No me malinterpretéis, que soy la reina de las fiestas de nochevieja… si en mi casa la noche de las campanadas es como una fiesta nacional. Hay cava, y vino, y más cava, y más vino, y comida y comida y comida y cientos y cientos de primos, tíos, abuelos, hermanos… todos revueltos y gritando “que no llegamos a las uvaaaaas”, cuando sabemos perfectamente que nos sobrará cerca de una hora entre el último trozo de turrón y el primer cuarto… en fin, que la nochevieja me gusta mucho.
Lo que no me gusta es el concepto “despedida”, porque yo creo que en eso la sociedad occidental está equivocada. La nochevieja no debería servir para decir adiós al año que termina, sino para saludar al nuevo año que entra.
El 2010 será mi año… eso dijo la bruja que consulté hace unos meses, y a mi me gusta creer que tiene razón, así que he decidido dedicar un amplio esfuerzo mental y posicionarme firmemente en el lado positivo de la vida. El 2010 será un año grandioso.
Pero lo será no sólo porque toque, o porque me lo merezca –que me lo merezco, y punto. Y sí, tengo abuela pero no es muy cariñosa, la verdad-. Lo será en buena medida porque el 2009 me ha preparado para ello.
Para el mundo que habitamos el 2009 ha sido un año de transición. El año de la crisis económica –qué tedio, por Dior, qué tedio-, de la reestructuración mundial, de la muerte de Jackson y Farra, del golpe de estado en Honduras, de la trama Gürtel, del secuestro del Alakrana, de la huelga de hambre de Haidar, de Obama, el primer presidente negro de USA, de la guerra de medios, de los timos de la estampita versión 2.0 (Lemman Brothers, Maddof…), de la vergüenza de Air Commet, del secuestro de los cooperantes Mauritanos, de la reforma de la ley del aborto, … el año de los cambios que nada cambian. Un punto de inflexión necesario pero tedioso. Un año de paso.
Para mi, el año que termina ha sido raro, raro, raro… pero raro profesional, vamos, un raro en toda regla. Ha tenido cosas buenas, cosas muy buenas, cosas malas, cosas muy malas, y cosas sencillamente increíbles, en el buen y en el mal sentido de la expresión.
Así que, haciendo honor a la fama de metódica y enferma de TOC que me caracteriza, y para darle –una vez más- la razón a Rub, he decidido elaborar la lista de…
LOS ACONTECIMIENTOS QUE HAN MARCADO MI 2009
El 2009 ha sido el año de la muerte de mi padre. Enfermó de cáncer de pulmón en febrero, y aunque luchó como un jabato durante siete largos meses, en septiembre decidió que ya era hora de descansar. Le echo de menos. Cada día, cada hora, cada minuto. Como a mi madre. Pero sé que nos dejó unidos y fuertes, y eso me consuela bastante. Aunque sé que no dejaré de añorarle nunca, ya no lloro su muerte. Supongo que hasta el duelo tiene fecha de caducidad.
El 2009 también fue el año de dos grandes bodas: la de mi amiga Uxi, y la de nuestra querida Noa.
La de Uxi fue una boda deseada, anhelada, querida y arropada. Tanto o más que su despedida, un viaje lleno de aventuras y risas a una ciudad que es más nuestra que de nadie a base de habérnosla trabajado. Se libró por los pelos del disfraz de aceituna, pero le cayó una banda rosa y una camiseta customizada que creo que no olvidará nunca. Trabajamos tanto y tan unidas para que ese día fuese especial para ella, que hasta conseguimos sorprenderla. Y eso tiene su mérito, teniendo en cuenta que en la ceremonia los novios se marcaron unos discursos hacia los invitados que terminaron con el rimmel de las testigos –o sea, nosotras- y las existencias del kleenex de toda la iglesia. Luego comimos, bebimos y bailamos toda la noche, y toda la madrugada, hasta que el sol de aquella brillante mañana de junio nos sorprendió esperando el autobús de regreso.
La boda de Noa fue una locura. En la ceremonia, su abuelo nos contaba chistes verdes a Ely y a mí, que nos moríamos de la risa con él. Y en la fiesta bailamos tanto, tanto, tanto… Y tan bien. Hasta cantamos en un improvisado karaoke ante la atónita mirada de los invitados y de un Dj que no creyó jamás que una cuadrilla de jovencitas –porque somos jovencísimas- pudiese robarle tanto protagonismo.
El 2009 fue también el año Blogger por excelencia. He conocido a algunos de los bloggers que frecuentan estos lares, y cuyos lares también frecuento yo, y espero conocer más. Hasta ahora la experiencia es altamente positiva, para qué vamos a engañarnos, y con algunos de ellos he llegado a tener una amistas, con mayúsculas, que me parecía imposible a priori. Sorpresas de la red de redes, ya veis.
En el 2009 he trabajado más que nunca… y puede que también mejor que nunca. Y no lo digo porque sea la mejor profesional del mundo, que oye, tampoco estaría mal, pero creo que aún me queda lejos, pero lo cierto es que este año me he enfrentado a nuevos retos profesionales de un calado que no esperaba, y que he superado con más o menos éxito, aunque siempre con mucho trabajo y esfuerzo. He aprendido a encontrarme cómoda en un puesto que no sabía muy bien cómo valorar ni afrontar.
El 2009 ha sido también el año internacional del embarazo, al menos en mi pandilla, donde tres de mis amigas están en ese estado tan cursimente llamado “de buena esperanza”. Lucas, Paloma y Adriana verán la luz entre marzo y mayo de 2010… que Dior nos pille confesados.
Este año que termina ha sido también el año de zanjar etapas. He zanjado mi miedo a romper contratos -que se lo digan a Vodafone-, mi hermano se ha independizado, mi hermana ha arrancado una nueva etapa con su empresa… ha sido un año de muchos puntos y seguido, y de todavía más puntos y a parte.
El 2009 ha sido el año en que he estado en Bobia. Literalmente. Y en Tallin, una ciudad maravillosa que me enseñó que casi todo puede recuperarse, que nada se pierde para siempre y que, cuando menos te lo esperas, tropiezas con el futuro.
El 2009 ha sido el año en que viajé 600 kilómetros de ida, y 600 de vuelta, en un solo fin de semana, para felicitar el cumpleaños a mi hermana, y a un amigo muy querido.
El 2009 ha sido el primer año en que he logrado comprar todos los regalos de navidad antes del día 22.
El 2009 será el primer año en que organice la fiesta de nochevieja con las mejores bloggers del planeta. Niñas, preparaos, no vamos a dejar títere con cabeza!!!!
El 2009 ha sido el año en que he logrado reconciliarme con mi armario, con mi cara, con mi cuerpo, con mi cuenta corriente… con mi vida. Conmigo.
54 posts. Uno por semana de este extraño año que termina y que deja tras de si un poso importante, necesario, positivo –pese a todo-, que será el germen de un 2010 arrasador. A POR ÉL!!!!
SUENA EN MI I-POD: Qué enganche tengo con este tema, madre mía de mi vida!!! Resulta que me he metido en el I-pod el “Lágrimas Negras” de Bebo Valdés y Diego el Cigala, que creía yo que lo tenía ya más que trillado, y resulta que me he tropezado así, a lo tonto, con “Se me olvidó que te olvidé”, un bolero maravilloso que en la voz del Cigala cobra un significado nuevo. Del piano no digo nada porque lo dice todo él solo.