEg0/Vn3ga2MKVUI/s1600/zapatero.jpg" /></a> <a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TNBSYNASlPI/AAAAAAAAEg0/Vn3ga2MKVUI/s1600/zapatero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><br />
</a></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>... por eso, cuando al salir del despacho esta tarde me he pasado por allí para dejale tres pares de maltrechos zapatitos, y me ha contado su teoría humana del zapato, me ha dejado patidifusa.</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Vereis, Roberto –así se llama mi zapatero- es hijo de zapatero y nieto de zapatero... y quién sabe qué más antecesores zapateros tenía este hombre. Regenta una zapatería en el centro de la ciudad, un establecimiento pequeñito y de aspecto cálido y tradicional, donde atiende él en persona.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Yo, que no he nacido en el barrio donde ahora vivo, conocí a Roberto hace unos años, cuando me mudé. Mis relucientes zapatos rojos de ante se quedaron sin tapas, y decidí buscar un zapatero cercano que me los arreglase... y le encontré a él. A penas un mes después, mis botas negras favoritas perdieron firmeza en la cambrena (que resulta que es el arco que los zapatos de tacón forman en la base del pie), de forma que, al pisar, el tacón se escurría hacia atrás y me hacía perder el equilibrio. Le llevé entonces las botas, pensando que me las arreglaría, pero él se negó. <i>“Yo si quieres te arreglo la cambrena, te la refuerzo, te cobro 20 o 30 euros, y en dos meses vuelves y volvemos a empezar, porque no durará más. Tú eliges”</i>, me dijo.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Y elegí. Elegí serle fiel a Roberto y llevarte todos y cada uno de mis zapatos cada vez que, malheridos y agonizantes, pidiesen papas.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Roberto trata los zapatos con verdadero mimo. Despliegas tu cargamento de stiletos sin tapa, botas despuntadas y bailarinas con la suela gastada sobre el mostrador de esa pequeña zapatería y observas como los coge con delicadeza, y los escruta detenidamente. Toca la piel de la puntera, mira con detenimiento las tapas, acaricia el lateral... y luego diagnostica:<i> “necesita tapas y yo le pondría un refuerzo en la puntera. Te los tengo para el viernes”</i>, sentencia.</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Esta tarde he entrado por la puerta de mi pequeña zapatería con mucho trabajo atrasado. Me pasa siempre con el cambio de estación, que, al empezar a calzar nuevamente los zapatos que guardé con mimo seis meses antes, varios de ellos deciden coger la gripe y perder sus tapas, o depellejarse en las punteras. Así que cuando Roberto me saludó con su sonrisa habitual y me preguntó <i>“¿Qué me traes hoy?”,</i> tuve que hacer recuento.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Sobre la mesa dejé mis stileto negros con tachuelas, a los que les falta una tapa desde el pasado viernes, y que empiezan a mostrar debilidad en la suela. También esyaban allí los peep toe azul klein que me compré para la boda de mi amiga Uxía y que adoro con locura, desenado estrenar tapas. Y también mis botas de ante marrón, cuyos tacones flaquean, con la puntera desgastada de tanto “made for walking”.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Roberto sonrió. <i>“¿Pero qué os ha pasado hoy a todas, que habeis venido con el cargamento de la temporada”</i>, dijo.</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Me extrañó el comentario, y le pregunté. Al parecer, la mitad de sus clientas –somos en un 99% mujeres- hemos elegido precisamente este martes para llevarle trabajo. Y, al ver que efectivamente la trastienda estaba rebosante de zapatos, solté mi frase favorita con él.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">“Bueno, ya sabes que no tengo prisa”</span></i>, dije.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">“Ninguna la teneis, esa es mi suerte”,</span></i> aseguró. <span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><i>“Es lo normal en las mujeres que visitan al zapatero”</i></span>.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Y aquí si que ya me pudo la curiosidad... y claro, pregunté... ¿Qué tipo de mujeres visitan al zapatero? ¿las que tienen que arreglar un zapato?</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">“No, en absoluto”</span></i></b>, me explicó mi gurú. <b><i><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">“La cultura del zapatero es la misma que la de la modista o la tintorería. El mundo, de hecho, puede dividirse en dos grupos. Las mujeres que visitan al zapatero, y las que no. Las que sí recurren al zapatero son mujeres fuertes, con carácter, que saben lo que quieren y valoran lo que cuesta. Compran cosas que les gustan, no sólo porque las necesiten, y las cuidan, las miman. Son las mismas mujeres que prefieren comprar en una pequeña tienda que en Zara, o que se compran un vestido una talla más grande porque la suya les queda justa en algún punto, y luego lo llevan a arreglar a la modista, para tener lo que quieren. No es una cuestión de dinero, tengo clientas que me traen zapatos de 20 euros, de 100 euros, y de 800 euros. Es cuestión de dar valor a las cosas, no de los que las cosas valgan”.</span></i></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Al parecer, según asegura mi zapatero, vivimos una segunda juventud de este tipo de mujer, “porque hace una década ninguna mujer traía sus zapatos. Si se estropeaban, los tiraba, y punto. Sin embargo, hace 30 años era una señal de distingción cuidar las cosas, arreglarlas... es señal de que has hecho un esfuerzo para comprarlas, y no quieres perderlas tan rápidamente”.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Me marché dejando allí mis tres pares de zapatos y dándole vueltas al discurso de Roberto, porque... ¿soy yo una de esas mujeres? Soy impulsiva, siempre lo he sido. Lo quiero todo, y lo quiero ya. A priori, no doy el tipo, y sin embargo... sin embargo, hace años que dejo mis zapatos en sus expertas manos. Tengo una modista de mano, que sube bajos, estrecha cinturas y da holgura a las sisas de mis compras, y hasta acostumbro a tener flores frescas en la entrada de casa.</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Me gusta la idea de poner en valor las cosas... y más en esta época fast food en la que damos puerta a todo lo que no funciona como deseamos, sea una televisión, un par de zapatos, o una relación. </span></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394;">¿Qué hacer cuando nuestra pareja no funciona? Pues romper. Nada de intentar arreglar las cosas poniendo en valor lo que significa para nosotros ese “otro”. ¿Y cuando una amiga nos falla? Cest fini, querida, para qué tratar de hablar las cosas. ¿Y si me ofrecen un curro mejor pagado? Ciao, jefe. Sí, este trabajo me gusta más, me importa más, me interesa más... pero en el otro cobro 50€ más, así que...</span></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>He llegado a casa con la sensación de que, efectivamente, soy “esa mujer” que lleva sus zapatos al zapatero, que estrecha sus vestidos cuando adelgaza, que tras una discusión plantea una reconciliación y no una ruptura...</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>... y acto seguido, me he descubierto a mi misma tirando a la basura unas medias con un pequeño enganche y me he dado cuenta de que la diferencia no está entre las personas que tratan de conservar las cosas, y las que no... la diferencia está entre quieres saben cuándo hacerlo<span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">. Y en eso estoy trabajando.</span></b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TNBSlQqWwRI/AAAAAAAAEg4/w-M4jAxmtb4/s1600/disco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TNBSlQqWwRI/AAAAAAAAEg4/w-M4jAxmtb4/s1600/disco.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">SUENA EN MI I-POD:</span></b></span> “<i><b>Old Time Rock&roll”</b></i>, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de<b> Bob Segar</b>, más conocida como la maravillosa BSO de “Risky Bussines”. Un clásico pegadizo y genial!</span></div><!--EndFragment--> </div>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com56tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-71515019493497742812010-10-19T12:16:00.001+02:002010-10-19T12:42:11.634+02:00PALABRAS MÁS... PALABRAS MENOS...<strong>Las palabras… ah! Las palabras… qué invento tan maravilloso, ¿verdad?</strong><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TL1vAOoeRQI/AAAAAAAAEgs/-EWZftKN8lA/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" ex="true" src="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TL1vAOoeRQI/AAAAAAAAEgs/-EWZftKN8lA/s1600/images.jpg" /></a></div><br />
<br />
<strong><em>Hablemos de las palabras, hablemos de hablar. Hagámoslas nuestras, retorzámoslas, juntémoslas, separémoslas irremisiblemente para luego dejar que se toquen de lejos. Juguemos con las palabras, que para eso las hemos inventado.</em></strong><br />
<br />
Para los que, de un modo u otro, nos dedicamos a la comunicación, las palabras son nuestra herramienta primordial de trabajo. Es verdad que hay muchas otras formas de transmitir mensajes –el tono de la voz, los gestos, hay incluso quien dice que el mismo pensamiento... – pero nadie ha encontrado todavía ninguna tan eficaz y práctica como el lenguaje.<br />
<br />
Yo fui educada en un respeto casi reverencial a la lengua… o tal vez debería decir a las lenguas, porque pese a que en mi casa siempre hemos sido castellanohablantes, no es menos cierto que mi padre hablaba correctamente el gallego. De él precisamente he heredado esta querencia por las letras, por el negro sobre blanco.<br />
<br />
<strong><span style="color: #990000;">Haber nacido y crecido rodeada de gente que amaba las palabras me dio la oportunidad de conocer muy de cerca las increíbles capacidades del lenguaje. Las palabras, sueltas, encadenadas, leídas o escuchadas, pueden provocar mil y una reacciones diferentes, y dominar ese entramado, controlar ese poder, me parecía una tarea titánica y al mismo tiempo sumamente interesante. Conocer el poder de las palabras era, en definitiva, conocer y dominar todos los poderes, y a mi el poder siempre me ha parecido de lo más atractivo.</span></strong><br />
<br />
Así que desde muy niña me afané en domar mi propio idioma. Me encantaba –me encanta- leer, y todavía más si cabe escuchar. Recuerdo con claridad los cuentos que mi padre nos contaba a mi hermana y a mi allá en los 80, historias increíbles sobre un “marcianito despistado” que aterrizaba en medio de un cruce semafórico y trataba de sonsacarle información sobre la Tierra a las luces intermitentes del semáforo, sin, evidentemente, ningún éxito. Con los años, aprendí dos cosas importantísimas de esa historia: la primera, que mi padre era un visionario (años después el gran Eduardo Mendoza, reciente Premio Planeta 2010, publicaba “Sin Noticias de Gurb”, y yo volvía a enamorarme de los extraterrestres despistados), y que las historias que el marcianito de mi padre protagonizaba no eran más que la demostración literaria de que, de nada sirve dominar el lenguaje, si no hablamos la misma lengua que nuestro interlocutor.<br />
<br />
<br />
<br />
<strong>Sí, me encanta aprender palabras nuevas.</strong><br />
<strong><br />
</strong><br />
<strong>Sí, me gusta leer textos bien escritos.</strong><br />
<strong><br />
</strong><br />
<strong>Sí, soy la pesada de los tiempos verbales correctos, de los adjetivos adecuados…</strong><br />
<br />
<br />
<strong><span style="color: #351c75;">Y sí, defenderé a capa y espada que los tacos son lenguaje correcto –en según qué momento-, que la lengua es de quien la habla y la vive, y que por muy correctos, cultos y elegantes que seamos hablando, o escribiendo, de nada nos servirá si no nos comprendemos.</span></strong><br />
<strong><span style="color: #0b5394;"><br />
</span></strong><strong>Pero, entonces, ¿dónde está el límite? ¿Cuándo se deja de ser culto, correcto, elegante, para resultar pedante, manido y hortera? ¿Cuándo una expresión deja de ser popular para convertirse en vulgar? ¿Es “cocreta” una palabra? ¿Es “almóndiga” aceptable? </strong><strong>Pues depende, creo yo…</strong> dependerá de quien o quienes se hagan dueños del idioma. Y yo, que presumo de entender las raíces latinas de casi todas nuestras palabras (no todas son latinas, y es curioso, y divertido, notar las diferencias) soy también una gran defensora de la sabiduría del Imperio Romano: <strong><span style="color: #990000;">In medium virtus est. </span></strong><br />
<br />
Del mismo modo que no me parece bien decir “Te voy decir una cosa” o “Yo opino de que deberíamos ir por otro camino”, tampoco creo que hablar como si Quevedo todavía se pasease entre nosotros sea una buena idea. Quizás, sólo quizás, lo elegante, lo correcto, lo verdaderamente eficaz, eficiente y efectivo esté en hablar con naturalidad, pero con corrección. En escribir respetando la gramática y la ortografía, pero sin frases subordinadas de tamaño superlativo que compliquen el párrafo. <strong>Ni comamos “cocretas” ni “almorcemos frugalmente”… seamos, digo yo, sencillamente operativos.</strong><br />
<br />
<strong>¿Seamos mediocres entonces?... pues tampoco es eso, creo yo.</strong> Porque una cosa es ser operativos, hablar y escribir de forma que nos entendamos todos, y otra muy diferente es dejarnos llevar por la desidia y olvidar que las lenguas son algo vivo, en constante movimiento y, en la mayoría de los casos, con un bagaje lo suficientemente interesante como para no emplear sólo un ínfimo porcentaje de su riquísimo léxico. <br />
<br />
<strong>Porque, por el mismo motivo que defiendo la popularidad de las palabras, su pertenencia al pueblo, reconozco el poder que nosotros, como usuarios de esa lengua, tenemos para cambiarla, transformarla, convertirla en algo aún más hermoso y, a la vez, más útil. <span style="color: #351c75;">Así que sí, la lengua está viva, cambia, se mueve… pero no tiene por qué ser necesariamente a peor. Depende de nosotros. Es nuestra. </span></strong><br />
<br />
A esta extraña conclusión he llegado después de que el azar, el destino, la casualidad o los hados, qué se yo, me descubrieran a mi misma que, ni sé tanto como creía, ni tan poco como otros pretenden de lengua. Y todo gracias a los amigos –que es gracias a quienes pasa casi siempre casi todo-. Ellos fueron los que se encargaron de enseñarme nuevas palabras (Gracias A.; “desopilante” y “sicalíptico” han entrado a formar parte de mi particular diccionario… encontraré el momento para utilizarlas, seguro). Y también gracias a ellos comprendí que también yo puedo enseñar palabras nuevas (U., es siempre, siempre, un placer).<br />
<br />
Así que desde aquí comienzo mi particular cruzada por la no vulgarización del lenguaje, y, al mismo tiempo, por su popularización absoluta. Que nadie nos arrebate lo que es nuestro… y que nosotros no emponzoñemos nuestra casa.<br />
