PUES ANDA QUE NOSOTRAS...

... sí, sí, no mireis para otro lado, porque lo cierto es que si ellos tienen delito, nosotras no nos quedamos atrás.

A petición de mi querida Malagueña, relato a continuación todas aquellas cosas que nosotras no entendemos pero que, en su mundo, son cotidianas y necesarias (testosterona dixit):

1.- Nosotras no entendemos qué necesidad hay de coleccionar herramientas. Con un martillo y una llave llega, ¿no?






2.- Nosotras no entendemos que una camiseta vieja pueda ser imprescindible, y tirarla pueda ser delito.






3.- Nosotras no entendemos que un fin de semana fuera no requiera más que una minúscula mochila. Y menos de dos frascos de cosméticos.




4.- Nosotras no entendemos que un par de zapatillas son suficientes. Y el color no tiene por qué combinar con todo el armario.





5.- Nosotras no entendemos por qué es mejor perderse que preguntar una dirección.





6.- Nosotras no entendemos qué les impulsa a ver la final de una liga, si no siguen el deporte en cuestión.





7.- Nosotras no entendemos la necesidad de tener el coche limpio como una patena, si tu armario es el Reino del Caos.




8.- Nosotras no entendemos que puedan concentrarse tanto en el ordenador que no escuchen lo que les estamos diciendo.



9.- Nosotras no entendemos que sean capaces de recordar el número de anotaciones de Carbajosa en el mundial del 2006, pero no puedan recordar el día exacto de tu cumpleaños.



10.- Nosotras no entendemos que hay momentos en los que realmente no piensan en nada. De verdad.


11.- Nosotras no entendemos por qué hay que aparcar en la puerta, si hay un sitio mucho mejor quince metros atrás.



12.- Nosotras no entendemos qué demonios es un llanta de aleación, y mucho menos para qué sirve. Y tampoco entendemos que ellos no sepan aclarárnoslo, pero igualmente les resulte importantísimo.



13.- Y por último, pero no menos importante, nosotras no entendemos porqué nos siguen queriendo, si les parecemos tan complicadas, psicóticas y maniáticas.

ELLOS SON ASÍ...

...Pero es que nos encantan. Porque quiero que quede claro que ESTE NO ES UN POST ULTRFEMINISTA. Ni mucho menos. Tengo muchos más amigos que amigas, adoro a mi chico y no quiero cambiar ni una sola cosa de su carácter ni su físico.

Y aclarado esto… Bacci ha colgado una aventura estupenda en su blog, Dolce Vitta (linkadlo, que es muy divertido) en la que cuenta cómo su chico la miró con cara de estupefacción al verla con el pañuelo-turbante.

El caso es que me ha hecho pensar en todas esas cosas que ellos no entienden y que para nosotras son algo cotidiano y fundamental, como por ejemplo…

1.- Ellos no entienden que la crema del cuerpo no sirva para las manos, y que la mascarilla de pelo rizo no sirva para cabellos teñidos.



2.- Ellos no entienden que la ropa doblada encima de la silla no está ordenada. Para que lo estuviese debería estar dentro del armario. E igualmente doblada, claro.




3.-Ellos no entienden que una camiseta negra no es igual a otra si cambia el escote, el largo, la manga o el tejido. Para ellos una camiseta negra es una camiseta negra.



4.- Ellos no entienden que necesites más de 5 minutos para arreglarte para bajar a tomar una caña.




5.- Ellos no entienden que necesites que te digan que tal o cual prenda te sienta bien, si a ti ya te gusta cómo te queda.




6.- Ellos no entienden que un capeado o un baño de color son importantes. Y se notan, aunque ellos no lo noten.


7.- Ellos no entienden que tú te veas gorda. Si estás delgada, te ven ideal, si te sobran cuatro kilos, te ven sexy.




8.- Ellos no entienden que sepas dónde se ha comprado tu amiga Marta el vestido sólo con mirarlo. Esto está íntimamente ligado al hecho de que no comprendan que te pueda gustar ir a las tiendas “sólo a mirar y coger ideas”.




