La primera vez que entré en un sex-shop tenía 17 años, recién cumplidos, y lo hice con unas amigas. Íbamos buscando un regalito para otra de ellas que cumplía los mismos que yo. La idea original era comprarle una fusta (la susodicha montaba a caballo, quiero aclarar), pero como se nos salía de presupuesto le regalamos una piruleta enorme con forma de pene que, debo añadir, estaba bastante buena.
Desde entonces han pasado muchos años.
Volví varias veces a visitar estos establecimientos. Buscando chistes para despedidas de soltera, buscando regalitos para “el amigo invisible”, acompañada de amantes y/o novios, en busca de nuevas experiencias…
He de aclarar que para mí, los sex-shops no han sido nunca un lugar sórdido y desagradable. A lo mejor porque no he vivido esa etapa de la historia de España en la que comprar un condón era un delito. A lo mejor porque nunca he concebido el sexo como algo sucio, o clandestino. A lo mejor porque nunca he entrado en un sex-shop de esos que huelen a rancio.
Porque tengo una noticia para tod@s aquell@s que creen que una tienda sexual es un lugar lúgubre, con luces de neón intermitentes y olor a humedad. La nueva generación de sex-shops son establecimientos luminosos, regentados por gente que sabe de lo que habla, orientados a la diversión y la diversidad, y pensados para animar la vida sexual de cualquiera.
Vamos, que si no habéis ido todavía a uno no tenéis excusa. A día de hoy, hasta existen alternativas para los tímidos. Hay tiendas, como La Juguetería (Madrid) que además de contar con un enorme y bien llevado local, ofrecen la posibilidad de comprar por Internet. Y hay alternativas, como La Maleta Roja, que se ofrecen a organizar lo que se conoce como sesiones de Tupper-Sex, es decir, reuniones caseras donde un/a experto/a presenta al grupo las últimas novedades en imaginería sexual (aquí la que tiene experiencia es Ely).
Es tan evidente que el mundo de los juguetes sexuales se ha abierto tanto, que hasta revistas de la categoría de
Elle publican amplísimos reportajes sobre ellos (Número de abril 2008).
Os aseguro que una vez que entréis en este mundillo, ya no querréis salir. Hay tantas opciones como personas.
Ese es, de hecho, el único problema. Hay tanto que probar que es difícil decidirse. Por eso este post pretende ser una especie de guía para navegantes. Conste en acta que escribo desde mi más estricta experiencia, lo que hace inevitable que existan lagunas en el texto. Vamos, que yo sólo puedo hablar de lo que he probado, o de lo que mis amig@s han confesado haber probado. Así que hoy, más que nunca, este blog está abierto a todo tipo de comentarios. Queremos conocer vuestras experiencias.
Cuando me propuse escribir este post envié un mail colectivo a mi pandilla, buscando inspiración, colaboración e ideas nuevas. Me costó tanto poner en orden los conceptos, que al final he optado por… pues por una mis listas, ¿por qué iba a ser si no?
Así que….
¿POR DÓNDE EMPEZAMOS?
Si somos novatos, pero novatos de verdad, a lo mejor es conveniente empezar por compartir con nuestra pareja juguetes sencillos.
Recomiendo fervorosamente los condones de sabores. Existen de casi todos los que os podáis imaginar: fresa, menta, chocolate (el de Durex sabe a Dalky, muy recomendable), tuttifrutti, plátano,… hasta existen con sabor champagne, aunque a mi personalmente no me supo demasiado bien. Si os decidís por el momento “condón”, no dejéis de probar los estriados, que son francamente divertidos.
Otra buena alternativa, baratita y muy recomendable, para ponerle vidilla al dormitorio, son los anillos vibradores. Se colocan en la base del pene y se conectan durante la penetración. No os esperéis un terremoto, pero las cosquillitas que provoca si está bien colocado son de lo más divertidas. Existen de varias marcas, aunque seguramente el más conocido sea el de Durex. La batería dura unos 15 minutos, así que si vuestro amante es duradero, dosificadlo (se puede apagar).
Una vez que tenemos dominado el “mundo condones y adyacentes”… ¿por qué no buscamos algo más original?