<br />
<strong>Cada palabra cuenta… las nuevas, las recién aprendidas, también.</strong><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TL1vDHIth_I/AAAAAAAAEgw/Wvjp8dh1vHo/s1600/disco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" ex="true" src="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TL1vDHIth_I/AAAAAAAAEgw/Wvjp8dh1vHo/s1600/disco.jpg" /></a></div><br />
<br />
<span style="color: #38761d; font-size: large;"><strong>SUENA EN MI I-POD:</strong></span> Pues como no podía ser de otro modo, el <strong>“Palabras más, palabras menos”</strong> de <strong>Los Rodríguez</strong>… porque, una palabra más, o una menos… no son lo mismo.Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com27tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-18996238527692851332010-10-15T11:34:00.006+02:002010-10-15T11:49:49.128+02:00A GRANDES MALES, GRANDES REMEDIOS<strong><em>A igual trabajo, igual salario.</em></strong><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TLgfOz2gDuI/AAAAAAAAEgo/_YptqGCr1xQ/s1600/primera.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" ex="true" src="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TLgfOz2gDuI/AAAAAAAAEgo/_YptqGCr1xQ/s1600/primera.bmp" /></a></div><br />
<br />
Eso gritaban las sufragistas de los años 30, cansadas de ver cómo su trabajo, desempeñado en muchos casos en sustitución de sus maridos, destacados en el frente en La II Gran Guerra, era remunerado por debajo de su valor real.<br />
<br />
<strong><em><span style="color: #cc0000;">Más trabajo, menos salario.</span></em></strong><br />
<br />
<strong>Eso grita el GILIPOLLAS de Díaz Ferrán a quién quiera oirle. El presidente de la patronal (que Dior nos pille confesados) se marcaba ayer esta pedazo de declaración en una comparecencia pública. </strong><br />
<br />
<br />
<em>"Los trabajadores tienen que saber que para mantener su puesto de trabajo, el producto o el servicio que salga de su empresa tiene que ser competitivo. Si no se aumenta la productividad y si no se tienen los costes salariales adecuados, la empresa acaba cerrando y ese trabajador que quiere cobrar más al final no acaba cobrando más que el paro"</em><br />
<br />
<br />
<strong>Aleluya, hermanos, cantemos todos aleluya, amén. </strong><br />
<br />
<br />
Al parecer, mientras gobierno, oposición, sindicatos, empresarios, trabajadores, parados, amas de casa y demás fauna (y flora) nacional e internacional se afanaban en encontrar una solución a la crisis, el hermano Díaz Ferrán tropezaba con el Santo Grial entre las quiebras de Air Comet y Marsans.<br />
<br />
<strong>La solución a la crisis global que vivimos es muy sencilla: sólo tenemos que trabajar más, y ganar menos… y yo me pregunto… ¿todos?. <span style="color: #351c75;">Porque no podemos olvidar que esta verdad absoluta, sólo comparable a la esferidad terrestre, la pronuncia el hombre que ha quebrado dos empresas, dejando, en el segundo de los casos, a miles de empleados en la calle, y en el primero, a miles de empleados en la calle y a cientos de viajeros en el aeropuerto de Barajas, con las cuentas corrientes vacías, pero sin vuelo. Y esto, sin despeinarse, el tío… igual porque es calvo, claro. Y sin perder ni un euro de su(s) cuenta(s) nada, pero nada corriente(s). </span></strong><br />
<br />
Y encima a mi la sentencia en sí misma no me parece tan clarividente. De sobra es sabido que de las crisis se sale trabajando, y a nadie escapa el hecho de que, cuando hay poco dinero, los salarios no crecen. <br />
<br />
O sea, que, a priori, podría funcionar… si no fuese porque, ahora que lo pienso, si los currelas dejamos de cobrar (o cobramos menos), pero los precios no bajan, no sé quién coño va a comprar nada de lo que se produzca, me da igual servicios que productos. <br />
<br />
A no ser… a no ser que la idea de Ferrán sea que los empleados trabajen más cobrando menos, para permitir así que los empresarios ganen más trabajando menos, y sean ellos, esos pedazo de visionarios, los que mantengan la solvencia del mercado.<br />
<br />
Si es que soy una ilusa.<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><strong><em>Yo, que creía que la solución a la crisis pasaba por permitir –o mejor dicho, obligar- a los estados a controlar el mercado bursátil y financiero con leyes férreas contra la especulación.</em></strong></span> <br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><em><strong>Yo, que pensaba que la solución pasaba por reactivar el consumo (y reeducarlo) y creía que eso sólo se podía hacer bajando precios y subiendo salarios… </strong></em></span><br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><em><strong>Yo, que en mi infinita estupidez esperaba que las empresas y bancos responsables de determinadas quiebras, dislates y timos pagasen sus fechorías… </strong></em></span><br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><em><strong>Yo, esta menda lerenda, que consideraba que tal vez, sólo tal vez, los empresarios estarían dispuestos a recortar beneficios (ojo, que no digo a sufrir pérdidas, sino a ganar menos, pero ganar, al fin y al cabo) para poder mantener así los puestos de los trabajadores que cobran 700, 800, 1000 euros…</strong></em></span><br />
<br />
Yo, al parecer, soy una idiota integral de tomo y lomo. Y, por contra, el señor Díaz Ferrán es un visionario capaz de hacernos superar una crisis planetaria que no hemos provocado precisamente lo que cobramos un sueldo medio.<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">A igual trabajo, igual salario, gritaban las feministas de los años 30.</span></strong><br />
<br />
<strong><span style="color: #0b5394;">Menos salario y más trabajo, gritaba ayer el presidente de la patronal.</span></strong><br />
<br />
<br />
<br />
<strong><span style="color: #38761d;">Menos gilipolleces y más mea culpa, deberíamos gritar todos los demás.</span></strong><br />
<br />
<br />
<br />
<strong>Hay que joderse con el visionario de los huevos, cómo han cambiado los gritos de guerra, madre mia.</strong><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TLgfJqHGSZI/AAAAAAAAEgg/lDr3JAgB_2M/s1600/disco.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" ex="true" src="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TLgfJqHGSZI/AAAAAAAAEgg/lDr3JAgB_2M/s1600/disco.bmp" /></a></div><br />
<br />
<br />
<strong><span style="color: #38761d; font-size: large;">SUENA EN MI I-POD: </span>Mike Farris, Mike Farris, Mike Farris</strong>… desde que el viernes pasado viví su directo de la Sala Capitol no sé –ni puedo, ni quiero- escuchar otra cosa. Qué pedazo de voz, qué pedazo de sonido, qué directo, qué ritmo. Y pensar que iba a perdérmelo…Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com32tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-75076166802175927602010-09-24T13:55:00.002+02:002010-09-24T13:55:54.099+02:00HOLLYDAYS, HERE WE GO!!!<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>Hay vacaciones y VACACIONESQUETECAGAS…</strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TJyQv3hv4YI/AAAAAAAAEfw/GakxypPlXvM/s1600/viaje.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" px="true" src="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TJyQv3hv4YI/AAAAAAAAEfw/GakxypPlXvM/s1600/viaje.bmp" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"></div><br />
<br />
Servidora empieza unas de las segundas en… pues en nada… vamos, que estoy en plena cuenta atrás, oye –cinco, cuatro, tres, dos, uno…-. El lunes aterrizo en los madriles para cenar con mi hermana y mis amigos capitalistas –o sea, de la capital-, que tenemos muchas cosas buenas que celebrar, y luego ale, a vivir que son dos días.<br />
<br />
Bueno, en realidad no son dos… son algunos más, porque cruzar el charco para dos días es un poco tontería… que sí hay que ir se va, oye, pero ir pá ná… pues eso.<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">Mi chico y yo nos vamos a Cuba.</span></strong><br />
<br />
<em><span style="color: #351c75;">(Ahora es cuando unos me cuentan lo bien que se lo pasaron allí, otros me dicen la envidia que me tienen, y un tercer grupo intenta sacarme de mis casillas hablándome de toda la miseria y tristeza que voy a ver, y me insisten en que ellos jamás escogerían este destino)</span></em><br />
<br />
<strong>Cuba era “nuestro destino”. Cuando nos conocimos, hace la friolera de siete años, planeamos un viaje a Cuba que nunca se produjo. Nos quedamos en paro, encontramos otros trabajos, nos fuimos a vivir juntos… y Cuba siempre siguió ahí, en nuestras cabezas.</strong><br />
<br />
Era nuestro destino soñado, pero no en el sentido convencional: nada de sol y playa en Varadero… nosotros queríamos ver Santiago y La Habana, y los pueblos del centro, y Bahía Cochinos y Guantánamo… y escuchar el dulce acento isleño mientras bebíamos ron al atardecer en un chiringuito en medio de ninguna parte.<br />
<strong>Llegamos a planear el viaje completo hace cinco años, pero en el último minuto Don Dinero se interpuso entre nuestro camino, y tuvimos que cambiar el destino por otro que no desvalijase nuestra entonces todavía más exigua cuenta corriente. El elegido fue Turquía, nuestro primer gran viaje juntos</strong> (si obviamos nuestra escapadaza a Lisboa, que fue estupenda, por otro lado).<br />
Estambul abrió nuestro apetito viajero, y ya no pudimos parar. <br />
Al año siguiente, con Cuba en el cajón por falta de recursos, optamos por una escapada a Budapest, una ciudad maravillosa que nos duró poco pero a la que volveremos algún día. <br />
<br />
Tras Budapest, vino Londres, y tras Londres, una escapada en coche por el sur peninsular de la que guardo un recuerdo especialmente agradable… como cálido.<br />
<br />
El año pasado, un año rarro, rarro, rarro, en el que ya dábamos por perdidas las vacaciones, terminamos por escaparnos a Tallin durante una semana, acompañados de un amigo. Fue un viaje maravilloso, divertido, ocurrente… lleno de anécdotas que contar y del que volvimos cargados de fotografías y de energía.<br />
<br />
<span style="color: #351c75;"><strong>… y así llegamos hasta el 2010. Lisboa en enero, Estambul en octubre, Budapest en febrero, Londres en febrero, Andalucía en diciembre, Tallin en noviembre… coño, es que parece que perseguíamos el frío!!</strong> </span><br />
<br />
Así que este año, un año de cambio, un año de inflexión y de asentamiento, un año en que nos merecemos las vacaciones más que nunca si cabe, nos hemos liado la manta a la cabeza. <br />
<br />
Tenemos el tiempo –robado, ganado, atesorado a base de horas extras y fines de semana sin librar-, y tenemos el dinero –sólo ese, y ni un céntimo más… pero igual mañana palmamos, así que oye, para morir la más rica del cementerio…-. Así que hace un par de semanas nos pusimos en contacto con una agencia de viajes, planteamos nuestro itinerario, nuestro presupuesto y nuestras fechas… y ayer recogimos el fruto de un año de espera.<br />
<br />
<strong>El lunes P. y yo nos vamos a Cuba. Una semana de viaje visitando la isla de la que salieron los cocktails (una bebida que ofrecían los nativos a los visitantes y conquistadores, hecha a base de ron y zumos, y adornada con una pluma de gallo, de ahí su nombre). Aterrizaremos en Santiago, volaremos luego a La Habana, y entre medias nos empaparemos de los colores, los olores, los sabores y el sonido de nuestro destino soñado. Con él cerramos una etapa y abrimos una nueva, en la que nuevos destinos soñados empezarán a llenar nuestro cajón de viajes pendientes.</strong><br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">Volveré a mediados de octubre con mil nuevas historias que contar y con un color envidiable, que para algo me voy al Caribe… de la resaca de mojitos ya hablaremos otro día.</span></strong><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TJyRGFO39GI/AAAAAAAAEf0/poVlezMecGU/s1600/disco.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" px="true" src="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TJyRGFO39GI/AAAAAAAAEf0/poVlezMecGU/s1600/disco.bmp" /></a></div><br />
<br />
<strong><span style="color: #38761d; font-size: large;">SUENA EN MI I-POD:</span></strong> “<strong><em>Habaneando</em></strong>”, la BSO de “<strong>Habana Blues</strong>”, una película de la que he acordado mucho estas últimas semanas, tanto como de “<strong>Lista de Espera</strong>”, una cinta que me hizo desear visitar Cuba más que cualquier otro destino en el mundo. <strong><span style="color: #274e13;">Disfrutad de mi ausencia y portaos bien… o no.</span></strong>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com17tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-47685022798109804682010-09-13T18:03:00.000+02:002010-09-13T18:03:01.095+02:00LADY TALADRO<!--StartFragment--> <br />