9.- Ellos no entienden que existen diferentes tonos de verde, rojo, o incluso de blanco, y que no todos son combinables entre sí. Y desde luego desconocen el significado de “fucsia”





10.- Ellos no entienden que necesites bailar, cantar, llorar, gritar… imperiosamente sólo con oír una canción.


11.- Ellos no entienden que necesites un nuevo par de zapatos… si tienes más de una docena.



12.- Ellos no entienden qué le ves al protagonista de Prision Break, ni a George Clooney, ni a Gael García…






13.- Y por último pero no menos importante… Ellos no entienden por qué les queremos tanto, y por qué nos gustan tantísimo, si los encontramos despistados, nada detallistas y dejados… sobre todo teniendo en cuenta que podríamos liarnos con otra mujer, que es lo que ellos harían si fuesen mujeres.

MI YO MÁS ÍNTIMO

Una vez comenté, al comenzar a publicar en este blog, que soy una maniática de la ropa interior.

Esta vez voy a demostrarlo.



Una, que es fashionista hasta la muerte y una ferviente creyente en los dichos populares, hizo suya la recomendación materna que decía “tú lleva siempre ropa interior mona, porque nunca se sabe”. Y tengo que asegurar que me ha salvado la vida en más de una ocasión.


Como con el resto de mi armario, mi ropa interior también está sujeta a una serie de reglas inquebrantables:

1.- Jamás compraré ni me pondré ropa interior de color “visón”, acepción por otra parte completamente injustificada, puesto que los visones no son ni de lejos de ese todo parduzco tan desfavorecedor

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2.- Sujetador y braguita deben combinar. No es estrictamente necesario que hagan juego entre ellos, pero sí que sus colores y estampados queden bien juntos. Yo me decanto habitualmente por sujetadores en colores lisos –negro, blanco, rojo, morado…- y braguitas con estampados en los mismos tonos.


3.- No existen en mi vocabulario “las braguitas de diario” que tanto adora, por ejemplo, mi hermana. Para mi toda mi ropa íntima es importante, y aunque tengo conjuntos más caros o más “elegantes”, no creo que haya que vetarlos con los vaqueros y las camisetas.



4.- La ropa interior debe combinar, en la medida de lo posible, con el outfit elegido. Jamás me pongo, por principios estéticos, un tanga blanco con pantalones negros. Mi teoría es “si alguien te ve desnudarte debe pensar en todo momento “vaya, que bien vestida va esta chica””.


5.- Nunca, y digo nunca, tendré suficientes coulottes, braguitas, tangas, brasileñas, sujetadores y pijamitas… en mi caso, es como los zapatos. Si pudiese, tendría dos o tres para combinar con cada uno de mis outfits…

Y VOSOT@S... ¿CÓMO ES VUESTRA VIDA INTERIOR?

CUANDO CALIENTA EL SOL...

…Aquí en la playa… lalalalala…

Es que llegan los calores y una se pone así, como contenta, no sé cómo explicarlo… Le entran a una unas ganas locas de terraceo al sol, de noches eternas de mojitos y de fines de semana de escapada en capitales europeas decadentes… porque, de momento, y si mis compromisos laborales no lo remedian, mis verdaderas vacaciones quedan relegadas al mes de octubre, como muy pronto.

Pero eso no supone que los próximos tres meses –julio, agosto, y mi querido septiembre- vayan a ser una vorágine de trabajo sin huecos para el placer. Una, que ya es veterana en esto de trabajar en verano, ha encontrado la forma de lograr que los meses estivales dejen buen sabor de boca incluso si lo más parecido a un viaje que puedes hacer es una pequeña escapada de tres días a Lisboa (mi plan en agosto).

