A LA FRANCESA

… así fue como me marché ayer del CGAI (Centro Galego de Arte e Imaxe). Había ido con P. para ver un documental con muy buenas críticas titulado “Liste, pronunciado Líster”, en el que presuntamente se narraba la biografía del histórico militar republicano de origen gallego. Digo presuntamente, porque yo eso no lo vi por ningún lado.




Para empezar, llegamos con mucho tiempo, porque en el CGAI las proyecciones son gratuitas y selectas, y suelen acumular una ingente cola de interesados en ocupar uno de los escasos asientos. No era el caso ayer. Ayer éramos cuatro gatos. Cuando nos fuimos, quedaban dos.

Total, que entramos, nos sentamos, y después de cotillear un extraño e incansable monólogo protagonizado por nuestro vecino de asiento, sobre las excelencias de la música de los 70, comenzó la proyección.

Durante aproximadamente dos minutos creí que me había equivocado de día, porque en la pantalla sólo se veía un plano fijo de algún lugar indeterminado, que lo mismo podría ser Cuenca que Monforte de Lemos, donde el verde monte estaba adornado con una especie de almena medieval. De fondo, musiquilla. Y ya. Nada más. Nada, nada, nada más.

Al cabo de esos dos minutos dejé de sospechar que me había equivocado para pasar a cerciorarme de ello. Efectivamente, la película era la correcta. El error era haber ido a verla.
Ante nosotros desfilaban, sin conexión alguna, imágenes de la guerra civil, películas caseras de la familia Líster en 8mm, recreaciones que no eran malas, eran lo siguiente, y grabaciones de la directora en Rusia, a donde, dedujimos, se marchó de vacaciones pagadas por la Xunta y aprovechó para grabar unos planitos en casa de su amiga, ojeando un libro infantil sobre la revolución bolchevique… vamos, lo never seen before, que diría La Divina.

El documental goza –él, digo, no sus espectadores- de una nada desdeñable duración de 111 minutos… en el minuto 45 P. y yo pusimos pies en polvorosa para cambiar aquel bodrio por el vidrio de las copas del Naïf. Qué tostón, madre mía de mi vida.

Como veis, no soy de las que le duelen prendas cuando abandona un espectáculo a la mitad. Yo, como decía mi sabia madre, no nací “pa de sufrí”, amig@s, así que cuando algo no me gusta, sencillamente paso. Soy un público sincero, como los niños, que cuando no les gusta lo que ven, le dan la espalda y punto. No comprendo a esas personas que, aburridas, asqueadas, y con cara de acelga más cocida, mantienen sus traseros pegados a la silla como si su vida dependiese de ello. Soy así con todo: que un libro no me engancha, pues lo dejo; que una película me aburre, pues me marcho; que un novio no me convence, pues al siguiente.

No es la primera vez que me levanto y me marcho en medio de un espectáculo, aunque tengo que reconocer que en general he sido bastante afortunada, y he escogido bien mis opciones de ocio… pero a veces la intuición me falla.

Como por ejemplo, aquella vez, hace unos 6 años, que fui al teatro con dos compañeros de trabajo, mi amiga B., y Q. Llegamos al Rosalía y nos sentamos en nuestras butacas preferentes –íbamos con invitación-, y comenzó el espectáculo: el mayor bodrio jamás contado by la Compañía de Teatro Galego. Nos marchamos cuando empezaba a roncar. Detrás de nosotros salieron una docena más, se ve que abrimos la veda.

La segunda vez que me largué en medio de la interpretación iba con P. Nos habían invitado a un espectáculo de una cadena de radiofórumla titulado “The Beattles Chill Out”, una especie de performance musical que revisionaba a los de Liverpool en clave electrónica con críticas más que aceptables. Abandonamos el teatro cuando una mujer de unos 150 kg, ataviada con unas mallas negras y una camiseta de leopardo se arrodillaba en medio de una nube de humo gritando como una posesa, mientras alzaba el puño a lo Scarlett O´Hara “Pennylaneeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee”. Inclasificable.

Marcharse a la francesa es todo un arte. Tal y como yo lo veo, abandonar un espectáculo no debe ser nunca ni demasiado ruidoso, ni demasiado discreto. En el primero de los casos, parecerás un maleducado y además ofenderás al resto de los espectadores. En el segundo, parecerás avergonzado de tu escapada, algo indecible a todas luces, y además impedirás que otros con menos valor que tú sigan tu estela desesperados por escapar de esa tortura en forma de “arte y ensayo”.