<div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>El otro día, charlando con Pinkocha, nos dimos cuenta de que con la llegada del otoño ambas padecemos la llamada Fiebre del Nido, esa enagenación mental transitoria que te impulsa a reorganizar el apartamento hasta el hastío, pensando, posiblemente, que tendrás que pasar encerrada en él buena parte del laaaaaaargo invierno gallego.</b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TI5J3DDrhDI/AAAAAAAAEfY/8LmYwXlV8wY/s1600/taladro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TI5J3DDrhDI/AAAAAAAAEfY/8LmYwXlV8wY/s320/taladro.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">El caso es que yo padecí el peor ataque de esta fiebre en el invierno pasado, tras la muerte de mi padre, y aprovechando que mi ataque de reorganización coincidía con la renovación del contrato, pues mi santo y yo le dimos una vuelta a la casa de la que no sólo no me arrepiento, sino que estoy más orgullosa cada día que pasa.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Aún así, y pese a la semana y media que nuestro apartamento estuvo manga po hombro, quedaban algunas cosas por pulir que fueron puestas en orden este fin de semana: una nueva mesa de estudio para la edición, unas estanterías en la sala, un nuevo estante en la ducha, más cómodo y funcional... Así que el sábado por la tarde cogí mi taladro, mi atornillador eléctrico y mi disco de grandes éxitos de los 90 y me propuse a mi misma demostrar que, yes, we can, mi herencia materna existía.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Sí, sí, digo herencia materna, y no paterna, porque en mi casa la manitas era mi madre, una señora como la copa de un pino con un síndrome de la Fiebre del Nido peor que el de toda la población femenina de España junta y embarazada a la vez en septiembre... terrible!!!</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Mi madre era una persona adicta a los cambios. Le gustaba su casa, le gustaba llenarla de gente y de ruido, pero le gustaba todavía más cambiarla cada dos por tres. Así que era relativamente fácil que te marchases de fin de semana con las amigas y, al regresar, tu habitación se hubiese transformado en la cocina, la cocina fuese la sala, y en la sala hubiese un armario empotrado nuevo. Ella era así. </b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">De hecho, era “tan así”, que las vajillas en mi casa prosperaban como los champiñones, gracias en buena medida a las tiendas low cost que se multuplicaron entre los 80 y 90 en España, donde una nueva vajilla costaba lo mismo que un pack de yogures de los caros. Así que mi madre pasaba por delante de los escaparates, veía aquellas vajillas de colores, y se las traía a casa adoptadas, acompañadas de un mantel a juego y un nuevo juego de vasos con colorines. Esa noche compraba la cena precocinada en El Corte Inglés –no me pregunteis por qué allí-, y cenábamos todos juntos estrenando una vajilla que, en unos meses, dejaría de ser novedosa y por tanto pasaría a ser nuevamente sustituida. Porque hay que variar, decía ella.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Su tendencia al rediseño casero era divertida, lo reconozco, pero también altamente desconcertante. En mi casa no te podías dejar caer sin más en el sofá al llegar del colegio, porque corrías el riesgo de que en lugar de sofá hubiese, por ejemplo, una mesa de café, y te partieses el coxis al dejarte caer sin mirar antes. </span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Esa tendencia a la reorganización, síntoma inequívoco, me dijo una vez uns psicólogo, de terror por la monotonía y la rutina, la hemos heredado los tres vástagos más o menos por igual, con algunas diferencias... al igual que hemos heredado la tendencia estétitca de mi madre, que daba una importancia muy fuerte al hecho de que muebles, toallas, vajillas y casa en general estuviesen, además de ordenadas, coordinados y conjuntados.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Pero dejadme que os ponga un ejemplo de hasta que punto mi madre padecía el efecto Fiebre del Nido hasta límites insospechados.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Cuando yo tenía unos 13 años más o menos, no recuerdo cómo, la mesita del café del salón se rompió. Mis padres, como buenos hijos de su geneación, tenían en casa un salón que en teoría no debería haberse usado más que para las visitas, y que en el práctica acumulaba mis deberes, las consolas de mi hermano, las lecturas de mi padre, los ensayos de ballet de mi hermana, las tardes de calceta de mi madre, mil horas de tele familiar viendo Médico de Familia y como un kilo de babas fruto de las millones de siestas en sus sofás. </span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">El caso es que ese salón tenía, 14 años después de la boda de mi padres, todavía los mismos muebles que les habían regalado por la boda. Todos a juego, todos clásicos, todos macizos... pero aquella mesita de centro se rompió, y mi madre optó por acercarse en la hora del café a una conocida tienda de muebles del centro de la ciudad y comprar otra... una que, por supuesto, pudiesen servirle esa misma tarde.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Cuando la nueva mesita llegó y mi madre la vio colocada en el centro del salón, se llevó una gran decepción. La madera no hacía juego con el resto de los muebles, como ella había planeado, el dibujo no se parecía nada al del resto de la sala y el cristal del centro era un poco más oscuro que las puertas del mueble grande... un completo desastre. </span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Pero ella, que era todo optimismo, sencillamente dijo “vaya por dios... tendré que pasarme mañana por la tienda”... </span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Cuando al día siguiente mis hermanos y yo llegamos del colegio, TODOS los muebles de la sala hacían juego... PORQUE TODOS HABÍAN CAMBIADO!!! ¿Por qué devolver una mesita que le gustaba sólo porque no hacía juego con el resto?... no, no, ella cambiaba el resto, y a tomar por culo!!! ¿Poco práctico? Tal vez, pero... cómo molaba!! jajajaja</span></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Así que cuando el sábado me vi a mi misma con el talador, agujereando los azulejos de la ducha para colocar una nueva estantería en ella “solo porque me gusta más que la de antes”, de repente recordé toda la historia del salón y de mi madre y sus muebles para arriba y para abajo y pensé. “oh, dios, es verdad que heredamos lo peor de cada progenitor”... algún día os contaré que es lo que he heredado de mi padre... preparaos... </span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><o:p><br />
</o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><o:p><br />
</o:p></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TI5KyUcgUJI/AAAAAAAAEfo/igecdGOtg14/s1600/disco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TI5KyUcgUJI/AAAAAAAAEfo/igecdGOtg14/s320/disco.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">SUENA EN MI I-POD</span></span>: “Ella siempre quiere más”</b>, de <b>Los Rebeldes,</b> una canción que me obliga irremediablemente a bailar y cantar delante del espejo... ya sabeis, cosas de la herencia genética.</span></div><!--EndFragment-->Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com25tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-66786028181802013232010-08-28T18:30:00.000+02:002010-08-28T18:30:20.389+02:00LUJURIA<!--StartFragment--> <br />
<div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Anoche no salí. </b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><o:p><br />
</o:p></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/THk4kUuuiqI/AAAAAAAAEfI/MAS3JQVUDRU/s1600/lujuria.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/THk4kUuuiqI/AAAAAAAAEfI/MAS3JQVUDRU/s320/lujuria.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Estaba cansada. Cené algo con P. y él bajó a tomar unas cañas con unos amigos mientras yo me arrellanaba en la cama con mi novela y mis pocas ganas de hacer nada.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Al terminar el primer capítulo fui al baño, y en el camino de vuelta no pude evitar acercarme al ordenador para comprobar el correo (¿¿pero quién coño escribiría algo a la 1 de la madrugada??), y de paso, las actualizaciones de los blogs que sigo...</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>...y ahí estaba, </b><a href="http://quitebrown.blogspot.es/"><b>QuiteBrown</b></a><b> había actualizado hablando de manías </b>(yo no tengo, eh, casi ninguna vamos... solo un millón), y cerraba su post con un tema que no había escuchado nunca.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Clické el link... ¿cómo no hacerlo? Y al instante la voz sensual de Carlos Tarque me arrebató el sentido cantándome suavemente “Sólo quiero despertarme contigo”... y me rendí</b>.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Tal vez sea un tema romántico, puede que sí lo sea... yo no lo vi así. Para mi, era un canto a la sensualidad más desatada que me provocó mariposas en el estómago y ganas de pintarme los labios de rojo. Me volví consciente del tacto de la seda sobre mi cuerpo y del aire cálido de la noche, y de repente tuve sed. Fui a la nevera a por un vaso de agua helada, y me pareció tan agradable el tacto en mis labios que no pude parar de beber... ese es el efecto que provoca en mi la música.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Cuando tienen15 años todas las niñas son princesas. Quieren un amor que salte muros para rescatarlas y un padre de familia que las mire con arrobo mientras mecen la cuna del pequeño, que las bese con dulzura y les susurre al oido palabras de amor, piropos perfectos “eres tan bonita” “eres preciosa”... </b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Yo no.</span></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Yo quería un amor arrebatado que saltase el muro para pasar una noche en vela conmigo sobre una cama desordenada, que me viese como una amante que jamás haría su perfecta esposa, que me mordiese el cuello y me hiciese aullar, mezcla de dolor y desmayo... yo no quería ser guapa, yo quería ser irrefrenable, como el deseo que ansiaba provocar.</span></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">A los 15 años, todas querían ser princesas... yo quería ser la amante del rey.</span></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Con los años, he asumido e incluso amado mi desatada querencia por la sensualidad. No concibo el amor sin sexo, y no hablo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>solamente del acto en sí mismo. Creo en el poder de los sentidos, en la catarsis de la caricia y en esa enajenacion mental que provocan los roces inesperados y concupiscentes.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Creo que estamos hechos para desearnos y tocarnos, para besarnos, para mordernos... creo que no hay fruta más sabrosa que la boca entreabierta de la persona deseada y creo que entre el dolor y el placer hay una linea muy fina que a veces –sólo a veces- debe cruzarse sin mirar atrás.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Para mi la sensualidad no reside sólo en el gesto manido del beso en los labios, del sexo placentero... una palabra a tiempo, una voz estremecedora, esa mirada de aviso “ten cuidado... me gustas”... pueden ser mejores que mil polvos, que un millón de orgasmos... pueden convertirte en mantequilla. Blanda, maleable... derretirte.</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Una vez una amiga me dijo “tú yo somos más sexuales que hermosas, y debemos asumirlo”... no me costó nunca dar el paso, reconocer que no soy guapa, pero sí atractiva, que puedo no ser hermosa, pero sí deseable... porque soy capaz de hablar con esos gestos, con ese roce... con la mirada.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Y tal vez por eso, por mi propia comsciencia del poder de la piel, soy parca en roces vanos. No cojo la mano, no beso, no camino agarrada al brazo de mi partener... esta no soy yo. Guardo mis roces, conscientes e inconscientes, para poder sentirlos como los viví cuando descubrí que la piel era algo más que lo que cubría el cuerpo. </span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Amo esa sensación de sentirme viva a través de mis sentidos, notar como un susurro me eriza la piel de la nuca y me provoca un escalofrío cálido y suave. La sensación que me provoca robar una mirada traviesa, una sonrisa despistada, esa lengua que busca humedecer un labio seco, que en realidad rebosa de palabras. Ese instante, sólo mio, en que descubro un sonido, un acorde, un roce lejano, que hace saltar el corazón y el vello al compás de un ritmo que nadie más escucha... Eso que yo llamo estar vivo, y que otros llaman lujuria.</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Durante algún tiempo, mi desatada querencia por la sensualidad, por la concupiscencia, por el roce de la piel, me llevó a creer que yo no era, sencillamente una mujer destinada a ser amada. Con los años, he aprendido que mi profecía era falsa. El amor y el sexo, al menos en mi vida, han ido siempre de la mano aunque no siempre en la misma dirección, y del mismo modo que he aprendido a vivirlos separados, he apendido a desearlos juntos.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b>Así que esta tarde, con permiso de los internautas, he abierto mi portátil para escribir este post personalísimo, desnudo y radical. No pido que lo comprendais, pero sí que probeis... tal vez si dejásemos de ponerle trabas al cuerpo, empezaríamos a comprenderlo con la mente.</b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/THk4kD11G3I/AAAAAAAAEfA/dqbxP4rNnlk/s1600/carlos+tarque.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/THk4kD11G3I/AAAAAAAAEfA/dqbxP4rNnlk/s320/carlos+tarque.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><o:p><br />
</o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">SUENA EN MI I-POD:</span></span></b> No podía ser de otro modo, con permiso de <a href="http://quietbrown.blogspot.es/">QuiteBrown</a>, robo su enlace y pongo a este post la banda sonora que lo inspiró. La voz de Carlos Tarque y su “sólo quiero despertarme contigo”</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><!--EndFragment-->Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com35tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-30225523347434447192010-08-16T15:31:00.000+02:002010-08-16T15:31:29.256+02:00CUADERNO DE BITÁCORA<!--StartFragment--> <br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><br />
</b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="GL"><b>Diario de a Bordo</b></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TGk70kNLHRI/AAAAAAAAEeI/DWpEsnwbiYE/s1600/35944_1578367139653_1249881903_31576979_2075030_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TGk70kNLHRI/AAAAAAAAEeI/DWpEsnwbiYE/s320/35944_1578367139653_1249881903_31576979_2075030_n.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394;">Miércoles 11 de agosto. </span></b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>16:00 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i>Ely está de cumpleaños y está planteándose celebrarlo por todo lo alto, alquilando un velero para pasar el día en alta mar</i></b>. Me ha llamado para preguntarme si me apetece el plan, y como soy coruñesa, o sea, de puerto de mar, e hija de un escritor y de una aparajeadora, llego a la conclusión de que llevo el mar en los genes y le digo que sí, que claro. Con dos cojones.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Al colgar caigo en la cuenta de que no he montado en velero en toda mi vida, y de que mi paseo en ferry hasta Tanger no resultó demasiado agradable... pero evidentemente ignoro toda señal de prudencia, que para eso soy de estirpe de lobos de mar... o algo así.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #0b5394;">Viernes 13 de agosto. </span></b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>19:00 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Aún no tenemos el regalo de Ely, pero ya tenemos claro que embarcaremos el domingo a las 18:00. Llevo dos días pensando qué ponerme, porque claro, ir en velero no es como quedar de cañas. La cosa queda muy limitada por la prohibición expresa –por sentido común, básicamente- de llevar tacones. No sé si plantame un vaquero y las converse o elaborar un estilismo marinero a los Audrey Hepburn... aunque para eso debería hacerme con una pamela...</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Domingo 15 de agosto, </span></b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>11:00 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">El teléfono suena repentinamente. Ely, al otro lado de la línea, reconvoca la quedada marinera. En lugar de salir a las 18:00 saldremos a las 15:00... <i><b>mierda!!! ¿Los puestos hippies donde pensaba comprar mi pamela estarán colocados antes de mediodía?