Y como me he dado cuenta de que no estoy sola en estas circunstancias, os dejo aquí, al alcance de todos y todas, mi…

DECÁLOGO PARA UN VERANO 10, INCLUSO SI NO TIENES VACACIONES:

1.- TERRACEA: Si tienes la suerte de vivir en una ciudad con mar, conviene hacerlo a la orilla del mismo, a partir de las 8 de la tarde. Pero esta máxima es aplicable también a las ciudades interiores. El Terracing es uno de los deportes nacionales mejor considerados y desde luego más asequibles, y una de las mejores formas de ver y dejarse ver en los meses estivales.

Mi posología particular pasa por no dejar escapar más de una o dos tardes a la semana, y, si es posible, aplico esta máxima todos los días. Unas cañitas y una olivitas son el mejor antídoto contra la depresión, mucho más si te parapetas bajo una gafas XXL by Tom Ford.


2.- LUCE PIEL: Ojito, nótese que no hablo de “lucir michelines” (las que los tenemos), sino de lucir piel. Si, como yo, no toleras demasiado el sol, recurre a una autobronceador de efecto natural.

3.- SIÉNTETE SEXY: Es época de vestiditos coloridos, de minifaldas, de sandalias con tacón, de escotes vertiginosos… y la excusa de habernos pasado con el turrón en navidad no vale: si estás delgada, luce brazos y piernas torneadas. Si te sobran unos kilitos, plántate un modelazo a lo Bardot, con generoso escote y marcando cadera. El verano es una época concupiscente y sexy, aprovéchala.

4.- ESCÁPATE: Si tienes dos días libres, líate la manta a la cabeza. En la bolsa del gimnasio cabe todo lo que necesitas para pasar dos o tres días de ensueño en cualquier paraíso cercano. Si tu presupuesto lo permite, un avión te llevará a cualquier parte del mundo. Si tu bolsillo no ha visto aún la paga extra, no desesperes: He descubierto casas rurales de ensueño, o ciudades cercanas, como Lisboa, que son una delicia para los sentidos.

Si puedes hacer la escapada acompañado, mejor que mejor. Este año seremos tres en lugar de dos, porque se ha unido a la escapada un amigo de mi chico, y el viaje promete.


5.- NO BAJES LAS PERSIANAS DEL TODO:
Madrugar resulta mucho más gratificante cuando, al sonar el despertador, ves algo de luz asomando a tu ventana. Si no toleras la claridad recurre a los antifaces. Son muy glam, sexys y completamente útiles en estos casos.


6.- NO DEJES PASAR NI UNA FIESTA: Aunque pueda parecértelo, no estás solo. Las ciudades están llenas de gente que, como tú, no puede disfrutar de vacaciones estivales. Y toda esa gente organiza fiestas de lo más variadas. No dejes pasar ni una, aunque no tengas con quién ir. Es un buen momento para conocer gente.


7.- CAMBIA DE PERFUME: O directamente prescinde de él, y entrégate a los placeres de las cremas corporales, frescas y olorosas. Eso sí, nada de dejar que “la naturaleza siga su curso”… el olor a sudor no es sexy. Dúchate, desodorízate y usa un gel hidratante con olor cítrico y fresco… serás otro.


8.- SAL A CENAR:
Muchos de los restaurantes que durante el año no tienen ni media banquetita que ofrecerte tienen el aforo a media hasta en verano. Aprovecha y organiza cenitas fuera, entre semana, con amigos, familia, pareja… rompen la rutina y ayudan a cambiar el chip.


9.- ESCUCHA MÚSICA ALEGRE: Carga tu I-pod con rock, pop y sonidos veraniegos -huyendo del chiringuito, por favor- y sal a la calle.


10.- SEX, SEX, SEX… Es un hecho, el verano es una estación calurosa, concupiscente, sexy… aprovéchala. Si tienes pareja, con ella. Si no la tienes, con tod@s los que quieras… ¿Sabías que el sexo libera endorfinas, la hormona de la felicidad? Nada despeja más la mente y el cuerpo que un revolcón estival a media noche, cuando el calor no nos deja dormir.

¿ Y VOSOTR@S? ¿CUÁLES SON VUESTAS MÁXIMAS PARA DISFRUTAR DEL VERANO AUNQUE NO TENGAIS VACACIONES?