Antes, largarse a la francesa era más fácil, porque casi todos los espectáculos tenían intermedio, y podías desaparecer a los David Coperfield sin remordimiento alguno, pero ahora nos obligan a perfeccionar la técnica del “vete a tomar por culo tú y tu bodrio de obra” hasta grados semi profesionales. Algo, por cierto, que lleva muy mal la tercera edad.

Los viejos son como los niños: sinceros hasta el dolor. Y además, igual que los infantes, creen que el mundo merece saber qué piensan y por qué en cada momento. Para muestra, un botón:

Hace cosa de tres años estrenaron en el Forum Metropolitano “Nine Songs”, una película algo “peculiar” que narra la historia de una pareja a través de nueve polvos y las nueve canciones que los acompañan. Nos pareció curioso el experimento, y como además las salas comerciales no exhibían la cinta por su contenido pornográfico, nos plantamos en el Forum a disfrutar del estreno.

La película llevaba unos 5 minutos de metraje, cuando de repente, un grupo de 5 señoras de unos 500 años, enjoyadas hasta los dientes y con abrigos que abultaban más que el animal que los llevaba puestos antes irrumpieron en la sala. No había cinco sitios juntos, pero claro, ellas no lo veían, porque como ya estaba rodando la película las luces ya se habían apagado, así que discutieron en voz alta durante unos minutos quien se sentaba con quien y, tras hacer levantar a media sala, ocuparon sus localidades. –Nota mental: ¿por qué hay cines que siguen sin numerar la sesión? Evita muchos problemas, en serio-.

A mitad del primer polvo, las pobres señoras ya no podían más. Se removían incómodas en sus butacas mientras la pantalla les escupía imágenes de cuerpos desnudos nada decorosas, hasta que una de ellas, situada en la octava fila, decidió alzar su voz para comunicarse con su compañera de la segunda fila:

-Carmen, nena, a mi esto no me convence

-A mi tampoco

-Shhhhhhhhhhhhhhh

-¿Nos vamos?

-¿Ahora?


-Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

-Sí, yo me voy, eh, Carmen. ¿Pilar, vienes?

-Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

-Ay, sí, yo me voy también


-Bueno, pues nos vamos

-Nos vemos en el ambigú

SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

COÑO YA!!!!


Y allí se fueron el Comando Mariperla, al ambigú, pasando por delante de los otros 80 espectadores mientras se ponían sus abrigos y comentaban en voz alta la jugada, sin pudor alguno.

Yo al menos esperé a estar fuera de la sala para descojonarme viva con la experiencia de anoche… y si no preguntadle a Pinkocha.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno, y como van todos esos posts de distintos temas que has prometido publicar ? ;) Tengo muchas ganas de leerlos. ;)

María dijo...

Mmmmm... ¿cuáles?

Refréscame la memoria, por favor, porque como trabajo con políticos se me pega mucho eso de prometer y olvidar, jajaja

Anónimo dijo...

Pues asi de memoria recuerdo: uno sobre ropa masculina, otro sobre prendas fetiches que tenemos las mujeres(zapatos, bolsos..), otro de perfumes y otro sobre la elegancia de las mujeres de distintas nacionalidades ;). Este ultimo honestamente, me lo he inventado yo... es que lei un articulo asi en el blog de Garance y como es algo que yo tambien encuentro llamativo por las diferencias que hay... y tus opiniones me gustan. Eres mi periodista particular para escribir lo que me da la gana... y gratis... a que te sientes muy realizada ahora mismo ;)

María dijo...

Ay, jajajajaja

El de ropa masculina ya lo hice!!

El de prendas fetiches, hice algo parecido, pero no exacto, así que me lo apunto

El de perfumes!!! Me había olvidado!!!

Y el de la elegancia por nacionalidades me parece una gran idea, sí señor, me pongo a ello.

Y de gratis nada. Al menos un comment por artículo, vamos hombre.

Ely dijo...

Uy sí, despues tenemos el "dime como te llamas y te diré que japuta eres" o "dime donde vives y te diré que corte de pelo llevas", piensalos...

A mi me pasa lo que a ti, si no me gusta... me voy. Pero lo que mas mas mas me gustaria en el mundo, es ir a una boda donde uno de los dos, tampoco se sintiesen convencidos y se fugasen a la francesa... ay me encantaría, pero que no sean familia eh! porque no me podría reir

María dijo...