</b></i></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>15:00 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Ely, Noa, Pinkocha y yo –bueno, y “ellos”- nos encontramos en el muelle deportivo de Coruña. Ely se ha encargado de pertrecharnos con sandwiches ad hoc, empanada de zamburiñas y de atún –muy marineras ambas- y patatas fritas, que no sé muy bien si son marineras o no. También lleva brownie, muy práctico en alta mar. De beber nos hemos traído agua –innecesaria, creo yo, en medio de un océano lleno de ella-, cervezas y cuatro litros de cosmopólitan, con sus copas de martini y todo. Porque si hay que ir, se va, pero en condiciones. <b><i>De la biodramina no se ha acordado nadie, porque no es imprescindible, evidentemente.</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>15:30 horas</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Chenique, nuestro capitán, ha decidido enseñarnos a navegar, algo a todas luces imposible, pero como nos cae muy majo y no queremos que nos tire por la borda le hacemos bastante caso. Pinkocha coge las riendas del timón y el amante esposo de Ely se encarga de las velas. Damos dos vueltas e círculo sobre nosotros mismos antes de salir del muelle, pero no hemos volcado, oye, que es todo un avance.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i>Ely nos hace notar a todos que nunca había visto el Castillo de San Antón desde esta perspectiva.</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>16:00 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Pinkocha continua guiando el barco... pero no sabemos hacia donde. J. se ha empeñado en que el truco para timonar bien en anticiparse, pero como no sabemos a qué, pues no podemos hacerle caso. <b><i>Volvemos a pasar por delante del Castillo de San Antón, aunque un poco más a la derecha –o estribor- o Ely decide que, desde esta perspectiva, tampoco lo había visto, cosa que comenta para que quede constancia.</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>16:30 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">A<b><i> estas alturas debemos estar ya por las Azores o así. </i><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">E</span></b>l timón está en manos de J. que ha decidido que las olas, mejor saltarlas, así que teniendo en cuenta que soplan más de 20 nudos de viento y que no tenemos ni puñetera idea de navegar, no tengo muy claro que esto no zozobre.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">El barco se escora por momentos. Empiezo a creer que deberíamos habernos acordado de la biodramina.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>16:45 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Una ola gigante no quiere someterse a J. y decide pasarnos por encima. Estamos empapados.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>16:50 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Pues parece que hay más de una ola rebelde, fíjate...</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>17:00 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><i><b>Mira, pues ahora sí que estoy segura. Deberíamos habernos acordado de la biodramina.</b></i></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>17:30 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">El capitán –el de verdad, el que tiene título y sabe navegar- he decidido que no es un buen día para lanzarnos a alta mar. Hace, dice, demasiado viento y el mar está revuelto. Regresamos a la bahía y ponemos rumbo a Mera.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>17:45 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Botamos ancla en la playa de Mera, algo aturdidos pero sobre todo hambrientos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nuestra anfitriona empieza a sacar los manjares mientras los demás nos tumbamos al sol y brindamos por su mayoría de edad (¿os he dicho que cumplía 18?). Los sandwiches vuelan y la empanada más. Los hombres se han lanzado a por las cervezas, pero nosotras, que somos muy nuestras, preferimos el cosmo preparado por Pinkocha y servido con esmero en las copas de cristal. <i><b>El capitán decide probar el brebaje y aprueba su consumo... de hecho, lo aprueba y lo fomenta, pimplándose él mismo un par de copazos. Nos preocupa un poco el tema regreso, pero como ya vamos un poco maracas, no pensamos con claridad y nos dejamos llevar.</b></i></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>18:30 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Hemos entregado los regalos –ideales, como la anfitriona- y hemos soplado las velas de la tarta. Ely y su amante –uy, perdón, marido, marido- se ausentan en la lanchita. Él rema y ella toma el sol. Ideales, la verdad.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>19:00 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><i>Pili y Mili... perdón, J. y P., no quieren ser menos que Ely y L. y montán también en la barca.</i></b> Se cruzan con unos niños de 7 años que les adelantan tranquilamente mientras ellos resollan. Regresan a bordo abochornados, pero en menos de 10 minutos vuelven a lanzarse a la aventura. De nuevo pierden en el pique con los infantes, mientras que estos piden asilo en el barco de sus padres al grito de “papá, papá, nos vamos ya? Esos señores de la barca nos persiguen”. <b><i>Como no quieren volver a bordo como unos perdedores, se paran en una cala y cogen 5 kilos de minchas, pero a cambio se dejan allí media espalda, una mano y parte de la uña del dedo gordo del pie. Hernández y Fernández... perdón, P. y J., creen que han ganado, no les digais nada.</i></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>20:00 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Estamos empezando a hartarnos de Amaia Montero. Decidimos pedirle al capitán que cambie el disco y nos ponga lo que sea: bachata, Luar na Lubre, Milikito... a cambio le ofrecemos otro cosmo, pero dice que no quiere beber más . Optamos por tomarlo como un síntoma de sensatez, y no de embriaguez... pero no estamos muy seguros.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>20:30 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Hay una luz estupenda y P. ha traído la cámara. Decidimos improvisar un posado al más puro estilo Obregón y nos encaramamos a proa dispuestas a sonreir y saludar... quedamos tan, pero tan monas, que posamos durante más de media hora. El barco nos sienta tan bien...</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>21:00 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Está empezando a ponerse el sol, así que decidimos recoger nuestro campamento y zarpar rumbo a puerto. Queremos ver anochecer en alta mar.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>21:30 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Ely lleva el timón, y no lo hace mal, la verdad. Parece que el regreso será mucho más tranquilo que la ida. Al menos si no dejamos a J. coger el timón de nuevo.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>22:00 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Definitivamente hay menos viento y el mar está más tranquilo. Bromeamos mientras J. el de Noa (no confundir con J. el de Pinkocha) coge el timón y trata de dirigirse a puerto.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>22:15 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">El sol se pone mientras pasamos por detrás del Castillo de San Antón, está vez en una perspectiva similar a las anteriores pero iluminado. <i><b>Ely descubre que nunca había visto el monumento de esta forma y nos los comenta... empezamos a sospechar que Ely nunca había visto el Castillo de San Antón... y punto.</b></i></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><u>22:30 horas.</u></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL">Desembarcamos en la dársena tostados por el sol, tocados por el salitre y con los ojillos brillantes por la emoción... y por los cosmos, claro. Nuestro día en el mar ha terminado y toca retirarse a descansar. <b><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Ely, definitivamente te has superado!!! Feliz Cumpleaños, sirena!!</span></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TGk9hkHeMGI/AAAAAAAAEeQ/lDLeW-kv-1M/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TGk9hkHeMGI/AAAAAAAAEeQ/lDLeW-kv-1M/s320/images.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;"><br />
</span></span></b></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="GL"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">SUENA EN MI I-POD</span></span></b>: “<b><i>La del pirata cojo</i></b>”, de<b> Joaquin Sabina..</b>. ¿qué si no?</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><!--EndFragment-->Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com21tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-90856388420129138092010-08-05T13:56:00.001+02:002010-08-05T14:12:43.215+02:00CUANDO EL ROCK&ROLL CONQUISTÓ MI CORAZÓN<div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em><span style="color: blue;">Cuando tenía 7 años me regalaron mi primer disco LP. Era un recopilatorio de Loquillo y los Trogloditas, que llegó a mis manos de las manos de mis tíos. En la portada, un enorme perdonavidas con tupé posaba sobre un fondo negro. Cuando lo hice sonar, “María” inundó mi cabeza y asoló mi corazón. Ya nunca más volví a tener 7 años… ni falta que hacía. Esto es lo que pasa “cuando el rock&roll conquistó mi corazón”.</span></em></strong></div><br />
<br />
<br />
<br />
<strong>Hay días que merecen la pena, noches que bien valen el madrugón siguiente. Porque a veces la vida merece la pena ser vivida.</strong><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TFqlo0ot55I/AAAAAAAAEeA/C1n6ho5C3bU/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" bx="true" src="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TFqlo0ot55I/AAAAAAAAEeA/C1n6ho5C3bU/s320/images.jpg" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"></div><br />
Sientes ese cosquilleo extraño que te impulsa a sonreír sin sentido y sin motivo, sin por qué… pues porque sí, y punto. Y, cerveza en mano, amigo en la otra, la primera fila te espera y el corazón late más fuerte, pero ralentizado.<br />
<br />
<strong>Anoche volví a enamorarme</strong>. Volví a la arena de los primeros besos y las miradas cómplices. Volví a perder la voz y las llaves de casa… total, no quería ni necesitaba ninguna de las dos.<br />
<br />
<strong>Suena el primer rasgueo de guitarra y sientes que se te eriza la piel de la nuca, como si el hombre de tu vida estuviese respirando pausada y sensualmente a tu espalda. Cierras los ojos y ves pasar a una niña con un comediscos en la mano y una Superpop en la otra, y al abrirlos, eres ella.</strong><br />
<br />
Hay 10.000 personas bajo la fina lluvia de agosto pero yo solo veo el escenario, mi pasado, mi presente, mi futuro… y a ti. Es lo que tiene el Rock&Roll, que es capaz de conseguir que 10.000 almas sean una. Todos fuimos anoche Rock&roll Stars. <br />
<br />
La actitud lo es todo. Por eso, como los guerreros que se saben victoriosos antes incluso de librar la batalla, arrancó el directo con un tema que bien podría haberlo cerrado… “¿no está empezando un poco fuerte?”… Nunca. Nada es mucho cuando el espíritu es libre… no te ates a mi, que soy ave de paso… “no hables de futuro, es una ilusión”…<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><em><strong>Otro acorde, y me da un vuelco la cabeza. “Espero que estés en la playa, porque está sonando María, y te la está dedicando”…</strong></em> Pero yo ya sólo veo tus ojos y ese flequillo irreverente que te caía sobre ellos cuando nos conocimos. Nunca fuimos perfectos. pero en aquel momento, “por un instante… la eternidad”. Nunca aprendiste lo que quise enseñarte, y yo me cansé de demostrar cada día que ya no era frágil, pero tampoco fuerte… Me tiemblan las piernas y sonrío como una idiota. No me importa.</div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Pasan los temas y se suceden los momentos. Cruzo una mirada con uno de mis compañeros de fatigas musicales… no hace falta más. Ambos sabemos que ese acorde es indiscutible. Volvemos la mirada al escenario y el corazón a una actitud casi olvidada. Porque la vida, esa cosa que a veces nos pasa por encima y otras veces simplemente pasa de largo, se empeña en encauzar los torrentes, y estos, queramos o no, siempre terminan por desbordarse. </div><br />
<strong>Huelo a salitre y cerveza, a noches eternas y mañanas perdidas deambulando en busca de la oportunidad que dejaste escapar. A actitud rebelde, a solidaridad de amigos encontrados. Huelo a mi misma, y me encanta.</strong><br />
<br />
Y cuando ya no puedo más, cuando la noche se ha hecho inolvidable, cuando ayer es hoy y no hay mañana, el desgarrado grito de una estrella que siempre fue mi osa mayor particular hace su trabajo, su particular alquimia.<br />
<br />
<strong>Vuelvo a casa enajenada, más despierta que nunca, pero soñando igualmente. Y allí estás tú, que no fuiste pasado, que no estabas presente… que siempre has estado. El futuro… es una ilusión. Y las ilusiones son el motor que mueve el mundo, siempre hacia delante… “en la autopista”.</strong><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TFqloQ7coHI/AAAAAAAAEd4/LjFmLD8TZ0Q/s1600/2.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" bx="true" src="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TFqloQ7coHI/AAAAAAAAEd4/LjFmLD8TZ0Q/s320/2.bmp" /></a></div><br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><span style="color: #38761d; font-size: large;">SUENA EN MI I-POD:</span> Lo que vosotros queráis</strong>, hoy lo dejo a vuestra elección. Colocad en este espacio ese tema, el que sea, que os eriza la piel, que os hipnotiza y desquicia, ese tema que hace que una mirada sea todo lo que necesitas, que hace que vuelvas la cabeza sin pudor, con ese halo de misterio y supremacía que solo tenemos cuando nos sabemos deseados. </div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Yo, personalmente, dejaré que suenen en mi cabeza los acordes del directo que anoche dieron Exit, Carlos Childe y Loquillo en Riazor. <strong>Porque hoy más que nunca soy un 90% música. </strong></div>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-68655428133693665832010-08-02T10:37:00.000+02:002010-08-02T10:37:31.075+02:00EL ARMARIO CLONADOR<strong>Creo que a estas alturas de mi vida puedo afirmar con rotundidad que mi armario nunca dejará de sorprenderme.</strong><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TFaCc8-zz3I/AAAAAAAAEdo/UVdC0ZmVOtY/s1600/camiseta.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" bx="true" src="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TFaCc8-zz3I/AAAAAAAAEdo/UVdC0ZmVOtY/s320/camiseta.bmp" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"></div><br />