Los lubricantes son una opción maravillosa para investigar en pareja –o en solitario-. Existen con efecto calor (ideales para dilataciones, si optáis por estos no os perdáis el Rockett Balm), con efecto frío (muy interesantes para tardes aburridas), e incluso se comercializan algunos dedicados exclusivamente a la zona clitoridiana, aumentando su sensibilidad. Hasta los hay con sabores… sí, si, comestibles.
Y hablando de comer… ¿sabíais que hay unos polvitos, tipo azucar glass, que viene en su cajita con su plumita para esparcirlos y todo, que sirven para decorar el cuerpo del amante y comértelo a besos después? Son algo dulces, pero merece la pena sólo por el cosquilleo de la pluma.
El último grito en juegos comestibles –dejando a un lado la lencería de caramelo, que a mi personalmente no me convence- es el chocolate fundido. Hay marcas que lo distribuyen acompañado de un pincelito, para que tus noches de pasión se vuelvan de lo más artísticas. No es apto para diabéticos, pero a nadie le amarga un dulce.
Existen más juegos dedicados al sentido del gusto, entre ellos, líquidos afrodisíacos. Si queréis probar estos, aseguraos de que cuentan con todas las garantías legales. En cualquier sex-shop con cierta categoría os asesorarán encantados.
Si todo esto ya no nos convence, o sencillamente ya lo hemos probado, podemos saltarnos un nivel y emprender nuevas aventuras. Pasamos a una nueva dimensión sexual, y podemos hacerlo, por ejemplo, con los ojos vendados.
Los antifaces han dejado de ser una prenda exclusivamente BDSM, para encontrar su lugar directamente en los cajones de nuestras mesillas de noche. De raso, de seda, de colores, con plumas… lo importante es que no dejen ver con claridad (aunque sí se permita cierta “intuición”) y que vengan acompañados de juegos desinhibidos. De nada sirve taparle los ojos a tu pareja si tus movimientos son más predecibles que los de Ana Obregón posando en bikini. Ponle imaginación.
Otra alternativa… o un complemento a la anterior, si queremos ser algo más “arriesgados”, viene acompañada de una llave. Las esposas que podemos encontrar en cualquier “sensual shop” (Bacci, perdóname el robo, es que la acepción me chifla) viene dotadas se sistemas de seguridad que impiden accidentes desagradables (podrás soltarte sola si tu amante casual resulta ser un depravado total), y suelen contar con algún tipo de “acolchado”, bien en forma de terciopelo, bien en forma de plumas.
Mi experiencia personal es que antifaz + esposas + un amante divertido = polvazo de muerte. Fue una de las novedades más divertidas de mi vida, y creo que aún espero que la repita, así, como la primera vez, sin avisar, mmmmmmmmmm…
Si somos de los que disfrutamos con el juego, con las apuestas, con la idea de ganar o perder algo en el encuentro… entonces tal vez seamos los clientes perfectos para los dados posturales. Se trata de un dado con seis caras, en cada una de las cuales se representa una postura sexual diferente. Existe incluso la versión acompañada del juego de mesa, que permite más de dos jugadores… pero esa es otra historia. Del streep-poker mejor ni hablamos, porque es más viejo que la humanidad.
Casi todos los juegos y juguetes que hemos mencionado hasta ahora son más útiles y divertidos utilizados en pareja –de hecho, el sexo en general es más divertido en pareja, claro-. Pero existe toda una gama de juguetes pensados para hacer la “soltería” más llevadera, que, además, permiten el juego en pareja, en trío o en lo que cada uno quiera montarse, vamos.
Hablo, evidentemente, de los vibradores.
Los vibradores en sí mismos no son masturbadotes (¿a que no lo sabíais? Yo tampoco). Es decir, valen, evidentemente, para masturbar, pero también para estimular diferentes partes del cuerpo con sus vibraciones, a modo de masajeador.
Aún a riesgo de hacer parecer el artículo una auténtica tesina (vamos, un coñazo), es de rigor establecer ciertas categorías entre ellos. Así que vamos allá.
Las bolas chinas o bolas estimulantes son un par de bolitas encapsuladas. Es decir, se trata de una bolita exterior de latex, en cuyo interior hay otra, más pequeña, normalmente metálica. Se introducen en la vagina y entrechocan entre sí, y a su vez interior contra exterior, estimulando la zona con el movimiento.