Poder podrías, aunque quizas sentase mla en los sectores más conservadores de la familia.

Me parece una idea interesante: cómo fugarse de tu propia boda sin resultar represaliado por tu suegr@

Hahi dijo...

jejeje Lo de fugarse de las bodas da para mucho. Mi chico estuvo en una en la que cuando el cura dijo "Pepito quieres a Fulanita por esposa?" el tal Pepito soltó un "No, que se la quede Zutanito, que es el que se la folla". Y cogió a sus padres por el brazo y se largó de la iglesia. jejeje Hay que decir que el tal Zutanito era amigo del novio de toda la vida y allí estaba en el primer banco de la iglesia, tan feliz él, sin saber lo que se le venía encima! Menos mal que mi chico iba por parte del novio... ¡¡Eso sí que es saber marcharse de una boda!!

Hahi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Naïf dijo...

Bueno, hay que reconocer que para algo sirvió la experiencia... Para un post y unas buenas risas. ¡Menos mal que fue gratis!
El Comando Mariperla me recuerda a unas señoronas escandalizadísimas en el teatro Rosalía durante la representación de "El retrato de Dorian Grey"... por una por una "pornográfica" visión de el (soberbio) culo de Eloy Azorín en una escena en la que salía de la bañera.

María dijo...

Joder Hahi! qué huevos!!

María dijo...

Pinkocha, seguro que eran las mismas que se marcharon ofendidísimas cuando Albert Pla trajo un espectáculo en el que la teclista estaba desnuda.

Salió en prensa en todos lados una semana antes, pero ellas vinieron igual. Y digo yo, Manolete, si no sabes torear, ¿pá qué te metes?

Si eres de las que no les mola el rollo desnudo público, y sabes que lo hay, ¿a qué coño vas? No lo entiendo, de verdad

Esther dijo...

Nunca he sido buena en irme de los sitios, me siento fatal por esos pobres actores que se lo han currado y de repente se quedan solos actuando, y en el cine tampoco. Recuerdo una anecdota buenísima en el cine. Mis amigos Noelia, German y yo fuimos a ver "Inteligencia Artificial". Cuando llegamos a la sala, yo que soy como un perrito pachón, dije "Aqui huele raro" y cuando nos sentamos estaban los asientos como mojados, húmedos...una cosa muy rara. Empieza la pelicula, media hora...una hora...y empezó a hacer un calor terrible terrible...empezó todo el mundo a sudar como pollos...a abanicarse...unos salían al baño y volvían, otros medio mareados se iban directamente...hora y media de película y seguíamos sudando porque el puto aire acondicionado estaba ROTO!.. unos bajaron a preguntar y a voz en grito dijo "SI NOS VAMOS AHORA NOS DAN OTRA ENTRADA PARA OTRO DÍA".Algunos se fueron...otros como yo NO.
Teniendo en cuenta que la película era un bodrio, se podría haber soportado si estuvieras fresquito en pleno mes de Julio (creo recordar) pero yo dije "YO la veo terminar y acto seguido me doy un baño en la primera fuente pública que encuentre o me suicido una de dos" y ahí aguantamos DOS HORAS Y MEDIA sudando como una sauna noruega, y sólo me queda por recordar que el calor (según estudios científicos) tiende a subir y el frío a bajar...bueno pues nuestra fila era de 16 que había..la 14, con lo cual todos los vapores estaban en la parte alta de la sala donde estabamos nosotros..Y NO FUI CAPAZ DE LEVANTARME.Claro que cuando lo hize dejamos un charco de sala..teníamos que haberlos denunciado por vender entradas cuando el local no estaba acondicionado...ni de aire tampoco.
Pero es que decíamos entre nosotros "bueno esperamos 15 minutos y a ver si termina que despues de llevar aqui una hora, yo no quiero ver esto más pero quiero saber cómo termina" y así pasaron los minutos. Eso sí despues de la ducha gloriosa creí haber perdido un par de kilos en líquidos, y el cutis suave suave.

Perla N. dijo...

María, ¿el comando Mariperla es el mismo que el Comando Canapé? Deben de estar patrocinadas por la Concejalía de Cultura.....