<strong>Resulta queridos lectores que mi adorado vestidor, es, además de ese sitio donde atesoro mis trapitos y zapatos (los que no adornan los zócalos por falta de espacio, claro), una especie de cápsula marciana capaz de hacer que las prendas se reproduzcan entre ellas.</strong><br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Sí, sí, tomáoslo a chufla si queréis que me da igual. Os reto a que estéis presentes en mi próxima limpieza armaril y comprobéis como, por arte de magia, de los más oscuros recovecos del vestidor emergen prendas que no existían antes. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>La única pega es que, de momento, este afán clonador está sin perfeccionar, y sólo he logrado que mi vestidor multiplique las camisetas más feas de la historia, las minifaldas desterradas en la post-adolescencia y algún que otro vaquero desteñido. Pero todo se andará…</strong></div><br />
De esta cualidad cuasi mágica de mi armario me di cuenta el pasado sábado casi por casualidad. Después de hacer un par de gestiones laborales, y dado que la mañana no tenía una pinta demasiado playera –aunque no hacía malo, sólo estaba algo nublado-, decidí darme una vuelta por las tiendas para echar un vistazo a las propuestas del próximo otoño. <br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Al entrar en el Zara de Juana de Vega una preciosa blusa negra de seda, de corte victoriano, con lazo al cuello, botonadura en la nuca y mangas farol me saludó desde su percha… y pese a que quise resistirme con el consabido argumento de “es de invierno, y aún estamos en julio” (porque el sábado era 31 de julio), pudo más el argumento, no menos manido, de “sí, claro, tú déjala ahí que con lo rápido que cambian de temporada en Zara en 15 días ya no queda rastro de ella, y luego no harás más que pensar en la dichosa blusa”… así que me la llevé.</div>Iba tan contenta con mi blusa por la calle cuando comencé a pensar en otra blusa. Una que compré el año pasado en una boutique coruñesa que me encanta, y que aproveché hasta bien entrada la primavera. Y me pregunté “¿Y dónde he guardado yo esa blusa?”.<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><span style="color: #351c75;">Procede ahora que explique que no soy, bajo ningún concepto, de ese tipo de personas que cambian el armario en fechas señaladas: ropa de invierno, ropa de verano. Yo no. Yo voy desterrando prenda a prenda según voy notando que hace demasiado calor o frío para ella, lo que provoca que mis camisas, faldas, vestidos y pantalones terminen por ocupar un espacio indefinido en el armario, algo muy poco aconsejable a la hora de encontrar, seis meses después, aquel estupendo Ailanto que compraste con todo el sudor de tu frente.</span></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div>En vista de que no lograba recordar si mi blusa del año pasado estaba en el altillo, en las cajas que hay detrás de las cajoneras o en cualquier otro recoveco indeterminado, decidí plantarme en casa y reorganizar el armario, una tarea algo tediosa pero que en el fondo adoro.<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Entré en el apartamento y desmantelé el vestidor: cajas por un lado, cajas por el otro… la ropa de verano estaba bajo control, pero todo lo que, hasta primeros de julio, fui guardando a poquitos, ocupaba lugares poco lógicos en el “armario de invierno”. Blusas con vestidos, pantalones con camisas, faldas con más vestidos… nada tenía lógica, así que opté por hacer montones coherentes y rotular las cajas, de modo que en próximas ocasiones no me quede más remedio que seguir mis propias indicaciones.</div><br />
Allí estaban el precioso vestidito de Ailanto, el de Gestuz y el de Tintoretto, la dichosa blusa de Blue Doll y varias camisas de Alba Conde pidiendo a gritos una plancha. Estaban también mi pantalón sastre negro y la falda fucsia de lana fría que compré el año pasado en Adolfo Domínguez, antes de que sus terribles declaraciones en plena negociación colectiva me hiciesen temblar de miedo.<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>Y cuando creía que lo tenía todo bajo control… allí estaban… emergiendo de la nada… decenas de camisetas de algodón de corte amorfo y desfavorecedor… dos minifaldas vaqueras imposibles si tienes más de 15 años o no eres Ana Obregón… un pantalón jodpurh de tela de chándal gris que ni si quiera debería haber existido nunca…</strong></div><br />
<strong><span style="color: #cc0000;">¿Cómo había llegado todo aquello hasta allí?</span></strong> <br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Es imposible que esas prendas fuesen mías, por una razón fundamental: <a href="http://siesqueasinosepuede.blogspot.com/2008/05/volver-empezar.html">hace cosa de dos años realicé una limpieza de armario de esas que te dejan nueva</a>, y desterré todas y cada una de las camisetas de cuello desbocado, todas esas faldas antediluvianas que ya o puedo, ni debo, ni quiero lucir, y alguna que otra compra compulsiva poco recomendable.</div><br />
<a href="http://siesqueasinosepuede.blogspot.com/2008/05/conclusin.html">De hecho, después de esa limpieza, dejé el vestidor rebosante de energía positiva</a>. Una energía que dura hasta hoy y que espero que prolongue sus efectos todo lo posible. Esa batida de “malas prendas” me enseñó a comprar más racionalmente (de hecho, no he vuelto a comprar nada sin probármelo y no tengo nada sin estrenar, salvo esa blusa victoriana que compré el sábado).<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>Pero si, cuando desmantelé el armario desterré las atrocidades de tiempos pasados, y, como me juré a mi misma, no he vuelto a caer en las compras absurdas (lo que no implica ni mucho menos gastar menos en trapitos)… ¿de dónde coño salieron esos engendros esta vez?</strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><strong><span style="color: #351c75;">Dándole vueltas al asunto llegué a la conclusión de que sólo existe una posible respuesta: mi armario, en una extraña mutación, ha logrado generar un poder clonador que, mezclando fibras de diferentes prendas, crea otras nuevas… porque las fibras ni se crean ni se destruyen como todo el mundo sabe</span></strong>.<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Lo que pasa es que, como todavía es novato en estas lides, mi pobre vestidor sólo ha conseguido crear camisetas horribles y desteñidas y puti-faldas que darían vergüenza a la hija pija de la de mujeres ricas… normal, claro, porque hasta hace relativamente poco mi armario tampoco contaba con materia prima para mejores experimentos.</div><br />
<strong><span style="color: #cc0000;">Por eso he decidido fomentar el afán clonador de mi guardarropa. Lo animo cada noche, lo acaricio y procuro llenarlo de prendas bonitas, a ver si en la batida de octubre mi querido armario ha conseguido crear un precioso Galiano para Dior de las fibras sueltas de mis nuevas adquisiciones.</span></strong><br />
<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TFaCdyMDH1I/AAAAAAAAEdw/AdHP7A5nlkY/s1600/disco.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" bx="true" src="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TFaCdyMDH1I/AAAAAAAAEdw/AdHP7A5nlkY/s320/disco.bmp" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="color: #38761d; font-size: large;"><strong>SUENA EN MI I-POD</strong></span>: <strong>“<em>María</em>”</strong> de <strong>Loquillo</strong>… me vais a permitir este autohomenaje porque el cantante barcelonés recala en la playa de Riazor el miércoles junto con Exit y Carlos Childe, y yo estaré allí festejando que el rock&roll no ha muerto!!! Fue un disco de Loquillo mi primer vinilo, y esta canción lo encabezaba… y, desde luego, cambió mi forma de entender la vida… como Los Romeos… pero esa es otra </div>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-8554112460988981742010-07-02T11:18:00.009+02:002010-07-02T11:59:40.419+02:00A LA VEJEZ VIRUELAS... o la caída reveladora<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
<strong>Siempre he creído que, cuando nos hacemos mayores, nos volvemos como los niños que éramos, pero en peor. </strong></div><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TC2sVDHszlI/AAAAAAAAEcw/xugjUN5bIZ0/s1600/imagen.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" rw="true" src="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TC2sVDHszlI/AAAAAAAAEcw/xugjUN5bIZ0/s320/imagen.jpg" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Desde hace una semana, esta creencia me asalta por las noches como una pesadilla febril y me hace temblar del miedo, porque, queridos míos, últimamente no hago otra cosa que descubrir, a cada paso, indicios indiscutibles de que, me guste o no, me hago mayor a pasos agigantados.</div><br />
<strong>Como casi todas las cosas importantes de esta vida, mi certeza de envejecimiento llegó a mis días de forma inesperada y sorpresiva, desvelada por un suceso accidental pero revelador. </strong><br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>Caminaba yo muy digna por en medio de la calle Panaderas, en el centro de la ciudad, subida a mis tacones y hablando por la blackberry mientras buscaba en el<em> bolso-que-parece-un-enorme-saco-de-piel-color-crema</em> las llaves de casa, cuando… patapúm, mi tobillo flaqueó al pisar un desnivel, con las manos ocupadas no fui capaz de estabilizarme, y me metí una leche en pleno asfalto como la catedral de Burgos, justo delante de una parada de autobús atestada de gente.</strong></div><br />
Un amable caballero que tenía un aire al abuelito de Heidi pero en delgado, se acercó a mi para ayudarme a recuperar la verticalidad perdida.<br />
<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: #0b5394;">“¿Está usted bien?”,</span></em></strong> preguntó</div><br />
<strong><em><span style="color: #cc0000;">“Sí, no se preocupe”</span></em></strong> respondí <strong><em><span style="color: #cc0000;">“no ha sido nada. Esto me pasa por querer hacer tres cosas a la vez”</span></em></strong><br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: #0b5394;">“Jajajaja, claro, con esta vida ocupada que lleváis ahora… ¿pero entonces está usted bien, verdad?”</span></em></strong><br />
<br />
</div><strong><em><span style="color: #cc0000;">“Perfectamente, muchas gracias. Ya ve que no me he hecho nada”</span></em></strong> (mentira, mentira cochina, me hice un cardenal que ni Richelieu en sus buenos tiempos, pero eso, claro, no lo supe hasta el día siguiente, cuando descubrí que sentarme podía resultar extremadamente doloroso)<br />
<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Y seguí mi camino, tan ricamente.</div><br />
<strong>Este hecho aislado no tendría la menor importancia de no ser porque:</strong><br />
<strong><br />
</strong><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="color: #351c75;"><strong><span style="font-size: large;">a.-</span> Durante mi adolescencia y primera juventud fui la Reina Indiscutible de las Grandes Hostias en Público (RIGHP)</strong>.</span> Me caía en cualquier lugar, en cualquier sitio, en cualquier momento y delante de cualquier persona. Casi me atrevería a decir que de cualquier manera. De hecho, en una ocasión, bajé de culo TODAS las escaleras del pub de moda en la ciudad, con descansillos incluídos, delante de media Coruña. Pero, desde que cumplí los 23, no había vuelto a caerme nunca. Nunca.</div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="color: #351c75;"><strong><span style="font-size: large;">b.-</span> En mi peor etapa de torpe profesional, me levantaba tan rápido como me caía –plinnn- como si tuviese un resorte en el trasero</strong>.</span> Era como una especie de acto reflejo destinado a paliar el desastre público, como si la vergüenza me pudiese.<strong><span style="color: #351c75;"> Sin embargo, cuando era niña, carecía completamente de vergüenza en el más amplio sentido de su expresión.</span></strong> Si me metía una leche, allí me quedaba: o bien muerta de la risa por el ridículo, o bien llorando de dolor. Nada de mantener el tipo, nada de “aquí no ha pasado nada”.</div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><span style="color: #cc0000;">Total, que sumado a+b… me llevé un susto que te mueres… Había envejecido de golpe!!!</span></strong> Porque, evidentemente, rejuvenecer los descartamos por improbable, así que, dada mi teoría inicial, si un día te das cuenta de que vuelves a reaccionar como cuando tenías 15 años, preocúpate, amigo… no eres un espíritu joven, no… eres un viejo en potencia!!!</div><br />
<strong>Me entró una especie de pánico –justificado- que me costaba horrores dominar, porque ¿cuándo había sucedido? ¿cuándo había yo, en la plenitud de mi vida, comenzado un declive sin retorno? ¿Y por qué coño ese declive no me había avisado en tiempo y forma, como procede, eh?</strong><br />
<br />
Dando vueltas al tema no conseguía encontrar <strong><span style="color: #38761d;">EL MOMENTO</span></strong> en el que mi yo <em>soy-una-treintañera-estupenda</em> se había transformado en mi nuevo yo <em>me-estoy-haciendo-mayor</em>, pero sí conseguí encontrar indicios más que claros que servidora, en su infinita gilipollez, había decidido ignorar. Porque, efectivamente, la madurez había avisado, pero pasé de ella, y claro, así que me fue…<br />
<br />
<strong>… ignoré el momento en que me descubrí ordenando el armario de forma “práctica”,</strong> dejando que la ropa “de diario” ocupase más espacio que los vestidazos con lentejuelas y las camisetas con mensaje. <strong><span style="color: #cc0000;">Como cuando iba al colegio y la “ropa bonita” era mucha menos, porque era para el fin de semana.</span></strong><br />
<br />
<strong>… ignoré el momento en el que un sábado por la noche, lloviendo a mares, decidí que ver una peli y tomar algo en casa era mejor opción que vagar de bar en b</strong>ar, de barra en barra. <span style="color: #cc0000;"><strong>Como cuando de adolescente aprovechaba las noches en que mis padres no estaban en casa para hacer quedadas en ella.</strong></span><br />
<br />
<strong>… ignoré el momento en que, al salir de compras, me entraron unas ganas locas de hacerme con “aquel vestido” que era evidentemente inapropiado para casi todo, pero era “perfecto para mi”.</strong> <strong><span style="color: #cc0000;">Como cuando, con 15 años, me empeñaba en comprar prendas que me ponía poco o nada por falta de ocasiones para lucirlas</span></strong>.<br />
<br />
<strong>… ignoré el momento en el que, viendo una película del inigualablemente atractivo Gael García noté un subidón de líbido completamente incontrolable</strong>. <strong><span style="color: #cc0000;">Como cuando, a los 20, era capaz de pasar días en la cama del amante del momento, de pura lujuria</span></strong>.<br />
<br />
<strong>… ignoré el momento en que, cruzando por un paso de cebra, un coche estuvo a punto de atropellarme, y, en lugar de gritar, o correr, me dije “que pare él”.</strong> <strong><span style="color: #cc0000;">Como cuando con 8 años creía que el mundo giraba en torno a mi ser. </span></strong><br />
<br />