Son, además de un divertido juguete sexual, un instrumento de entrenamiento. Muchos médicos las utilizan para entrenar el músculo pulvo-cocígeo de sus pacientes, si se encuentra resentido de un parto o es débil. Por cierto, este músculo, que es el que se contrae con mayor fuerza en los orgasmos femeninos, puede y debe entrenarse, y la forma más eficaz de hacerlo a diario es realizar contracciones voluntarias, como cuando te aguantas las ganas terribles de ir al baño.
La versión moderna de las bolas chinas son las balas vibradoras. Se trata de una pequeña “bala” semejante a un tampón pero más pequeña, que se introduce en la vagina. Cuenta con un mando a distancia que permite a tu pareja activarlo desde unos 100 metros de distancia, y al conectarse vibra sutilmente. Es un juego arriesgado si se te ocurre ponerlo en práctica en una cena familiar, pero a lo mejor es divertido en una noche de copas, ¿no?
La otra acepción de bolas chinas corresponde a una serie de bolitas enganchadas, en escala ascendente. La primera, más pequeña, la última más grande, y se utilizan en la dilatación anal.
Otra opción en cuanto a vibradores son los dildos. Se trata de vibradores con forma de pene (o al menos similar) que no necesariamente incorporan motor.
Aquí la variedad es taaaaaaaaaaaaaaan amplia que lo mejor es que, si queréis haceros con uno, os hagáis un tour por el sex-shop más cercano. Grandes, medianos, pequeños, de látex, de metacrilato, de colores, con base, sin base, con estimulador anal, con estimulador del clítoris, con rotación, con velocidades, con conexión al I-pod, para que vibre al ritmo de tu hit favorito... Incluso los hay sacados de moldes famosos, como el que reproduce el pene de Nacho Vidal… vamos, si no encuentras el que quieres es porque o bien no existe o bien no quieres ninguno.
Pero el último grito en vibradores, lo más de lo más, son los juguetes “elegantes”. SJP los puso de moda cuando sacó a pasear su patito en Sex & The City, pero no sólo de patitos vive el hombre. El gusanito feliz fue el hit hace un par de años, y la flor vibradora causó furor poco después. Son juguetes que podrías dejar a la vista en tu baño, y que la mayoría confundiría con un adorno naïf.
La última tendencia son los vibradores high-tec, metálicos, de colores, con formas ergonómicas pensadas para maximizar el placer, y con diseños más propios de una cadena de accesorio ultra modernos que de un juguete sexual. Incluso tuve la oportunidad de probar –como masajeador, que quede claro- un guante lleno de pequeños puntos móviles que era, os lo aseguro, sencillamente magnífico. Fue en el SEDA 2006, y de verdad que me quedé con las ganas de hacerme con uno… pero era, además de estupendo, carísimo. Claro que aquello fue hace años, y a lo mejor ahora sus precios son más asequibles.
Después de este repaso a los juguetes sexuales más conocidos y populares, me queda pediros disculpas.
Sé que es un reportaje eminentemente femenino, que he prestado poca atención al placer masculino. En mi descargo diré que conozco muy poco la imaginería masculina, al margen, claro, de las muñecas hinchables y las vaginas de látex. Por eso insto a todos los hombres que lo deseen a corregir y aumentar el post, a ver si así aprendemos algo nuevo, que siempre es bueno.
Ah!! Y perdón también por dejarme en el tintero todo el tema “caracterizaciones”, pero es que es tan amplio como el mundo. Vamos, que hay a quien le pone el tema enfermera-paciente, y hay quien prefiere el rollo prostituta-cliente… cada loco con su tema, vamos.
He obviado también el BSDM, porque es una práctica en la que no soy precisamente experta, y mi conocimiento se limita al “me dijeron que…”. Y tampoco he hablado del porno, que madre mía, da para un post a parte él solito… de hecho, creo que me pondré a ellos algún día…
En fin, ahora os toca a vosotr@s... ¿CUÁL ES VUESTRO JUGUETE SEXUAL FAVORITO? ¿CUÁL NO OS APETECE NADA PROBAR? ¿CUÁL OS DESPIERTA MAYOR CURIOSIDAD?
P.D: Todas las fotos corresponden con juguetes sexuales reales. Aunque a veces no lo parezca!!! P.D2: De nada sirven todos estos inventos si no tenemos un mínimo de intención e imaginación para ponerlos en marcha. Creo que ya lo dije alguna vez, pero me reitero; el cerebro es el órgano sexual más importante.