Hahi, hay que tener sangre fría para aguantar hasta la boda y soltar allí el bombazo....La verdad que sería divertido vivirlo en directo...¿Luego devuelven los regalos?

Cruela dijo...

Yo conozco a uno que se levantó en la cama después de follarse a una amiga mía con un "cariño qué bueno me falta el cigarro para ser feliz"... "ahora voy a por uno"
Ella pensó que en su chaqueta que había dejado en el comedor... a los 10 minutos pensé que bajo al estanco... a las 10 horas entendió que jamás volvería
Y el chico sí era francés... o sea un maestro en este arte de despedirse
Besos

Unknown dijo...

Jajajaja! menudo coñazo no? Yo sin embargo soy de los que se quedan. Me cuesta tanto levantarme en medio...hasta en la biblioteca cuando tengo que salir. Me sale la vena tímida que tengo superescondida.

Besos!

Ely dijo...

Ay Cruela JAJAJAJA mi primer marido, bajaba la basura a las 10 de la noche y volvía a las 6 de la mañana... reciclar es duro

María dijo...

Ely, pero era porque tenía el síndrome Manolete "tengo que contarlo ya o me da un pasmo". Es que vivir contigo debe causar ese efecto Síndrome de Sthendal, mujer.

BACCI dijo...

La verdad es que yo tampoco manías, ni francesas ni españolas, si no me gusta me voy y punto, eso sí, procurando no hacer más espectáculo que el q abandono. Lo que me cuesta es q A me siga, él y su pudor imaginan 100 ojos clavados en 186 cms de estatura mientras él intenta pasar desapercibido arrastrandose medio acuclillao (pa verlo) jajaja

Besotes wapa quedan 3 días ..

María dijo...

Ay, Bacci!!! Me imagino a tu A., más largo que un día sin pan, agachado tratando de pasar desapercibido mientras abandona una sala de cine medio a oscuras y me meo de risa!!!

Ay, ya no queda ná!!!! jajajaja

Anónimo dijo...

uff, yo desde que tengo sobrinos, aparte de no querer tener hijos jamás, ya no tengo vergüenza para estas cosas. te los llevas al cine y cuando no llora uno y le tienes que sacar fuera, el otro quiere hacer pis, o se pegan, o se aburren, o tiran las palomitas.. y así toda la peli. total, que entramos y salimos 37 veces en una hora y media. de la peli no te enteras, aunque total, para los bodrios que me hacen ver.. la ultima, la de los chihuahuas. a punto de arrancarme los ojos estuve, no os digo más.

por cierto, es un poco tarde, pero me ha encantado el post de carla bruni, 100% de acuerdo!

Botica Pop dijo...

Maria: te dejé un premio en mi blog!

Croissant dijo...

jajajajaj qué bueno, el comando mariperla no se corta un pelo!
Eso de "escaparse" a la francesa me gusta pero nunca le había puesto nombre ;)
Un besete!

Rakel dijo...

Visto lo visto, tengo que mejorar mi técnica. Yo soy de las que me marcho... abochornadísima.
Besos,

MEL dijo...

María, ya te vale, estos días que no he podido entrar y tú dale que te pego... a la tecla... mira, eh? tengo overreading!!

Yo no me suelo ir de ningún lado, soy buena sufridora, o buena electora, claro. Bueno, recuerdo una vez en Londres, en un garito de Jazz (odio el jazz) acompañando a unos amigos (odio a los amigos)... dios, terminé en el suelo sentada con 3 pintas (odio la cerveza)(bueno, esto no) alrededor, pero no me fui, no... jo, soy más buenaaaa!

Cruela, tía, jajajaajajaja ella fue la precursora del "y se fue a por tabaco", no?

Ely, ahora tienes destructora en casa, verdad?

Unknown dijo...

Hola cielo, yo me fui con el santo de una obra de teatro insufrible!!!!!! en fin, que te entiendo perfectamente. Y además, qué demonios, con el poco tiempo que tenemos, para encima tener que estar aguantando bodrios (laboralmente me he tenido que comer alguno, pero estaba obligada), en mi tiempo de ocio, ni hablar!! Besos, cómo va todo tras las elecciones???? espero que bien!!

*alba* dijo...

jaja, qué bueno. Lo del "comando Mariperla" me ha encantado. Voy a adoptar la expresión.
Sigo tu blog y me encanta, entre el tuyo y otros me han inspirado a crear uno yo. ¡Gracias!