<strong>… ignoré el hecho de que, cada vez que me subo al coche y pongo la radio, o un cd, o el i-pod, canto a voz en grito, y gesticulando, como si estuviese actuando delante de 700.000 personas en medio del Madison Square</strong> (de hecho, en una ocasión, otro conductor me pidió que bajase la ventanilla para decirme “Es Green Day, ¿verdad?”… imaginaos cómo actúo de bien, que se entendía la canción y todo). <strong><span style="color: #cc0000;">Como cuando era cría y la música me subyugaba hasta el extremo de hacerme perder le consciencia de la realidad.</span></strong><br />
<br />
<strong>… ignoré el hecho de que últimamente todas mis compras tengan un sospechoso parecido con mi armario del año 1998…</strong> jeans de corte clásico, camisetas puras, colores neutros (sobre todo negro, negro, negro…), y que vuelva a subyugarme la idea de ir a trabajar con vestidos entallados y clásicos. <strong><span style="color: #cc0000;">Como cuando empecé a currar hace años.</span></strong><br />
<br />
<span style="color: black;"><strong>... ignoré la pasión con que recibo últimamente las invitaciones a fiestas, salidas con </strong><a href="mailto:amig@s"><strong>amig@s</strong></a><strong> y, sobre todo, las "quedadas de chicas".</strong> Una especie de regresión a aquellos momentos en que tomarse unas cañas-copas-loquefuese en compañía de mi gente era el acontecimiento de la semana, y la mejor opción de ocio que se me pasaba por la cabeza. </span><span style="color: #cc0000;"><strong>Como cuando tenía 15 años y quedar en "Otros Tiempos", nuestra cervecería de cabecera, era una cita ineludible y magnífica.</strong></span><br />
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<strong>… me empeñé en ignorar el hecho de que vuelvo a llevar el pelo corto</strong>… y me veo bien con él, además de haber recuperado mi color natural. <span style="color: #cc0000;"><strong>Como hace la friolera de 17 años.</strong></span><br />
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<strong>… ignoré mi pasión por las uñas de color oscuro</strong>, y por hacerme la manicura. <strong><span style="color: #cc0000;">Algo que no me pasaba desde los vientipocos.</span></strong><br />
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<strong>Ignoré todas esas señales… pero no pude ignorar la hostia que me metí el otro día, porque esa leche en pleno asfalto me ha abierto los ojos –amén de una pequeña herida que cura maravillosamente, gracias-. </strong><br />
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Es un hecho, es una realidad innegable y completamente arrolladora. Me estoy haciendo mayor y yo ni si quiera lo sabía. <br />
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<strong>Así que he decidido asumirlo y mirar el lado positivo</strong>. <em><strong><span style="color: #cc0000;">Si cuando nos hacemos mayores nos volvemos como cuando éramos niños, pero en peor, yo estoy inmersa en un proceso que me llevará poco a poco a convertirme en un ser adorable que se reirá a carcajadas todo el rato, escribirá cuentos de misterio en el que sus amigas serán las protagonistas, bailará a Loquillo en las ducha como si no hubiese mañana y se sentirá atraída por todos los rebeldes con pinta de atormentados que se encuentre por el camino</span></strong></em> (algo que, afortunadamente, hoy tendrá un final más feliz, porque sus ataques de lujuria los pagará mi rebelde particular).<br />
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<strong>… bueno, y también me meteré unas hostias como panes. Pero ahora tengo amigos farmacéuticos. Carmen, Luis: id preparando el arsenal de tiritas</strong>.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TC2sWgqLGhI/AAAAAAAAEc4/45TMcfbw0EQ/s1600/disco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" rw="true" src="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TC2sWgqLGhI/AAAAAAAAEc4/45TMcfbw0EQ/s320/disco.jpg" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><span style="color: #38761d; font-size: large;">SUENA EN MI I-POD:</span></strong> La canción de <strong>Geen Day</strong> que bailaba y cantaba aquel día que el conductor de al lado, descojonado de risa, fue capaz de leer mis labios, era <strong>“In The End”,</strong> mi tema favorito del <strong>Dookie</strong>, el primer disco de la banda californiana que llegó a mis manos (tercero de su discografía oficial), allá por el año 1994, y que desde luego marcó una época. Una época que, por lo visto, vuelve… preparaos, jajajaja.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com34tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-27549335708785897662010-06-22T18:24:00.005+02:002010-06-22T18:32:18.522+02:00EL EFECTO BOOMERANG<strong>“Todo vuelve”, solía decir mi madre…</strong> <br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TCDiSx7dvWI/AAAAAAAAEcY/Nm9HEh6eU2s/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" ru="true" src="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TCDiSx7dvWI/AAAAAAAAEcY/Nm9HEh6eU2s/s200/images.jpg" width="125" /></a></div><br />
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<strong>… y qué razón tenía la jodía, eh!! Si es que no fallaba ni una la tía!!! Claro que mi madre se refería al efecto mariposa del karma, eso de “da a los demás lo que a ti te gustaría que te diesen”, y yo me refiero a las tendencias de moda.</strong><br />
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<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Cuando era cría me gustaba ver álbumes “antiguos” de mis padres y de mis tíos. Me hacían gracia sus pintas, aquellos pantalones acampanados, las camisas entalladas con estampados increíbles y los vestidos largos y vaporosos de ellas… me descojonaba con las melenas onduladas al viento y con los ojos “con rabillo” de mi madre… y ya ves, yo creo que si cojo esas fotos, las escaneo, y se las paso a Vogue en un Pen Drive, la Wintour me las publica como editorial del mes de julio más ancha que pancha. Porque mi madre era muy lista, y tenía razón: todo vuelve.</div><br />
<strong>Igual es un poco tarde para darse cuenta de eso de que la moda es cíclica, pero claro, en mi caso, 31 primaveras en mis fuertes y todavía atléticas espaldas, es casi una cuestión generacional, porque lo que se vuelve a llevar ahora es lo que yo llevé en mis años mozos. Y me desconcierta.</strong><br />
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<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Todo empezó hace unos meses. Llevábamos unos años escuchando eso del “revival ochenteno”, y yo lo veía trasnochado. Aunque nací en 1979, los ochenta los viví, estilísticamente hablando, muy de refilón. Claro, normal, con 8 años no te vas a plantar unas hombreras como pamelas de grandes y más sombra de ojos que la Pantoja en directo. Así pues, yo “reviví” esos ochenta en mis veintitantos con total normalidad. Me veía yo la más moderna del mundo, oyes, y tan pancha.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><span style="color: #0b5394;">Pero de repente, los editoriales de moda empezaron a lanzar un nuevo globo sonda: <em>“Vuelve el grunge”</em>, decía la Rottfield. <em>“Tiene razón la Rottfield”,</em> decía la Wintour… y claro, a mi me entró pánico…</span></strong> <strong><span style="color: #073763;">porque el grunge sí que lo viví en todo su esplendor</span></strong>. Camisetas enormes y dadas de sí, vaqueros destrozados, el pelo deslavazado y sin sentido, como si el Katrina se hubiese empeñado en peinarte, y los ojos medio despintados, cargaditos de Khol (lo que venía siendo un ahumado en plan “no sé hacerlo bien”, pero presuntamente a propósito… digo presuntamente porque, efectivamente, yo no sabía hacerlo bien. Me venía de coña la tendencia, vamos), labios oscuros, oscurísimos… si hasta tuve unas Doc Marteens!!! De las auténticas, eh! Que me costaron un pastizal ahorrado con todo el dolor de mi corazón y de mi paga. Ay, mis Marteens, mira que las putee a las pobres, me las ponía para todo, pero para todo, eh!!! Para ir a la facultad, para salir de marcha, para pasear… pufff…</div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>En fin, que empecé a ver editoriales de moda en los que se reflejaba –con mucha más elaboración, por supuesto- ese estilo underground y guayoni (Lula, te copio el término, me encanta) que yo había lucido despreocupada en mis primeros años de carrera, y empecé a preocuparme… porque… ¿será verdad que todo vuelve? ¿Está en el mundo de la moda todo inventado</strong>?</div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><span style="color: #990000;">Tal vez esté todo inventado –me dije- pero lo cierto es que nada vuelve tal y como era, todo se reinterpreta, se pule y se edita para conseguir cierto refinamiento –pensé-.</span></strong></div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">De hecho, y aunque sí he recuperado parte de ese aire salvaje y descuidado de mi grunge universitario, no he vuelto a las Marteens, ni he recuperado mi camisa a cuadros de cuando la Complutense era mi hogar. Más bien he adaptado partes de esos editoriales Vogue, Harpers y Elle a mi vida diaria: ojos marcados y ahumados, pelo cuidadamente revuelto, jeans desgastados, camisetas… pero con cierto toque high class, que, desde luego, no tenía mi look en los 90.</div><br />
<strong><span style="color: #990000;">Y me quedé tan tranquila… todo vuelve, pero vuelve mejorado, nada de nostalgia –me decía- salvo que hablemos de música, en cuyo caso sí echo de menos muchos de los grupos que en los 90 marcaron mi paso por la vida… hasta hoy.</span></strong><br />
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<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Porque hoy he entrado en el blog de <a href="http://elarmariodelula-2.blogspot.com/"><span style="font-size: large;">Lula</span></a> y he leído su post sobre las cuñas de esparto. He recordado unas que tuve en aquella etapa, más o menos. Eran de color crudo, con la cuña alta, y ataban al tobillo, y no me las quité en todo el verano del 95. Terminaron echas polvo, las pobrecillas… Pensé en las cuñas, y no me entró nostalgia… todo iba bien… pero… pero…<br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>… pero de repente recordé con qué me gustaba ponerme esas cuñas. Ya he dicho que las llevaba con todo, pero, de entre todos mis conjuntos, uno de ellos era mi favorito. Durante todo el verano lo repetí miles de veces, sobre todo para salir los viernes, que eran como más “sin querer”. Mis cuñas de esparto, mi cazadora Levis… y un vestido en tonos tostados, de tela muy, muy finita, con estampado de flores diminutas en tonos azules, amarillos y rosados.</strong></div><br />
Recuerdo que aquel vestido me lo habían regalado mis padrinos por mi cumpleaños, y entonces tenía la manga larga, pero como no me convencía así le corté la manga justo por debajo del hombro… y quedó perfecto. El vestido perfecto para verano. Fresco, divertido, en tonos no demasiado claros (no olvidéis que entonces yo era grunge, el blanco sólo se admitía en las camisetas) y extremadamente favorecedor.<br />
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<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><span style="color: #990000;">Fue recordar ese vestido y ponerme a pensar con ansia “¿dónde coño lo habré metido?”… <em>Horror!!! Soy pasto de la nostalgia estilística</em> –me dije a mi misma- <em>nena, cálmate que te veo con los labios perfilados en negro y calzando zapatos de coja en 0.5, y eso sí que no</em>- me repetía… pero ya era demasiado tarde… se había cumplido la profecía de mi madre, y el vestidito de Zara de 1995 había vuelto a mi mente, quince años más tarde, para obsesionarme con su presencia.</span></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div>He conseguido recordar que me deshice del vestido hace unos años, en una limpieza en casa de mis padres. Llevaba sin ponérmelo por lo menos diez años me pareció lo lógico… por no mencionar el hecho de que, entonces, al sacarlo del arcón por poco me da un hari… “¿Pero por qué coño guardo yo esto?”, recuerdo que me dije a mi misma… y ya ves, lo guardaba para no tener que obsesionarme con él una década después.<br />
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<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Y no deja de ser una pena, porque ahora mismo no hago más que visualizarme a mi misma con el puñetero vestido –que, por cierto, tendría todos los visos de no entrarme ni en una oreja a día de hoy, pero claro, eso ya nunca lo sabremos-. Me veo con él y con las sandalias de tacón azules y el blazer en el despacho, y con mis botines de flores de Uterqüe en color crudo un viernes por la noche, de copas… me veo perfecta con las romanas de cuero para un domingo de playa, y hasta con los zuecos en rojo cereza, haciendo contraste… coño, es que no sé qué me voy a poner ahora que no tengo ese vestido!!! (que, recordemos, desapareció de mi vida hace 15 años… en fin…)</div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>Finalmente he comprendido que nunca más volveré a tener ese vestido, pero le he encontrado un sustituto decente en Maje. Es blanco con flores rojas y azules… no es lo mismo, pero valdrá… me pregunto si seré capaz de conservarlo y reutilizarlo en el 2025, o si, por el contrario, me desharé de él dentro de tres o cuatro años, convencida de que es un despojo de temporadas peores. Aunque cabe una tercera opción, la de que lo conserve, y, al tratar de recuperarlo, descubra que no tiene el encanto que tenía entonces… algo que no le habría pasado a mi añorado vestido de 1995… <span style="color: #990000;">maldito efecto boomerang!!!</span></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TCDiTtUh4vI/AAAAAAAAEcg/tivl4sC9_pA/s1600/disco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="198" ru="true" src="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TCDiTtUh4vI/AAAAAAAAEcg/tivl4sC9_pA/s200/disco.jpg" width="200" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><br />
<span style="color: #38761d; font-size: large;"><strong>SUENA EN MI I-POD:</strong></span> “<strong>Song for Aberdeen</strong>” es uno de esos temas que te hacen recordar el maravilloso sabor del verano. Adoro ese sonido entre rock y power pop que los chicos de <strong>Mando Diao</strong> consiguen imprimir a este single. Disfrutadlo!!Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com23tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-8673906387915919452010-06-15T19:43:00.000+02:002010-06-15T19:43:49.416+02:00DÓNDE ESTÁ HERODES CUÁNDO SE LE NECESITA, EH???<!--StartFragment--> <br />
<div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><br />
</span></b></div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;">No comprendo por qué Herodes no resucita.</span></b></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TBe688zRyeI/AAAAAAAAEbg/onxa0yEqI20/s1600/bebe.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TBe688zRyeI/AAAAAAAAEbg/onxa0yEqI20/s320/bebe.jpg" /></span></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;">En serio, lo digo de verdad. A ver, es que en la Biblia resucita todo dios –nunca mejor dicho- para repartir luego justicia a diestro y siniestro. Pero a Herodes nadie le ha dejado levantarse para cumplir con su misión, y creedme cuando os digo que debe estar retorciéndose en su tumba, gritando como un poseso y arañando la tierra, vamos que sí…</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;">Y vaya por delante que a priori los niños –los de los demás- me encantan. Tan gracioso, tan divertidos, tan ocurrentes, tan… jodidamente ruidosos!!!</span></span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;">Comprendedme, no es que sea una psicópata en potencia –bueno, no del todo-, pero es que llevo una temporada que parece que el karma se empeña en convencerme de que algún tipo de fuerza superior trabaja a destajo día y noche sólo y exclusivamente para que a mi me de un hari cada vez que veo un niño menor de 5 años, dotándole, o bien de unos pulmones sobrehumanos, o bien de un instrumento de tortura en forma de juguete hiperruidoso.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;">Todo comenzó hace unas semanas. Mi hermana me había pedido un pequeño favor, quería que llevara a la redacción de un periódico un álbum de fotos concreto, para un reportaje, así que pasé por casa de mis padres a recogerlo. Con la tonteríaa se me hizo tarde: ya no me daba tiempo a acercarme a casa a comer, pero todavía quedaba media hora para mi cita con el periodista, así que pensé que estaría bien acercarme a un centro comercial cercano y comer algo ligero. </span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;">Me senté en la cafetería y pedí un sándwich mixto y una coca-cola… y antes de que el camarero me trajese mi pedido, una mujer entró en el local. Empujaba un carrito de bebé y llevaba en brazos a un infante que lloraba como si el planeta fuese a explotar en unos minutos… parecía tan desconsolada la criatura que su llanto angustiaba… angustiaba de verdad.</span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;">La señora se sentó justo a mi lado, y acto seguido pidió un café con leche… yo trataba de concentrarme en el sandiwuch, pero aquel bebé no paraba de llorar pegadito a mi oreja, y su madre lo arrullaba sin parar… y sin resultado alguno. La buena mujer sorbía poco a poco el café, y el bebé lloraba, lloraba, lloraba… </span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;">Aún me quedaba un trocito de sándwich, pero la verdad es que preferí pedir la cuenta, porque las pocas neuronas que me quedaban estaban empezando a fallarme, y no me apetecía demasiado perder los papeles, así que, con aquel llanto impenitente en mis oídos llamé al camarero… y fue precisamente en ese momento cuando la mujer, al verme, se giró y preguntó.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">“Perdona, ¿te vas a quedar mucho tiempo?... es que verte con esa cara de angustia me está poniendo nerviosa”</span></span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Os juro… os juro que la habría matado. Su bebé llevaba media hora destrozándome los nervios y la poca calma que me quedaban, pero ella era la angustiada. Me marché, entre estupefacta y sorda, y creí que sería un caso aislado, hasta que…</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Hasta que este sábado tuve que ir a Compostela por trabajo. Es año santo, por si alguien no lo sabe, y las calles están rebosantes de turistas de todo tipo y condición. Militares, viejos, pandillas de adolescentes, monjas… y de todos ellos, de todos los visitantes del día, me tuve que ir a sentar justo al lado de la peor.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Compostela es un hervidero de chuminadas turísticas. Hay catedrales en miniatura, azabachería variada, brujas de plástico, tazas tazones y cuncas de vino, camisetas… pero el peor invento del hombre en cuanto a imaginería turística se refiere es allí el rey. Estoy hablando, por supuesto, de la gaita de juguete.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>La gaita de juguete es un instrumento demoníaco destinado a taladrar el cerebro de los seres humanos por vía auditiva, gracias a su sonido entre chillón y enervante, que te deja sordo y de paso tarado para toda la vida. Y era, además, el juguete elegido por mi vecinita de mesa, una niña de unos 6 años a la que por poco ahorco con e fol de la gaita.</b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">La niña venga a soplar… sopla que sopla, pita que pita… y la madre venga a decirle “para mujer, para un poco”… pero ella no paraba, ni un poco ni mucho… tengo ese sonido infernal grabado a fuego en el tímpano, os lo juro.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Escapé como pude de Compostela, con Eels a todo trapo por la autopista para evitar que ese sonido se reprodujese en mi subconsciente, y al llegar a Coruña quedé para tomar una caña con S.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Me senté en la terraza elegida, pedí una caña… y con ella m trajeron una niña de dos años que montó una perrencha descomunal porque… pues sencillamente porque sí… sus padres la miraban estupefactos, no sabían que hacer. Acabaron tan alucinados que decidieron cargar a la criatura en la sillita y abandonar el lugar. Supongo que temían que el resto de los clientes nos lanzásemos sobre la niña para descuartizarla… normal.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Total, que cuando S. llegó le conté cómo, en las últimas semanas, había descubierto que el instrumento de tortura más terrible que he padecido es un niño, y, descojonado de la risa, aseguró que el problema era mío “porque te sientas siempre al lado de gente rara”.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b>Yo me niego a creer su tesis, y por eso escribo este post, segura de que recabaré apoyos. Decidme que vosotros también habéis padecido este mal, o os juro que empezaré a convocar aquelarres para resucitar a Herodes… y a mi lado parecerá Gandhi, os lo advierto!</b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TBe6-EzcsNI/AAAAAAAAEbo/i69pqQOFs1g/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TBe6-EzcsNI/AAAAAAAAEbo/i69pqQOFs1g/s320/images.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: #38761d;">SUENA EN MI I-POD:</span></b></span> <b>“Mr E´s Beautifull Blues”</b> es mi tema favorito de <b>Eels</b>. Está en su disco <b>“Daisies of the galaxy”</b>, que me grabó mi amigo A. Hace ya casi una década, y que he recuperado hace poco gracias a que mi coche sólo reproduce cds (bueno, ahora también mi I-pod, porque la tecnología avanza que es una barbaridad, oye)</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><!--EndFragment-->Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com80tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-29879405241785380782010-06-08T10:37:00.002+02:002010-06-08T10:38:57.459+02:00INTOLERABLE<strong>Ni lo entiendo, ni lo entenderé nunca</strong>. <br />
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TA3_2Kg4tvI/AAAAAAAAEbY/Zh9eaX3hmiI/s1600/imagen.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" qu="true" src="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TA3_2Kg4tvI/AAAAAAAAEbY/Zh9eaX3hmiI/s320/imagen.jpg" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"></div><br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">Es más, ni si quiera lo respeto.</span></strong><br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>Me produce asco, con todas las letras, la tibieza y dejadez con la que la comunidad internacional han condenado –por decir algo- el asalto que las tropas israelís han realizado, en aguas internacionales, a una flota de barcos cargados con ayuda humanitaria</strong>.</div><br />
De hecho, me produciría la misma repulsión aunque los barcos fuesen cargados con petardos, fíajte. ¿Y por qué? Pues porque estaban en aguas internacionales.<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Pero es que encima no iban cargados con petardos. Iban cargados con ayuda humanitaria para socorrer a los ciudadanos que viven en la franja de Gaza.</div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>No voy a entrar a dirimir la legalidad o ilegalidad del estado Israelí, ni mucho menos del Palestino, ni tampoco la legitimidad o no de determinados asedios. Pero lo que sí haré, con toda la contundencia que un blog permite, es gritar alto y claro que Gaza es territorio ocupado, que su terreno no se encontraba dentro del tratado que, al término de la II Guerra Mundial, creó el estado de Israel, y que lo que el actual gobierno israelí está haciendo, bloqueando la entrada de víveres y ayuda asistencial a esta zona, es literalmente un crimen. Sin paliativos y con todas las letras.</strong></div><br />
La comunidad internacional, ese ente abstracto y cuasi fantasmagórico, lo sabe. De cuando en vez, casi siempre cuando los muertos se cuentan por docenas, algún gerifalte sale a la palestra a pedir “un poquito de por favor”… y listo. <br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div>Vamos, que somos –porque sí, queridos míos, nosotros también somos comunidad internacional- implacables contra países como Irán, que en cuanto menciona la energía nuclear nos lanzamos como perros de presa, pero ponemos cara de póker cuando se trata de Israel… poderoso caballero es don dinero, decía el gran Quevedo.<br />
<br />
<strong><em><span style="color: #0b5394;">En la flota asaltada murieron al menos nueve personas.</span></em></strong> Todas por disparos a bocajarro. Algunos, por la espalda. <strong><span style="color: #cc0000;">Pero no pasa nada</span></strong>.<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: #0b5394;">Entre los tripulantes había varios españoles, y cuando sus voces se escucharon, clamando justicia por los muertos, </span></em></strong><a href="http://www.publico.es/internacional/317858/embajador/israeli/compara/muertos/ataque/accidentes/trafico"><strong><em><span style="color: #0b5394;">el embajador israelí en España</span></em></strong></a><strong><em><span style="color: #0b5394;"> tuvo la desfachatez de decir que nueve muertos no eran tantos muertos…</span></em></strong> a fin de cuentas la carretera ya se había cobrado más en lo que va de año, así que este gran diplomático se pregunta a quién le importan nueve más. <strong><span style="color: #cc0000;">Pero no pasa nada.</span></strong></div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="http://www.elpais.com/articulo/internacional/muertos/ataque/Israel/flotilla/ayuda/humanitaria/Gaza/elpepuint/20100531elpepuint_3/Tes"><em><strong><span style="color: #0b5394;">Una Nóbel de la paz estaba a bordo</span></strong></em></a><em><strong><span style="color: #0b5394;"> cuando sucedieron los hechos</span></strong></em>. Se trata de Mairead Corringan Maguire, una norlirlandesa que logró que se tuviese en cuenta el deseo popular de hallar una salida no violenta al conflicto irlandés. Es un personaje público, respetado, y de reconocido prestigio pacifista, algo que hizo sospechar a los incautos como yo que, tal vez, sólo tal vez, alguna voz poderosa se alzase. <strong><span style="color: #cc0000;">Pero no pasó nada.</span></strong></div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: #0b5394;">Israel se ha negado a que una comisión independiente de la ONU investigase el caso…</span></em></strong> y aquí sí que me he quedado a cuadros. Primero, porque no tenía ni idea de que alguien se pudiese negar a que se investigase un caso ocurrido –insisto, insisto- en aguas internacionales. Y segundo, porque veo la luz al final del túnel. Se Israel tiene miedo de la ONU igual es que sirve para algo y todo… a lo mejor no todo está perdido. Pero aún así, nadie, absolutamente nadie con cierto peso político ha bramado al escuchar la negativa del gobierno sefadí. <strong><span style="color: #cc0000;">Y no pasó nada. Nada de nada</span></strong>.</div><br />
<strong><em><span style="color: #0b5394;">Los activistas que viajaban en la flota fueron deportados, tras ser obligados a firmar una declaración en la que aceptaban su deportación</span></em></strong> –o sea, admitían haber cometido actos delictivos-. <a href="http://www.elpatagonico.net/index.php?item=viewlast&ref=ultimas&id=109420&sec=ext">Turquía, uno de los países afectados por el asunto, ya ha anunciado medidas</a>. Por lo de pronto, ya han expulsado al embajador israelí del país (algo que nosotros no hemos hecho, pese a sus deplorables declaraciones), y piensan demandar al gobierno israelí.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="color: #cc0000;"><strong>No son los únicos que harán algo</strong></span>. Dos nuevas flota están en camino. Una, internacional y políglota, tratará de llevar a cabo la misma hazaña, pero esta vez a bordo van tantos periodistas que igual, sólo igual, el cuarto poder amedrenta a los que tienen el gatillo más rápido que las palabras.<a href="http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1272846"> La otra la enviará Irán</a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><strong>Y yo espero, deseo, de verdad que anhelo con todas mis fuerzas que algún tribunal internacional condene a este gobierno por estos –y por otros muchos- actos vandálicos –es lo más suave que se me ocurre para calificarlos, de verdad-. Espero que les hagan pagar por cada una de sus tropelías, y por cada uno de los muertos que han dejado en el camino. Espero que esas familias que han perdido a sus hijos, padres, amigos, hermanos… sientan algún día que el odio se desvanece, porque la justicia lo mitiga.</strong><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div>Sé que es un post intenso, demasiado intenso… pero hay cosas que me parten el corazón y asolan mi cerebro.<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: #38761d;">Incomprensible es un calificativo posible.</span></em></strong></div><br />
<strong><em><span style="color: #38761d;">Intolerable debería ser el correcto. </span></em></strong><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TA3_0ny3WxI/AAAAAAAAEbQ/AHLGXdQtfag/s1600/disco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" qu="true" src="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/TA3_0ny3WxI/AAAAAAAAEbQ/AHLGXdQtfag/s320/disco.jpg" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="color: #38761d; font-size: large;"><strong>SUENA EN MI I-POD:</strong></span> “<strong>La libertad</strong>”, un tema precioso y tan real que escuece, de <strong>Andrés Calamaro</strong>. Algún día conseguiremos ser mayoría… los libres, digo.</div>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com73tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-78561200850235647742010-05-21T13:18:00.000+02:002010-05-21T13:18:33.590+02:00PERDER EL TREN<strong>Tenemos que coger la línea 10.</strong><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/S_ZqWryR7sI/AAAAAAAAEbA/6C2OXhQoNCc/s1600/metro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" gu="true" height="172" src="http://4.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/S_ZqWryR7sI/AAAAAAAAEbA/6C2OXhQoNCc/s200/metro.jpg" width="200" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"></div><br />
<br />
Es que lo recuerdo como si hubiese sido ayer, de verdad. Tendría yo unos 7 años, y mis padres nos habían llevado a mi hermana y a mi a pasar el fin de semana Madrid. <br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div>Para mi aquello era toda una aventura. Era la primera vez en mi vida que visitaba una ciudad taaaaaan grande, y tan importante. Yo, la niña de Labañou que pasaba los veranos de camping en Coroso (Riveira), en una ciudad que tenía… madremiademivida… hasta teleférico!!!. Es que me parecía todo estratosférico, vamos.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div>Recuerdo que nos alojamos en un hotelito que no podría ni identificar ni ubicar, ni si quiera aproximadamente, pero del que guardo un extraño tic nervioso. En él vi por primera vez en mi vida un limpiador de zapatos automática –es tan años 80 ese aparato-. Era gratis, además, así que obligaba a mis padres a bajar cada mañana por la escalera en lugar de en el ascensor, sólo para poder poner mis victoria rojas debajo y notar el cosquilleo del cepillo. También recuerdo con inusitada nitidez las chocolatinas Nestle que nos dejaban las camareras de planta sobre las almohadas, y recuerdo que mi padre, una noche, llegó tan cansado que se olvidó se apartarla, y se despertó con una magnífica plasta marrón de chocolate con almendras en la sien derecha.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div>En fin, que aquel fin de semana, como podréis comprender, fue para mi una experiencia sobrenatural. Visitamos el zoo –y a Chu-lin, que entonces era “ese panda, ese panda, un osito que aún no anda”- comimos hamburguesas de Burger King –que me supieron asquerosas, la verdad-, y fuimos al parque de atracciones.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><strong><span style="background-color: white; color: red;">El Parque de Atracciones… es que se merece las mayúsculas, vamos.</span></strong> Qué experiencia, madremiademivida. Nada de Dragon Khan ni Lanzaderas ni caralladas de esas del siglo XXI. Mi primera visita al Parque de Atracciones fue mucho más… cómo decirlo… mucho más años 80. Había camas elásticas –mojadas por la lluvia, que resbalaban al saltar, era una auténtica gozada, lo pasé en grande-, las famosas cadenas de las ferias, una estatua en honor a los payasos de la tele y, como grandes estrellas, el gusano loco –me encantaba me encantaba me encantaba taaaaaaaaaanto- y la montaña rusa Siete Picos, que claro, la ves ahora, después de haber montado en el Tornado, o en la de Batman, y te descojonas, porque parece de juguete. Aunque os aseguro que, siendo fieles a la realidad, es mucho más peligrosa, porque sus medidas de seguridad eran las mismas que las de un patinete: o sea, ninguna. Años más tarde, de hecho, volví a montar en ella con mis hermanos y nos quedamos varados, pero esa es otra historia.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><em><strong>A mi padre, personalmente, la atracción que más le gustaba era una que consistía en montarse en una especie de barquichela y recorrer una y otra vez la historia de la humanidad en forma de dinosaurios de cartón piedra y hombres de cromagnon de plástico, situados estratégicamente para que vieras lo menos posible el chiringuito de helados del otro lado del río artificial. Vamos, una aventura en toda regla.</strong></em><br />
<br />
<strong><span style="color: #351c75;">Pero para aventura, de las de verdad, la que hoy nos ocupa.</span></strong><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div>Porque yo he empezado este post hablando de la línea 10 de metro, pero luego me he dispersado, que es algo que se me da genial, y no, que yo lo que quería era contaros lo del metro. <br />
<br />
En fin. Pues eso.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><strong><span style="color: #0b5394;">Imaginaos a la Familia Trapisonda (un grupito que es la monda) llegando, mareados por el laaaaargo viaje en el SEAT Panda de mamá, a la capital española. Como nosotros somos muy de provincias, vamos, que nos encanta ejercer de profesionales del turisteo, lo primero que quisimos hacer fue visitar los grandes monumentos de la ciudad: o sea, el parque de atracciones y el zoo.</span></strong><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div>Como el coche lo teníamos bien aparcado –por aquel entonces, en el pleistoceno, Esperanza Aguirre y Gallardón aún no habían llenado de ORA Madrid y sus alrededores- y como nos habían dicho que lo de ir en Metro era supermadrileño, decidimos que la mejor forma de acercarnos a la Casa de Campo era en el subterraneo.<br />
<br />
Pero, como buenos provincianos, no teníamos ni la más remota idea de cómo funcionaba el metro, así que, tras preguntar en el hotel dónde estaba la entrada más cercana, bajamos al submundo madrileño en pleno éxtasis guiri.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><strong>Bajamos, bajamos, bajamos… y llegamos a la taquilla, donde preguntamos qué línea de metro debíamos coger para ir al Parque de Atracciones. El taquillero nos dijo que debíamos coger la línea 10, y que, casualmente, pasaba por ahí, así que no tendríamos que hacer transbordo. Sólo esperar nuestro tren, subir en él, y disfrutar de un día de asueto madrileño.</strong><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Buscamos el andén que el taquillero nos indicó, y, tras comprobar que, efectivamente, el Metro de Madrid era supermodernoquetecagas, nos sentamos a esperar nuestro tren en uno de esos fríos bancos de obra que hay en algunas estaciones de metro.</div><br />
<strong><span style="color: #cc0000;">Y esperamos.</span></strong><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><br />
<span style="color: #cc0000;"></span></strong></div><strong><span style="color: #cc0000;">Y esperamos.</span></strong><br />
<strong><br />
<span style="color: #cc0000;"></span></strong><br />
<strong><span style="color: #cc0000;">Y esperamos más…</span></strong><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><br />
<span style="color: #cc0000;"></span></strong></div><br />
<strong><span style="color: #cc0000;">Y pasó un tren… y otro… y otro más…</span></strong><br />
<br />
<br />
Hasta que, al quinto tren, el fulano de seguridad salió de su casetita, extremadamente extrañado. En su andén había una familia con pinta de no enterarse de nada que había dejado pasar ya 5 trenes sin inmutarse.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><strong><em><span style="color: #38761d;">“Señores, ¿puedo ayudarles?”</span></em></strong><br />
<br />
<strong><em><span style="color: #cc0000;">“Sí gracias, ¿sabe si el 10 tardará mucho?</span></em></strong><br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="color: #38761d;"><strong><em>“¿Pero cómo que el 10?”</em></strong></span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: #cc0000;">“Sí, es que vamos al Parque de Atracciones, y nos han dicho que tenemos que coger el 10”.</span></em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="color: #38761d;"><strong><em>“Pero les vale cualquiera”</em></strong></span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: #cc0000;">“No, tiene que ser el 10”</span></em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: #38761d;">“A ver si lo he entendido bien, ¿ustedes están esperando a que pasen 10 trenes?"</span></em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em><span style="color: #cc0000;">“No hombre no, esperamos a que pase la línea 10”</span></em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><strong><em><span style="color: #38761d;">“Todos los trenes que pasan por esta estación son la línea 10”.</span></em></strong><br />
<br />
<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>Mi madre, abochornada, dijo.</strong></div><br />
<strong><span style="color: #cc0000;">“¿No me diga?.... es que como el número de delante no ponía nunca 10…”</span></strong><br />
<br />
<br />
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><span style="color: #351c75;">MORALEJA:</span></strong> Os aseguro que pese a esto, el viaje fue genial y guardo un enorme recuerdo de él, como de casi todos los viajes con mi familia. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Luego repetimos muchas veces –en Madrid, en el Parque de Atracciones y en el Metro- y nunca volvimos a cagarla de ese modo, aunque en una ocasión, en la misma ciudad, mi hermana Natalia “perdió una calle” y tardó exactamente dos horas y cuarto en traer media docena de cruasanes desde la pastelería de la esquina de casa de mis tios… pero esa es otra historia.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/S_ZqXlUn5EI/AAAAAAAAEbI/VRDRk5hRZ4w/s1600/disci.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" gu="true" src="http://2.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/S_ZqXlUn5EI/AAAAAAAAEbI/VRDRk5hRZ4w/s320/disci.jpg" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><span style="color: #38761d; font-size: large;"><strong>SUENA EN MI I-POD: </strong></span>“<strong><em>Febrero</em></strong>”, de <strong>La Habitación Roja.</strong> Es un tema super pegadizo de su último álbum, “<strong><em>Universal</em></strong>”, que mis amigos me regalaron por el cumpleaños y que últimamente pongo mucho mucho mucho en el coche. Me encanta ese toque a lo Planetas mezclado con La Casa Azul.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"></div>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-1613446253275776153.post-9501557924225241532010-05-04T14:06:00.001+02:002010-05-04T14:07:23.053+02:00PRIVATE SEX<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>Perla Negra me descubre este meme erótico que me deja subyugada, y como hoy me pillais así como en plan exhibicionista, he decidido copiárselo.</strong> </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/S-AL5u8E_qI/AAAAAAAAEaw/skh6IcVr720/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/S-AL5u8E_qI/AAAAAAAAEaw/skh6IcVr720/s320/images.jpg" tt="true" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><strong><span style="color: #cc0000;">1- ¿Tienes pareja?</span></strong> Sí.<br />
<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">2- ¿De tu mismo sexo o distinto?</span></strong> De sexo masculino. Por concretar, vamos.<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">3- ¿Te gustaría que fuera de otro sexo?</span></strong> Pues a priori no, la verdad.<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">4- ¿Alguna vez has hecho un trío?</span></strong> Pido el comodín del público.<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">5- ¿Cómo es el hombre de tus sueños?</span></strong> Depende del sueño. Pero así, a grandes rasgos: divertido, inteligente, sexy, muuuuy sexy y muy bueno en la cama.<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">6- ¿Te gusta el cine porno? </span></strong>El bueno sí. Y sí, hay buen cine porno. Aunque hay que tener en cuenta que el porno es para lo que es… vamos, no te esperes “Los Diez Mandamientos”.<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">7- Repito, ¿te gusta el cine porno?</span></strong> ¿Pero no ha quedado claro en la pregunta 6?<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">8- ¿Cuál es tu fantasía más secreta?</span></strong> No tengo fantasías secretas, casi todas las cuento, jajajajaja. Otra cosa es ponerlas en práctica, porque, con los años, he aprendido que hay fantasías hechas para disfrutarlas poniéndolas en práctica, y otras que están soñadas para vivir en solitario, en la intimidad de la imaginación.<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">9- ¿Tienes aparatitos tipo vibrador, bolas chinas...?</span></strong> Que tengo que tengo que tengo de tó… ¿conocéis el Felxifelix?<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">10- ¿Dónde lo hiciste y nunca lo has confesado hasta ahora?</span></strong> ¿Qué nunca lo haya confesado?... mmmmm... En una ocasión lo hice en una habitación donde había otra persona durmiendo a pierna suelta… hace años, aclaro (por si alguien que haya compartido cuarto conmigo últimamente se siente aludido, jajajaja) <br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">11- ¿Te gusta alguien que no debiera?</span></strong> ¿Qué no deba gustarme? ¿Por qué¿ ¿Por feo?... No sé, a mi todas las personas que me gustan me gustan por algo.<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">12- ¿Cuáles son tus técnicas de seducción?</span></strong> Yo creo que de eso no tengo, fíjate. Soy una tía con suerte, casi siempre he conseguido “lo que quería” sin poner demasiado de mi parte, al menos conscientemente. Y eso me alejo mucho del cannon de tíabuenaquetecagas.<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">13- ¿Qué parte de tu cuerpo te gusta más?</span></strong> Mis ojos, mi sonrisa… y mis piernas. <br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">14- ¿Qué parte del cuerpo del otro sexo te gusta más?</span></strong> Me vuelven loca los brazos con el bíceps medianamente marcado, no muy musculado, sólo un poquito… ains...<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">15- ¿Estás satisfecha sexualmente?</span></strong> La verdad es que sí.<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">16- ¿Cómo fue tu primer polvo?</span></strong> Perfecto.<br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">17- ¿Alguna vez no pudiste hacerlo?</span></strong> No recuerdo haber tenido ningún gatillazo, ni que lo hubiese tenido ninguna de mis parejas. <br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">18- ¿Qué es lo que más te gusta que te hagan?</span></strong> Casi de todo. Depende del momento, del lugar, de la pareja… Pero en general, que me sorprendan, que me pillen por sorpresa. <br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">19- ¿Qué es lo más bonito que te han dicho durante?</span></strong> “No sigas haciendo eso o no respondo” <br />
<br />
<strong><span style="color: #cc0000;">20- ¿Qué es lo más bruto que te han dicho durante?</span></strong> Pasapalabra.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><span style="color: #cc0000;">21- ¿Con quién sueles tener sueños eróticos?</span></strong> Soy una promiscua onírica, en sueños follo casi tanto como despierta, pero varío más de pareja, por entretenimiento, supongo.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/S-AM2BhsBzI/AAAAAAAAEa4/kEF9U0rQXmQ/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/_QQ-s1mWN4NY/S-AM2BhsBzI/AAAAAAAAEa4/kEF9U0rQXmQ/s320/images.jpg" tt="true" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><span style="color: #38761d; font-size: large;">SUENA EN MI I-POD:</span></strong> "<strong>Why don´t you and I get together?",</strong> un tema de <strong>Santana</strong> en la voz de <strong>Alex Band</strong> con el que he amenizado algunos de los mejores polvos de mi vida. Ahí queda eso.</div>Maríahttp://www.blogger.com/profile/03243043365445601446noreply@blogger.com29