Tengo vecinos nuevos.
Soy una persona con un imán especial para los vecinos: se me arriman siempre los que están tocados del ala, y claro, es una putada bastante grande, porque un vecino es como una suegra de las malas, que llega cuando quiere y se va cuando le da la gana y no tienes defensa contra ella, porque te ha tocado y punto.
Los vecinos son algo muy importante en nuestras vidas. Mirad si no la de películas y series –sobre todo series- basadas en los vecindarios. Neighbours fue pionera, pero en medio estaba Beverly Hills 90210, Melrose Place, Friends, OC,… Y la vida te cambia según que vecino tengas, porque no es lo mismo tener de vecino a Joey y Chealder que a la malvadísima Amanda Woodward. Con los primeros comerás tarta y helado y te liarás un día de borrachera. Con la segunda… bueno, con la segunda mejor buscar piso nuevo.
Cuando vivía en casa de mis padres, mis vecinos eran de lo más normal… hasta que un día, no sé muy bien por qué, una pareja joven se mudó y cambió mi concepto del término “vecino”. Dejaron de ser personas con las que coincidía por el barrio, o en el ascensor, para pasar a ser “esos hijos de puta que me dan el coñazo día y noche”. Para que os hagáis una idea, esta gente vivía en la escalera contraria, en un tercero, y nosotros en el sexto del otro lado… pero al parecer nuestra lavadora molestaba el dulce sueño de su criatura en la siesta de las 18:00… que digo yo que aquella niña debía tener el oído de superman, porque escuchar una lavadora a través de 3 pisos, dos patios de luces y un muro maestro tiene su mérito.
Cuando esos vecinos se mudaron alquilaron el piso a un grupo de estudiantes. Fueron unos años convulsos en el vecindario. Yo acababa de regresar de mi periplo madrileño y reinstalarme en casa de mis progenitores, y me encontré con que en la escalera de en frente dormían, comían, y sobre todo lo pasan que te cagas los amigos de mi mejor amigo, o lo que es lo mismo, un grupo de ingenieros de caminos que la liaban parda cada jueves. Ha pasado mañanas de viernes geniales con ellos, trasladando magdalenas y cola-cao desde la despensa de mi casa a la mesa de su cocina, en un periplo surrealista y etílico…
Aunque lo más surrealista que me ha pasado hasta ahora con un vecino sucedió hace unos seis años, en una etapa de mi vida en la que, inexplicablemente, ligaba muchísimo. Llegué un mediodía a casa después de haber ido a varias entrevistas de trabajo, y me encontré el suelo de mi dormitorio lleno de bolitas de papel arrugadas… alucinada, traté de encontrar el origen de aquel asalto, y descubrí que la ventana de mi cuarto estaba, tal y como yo la había dejado, medio abierta. Me asomé para descubrir, más desconcertada todavía, una siembra de bolitas idénticas en el patio de luces. Desconcertada, me agaché, y recogí una de las pelotitas de papel. Al alisarla, me encontré el siguiente texto: “Estoy enamorado: eres un ángel”.
Resultaron ser un envío de mis nuevos vecinos del séptimo de la escalera contraria, tres jóvenes estudiantes que, al ver que miraba alucinada por la ventana, se escondieron corriendo. Me enviaron mensajes como ese durante casi un mes, alegrándome las mañanas. Me resultaban dulces y encantadores. Luego se mudaron. Aún conservo aquellos mensajitos.
En mi etapa madrileña habité dos apartamentos con mi hermana: en el primero los vecinos eran gente normal e incluso aburrida. En el segundo –apartamento que mi hermana aún habita, con su pareja- teníamos una portera de la Gestapo, una pareja de viejitos que nos invitaba a entrar cada vez que nos veían, una ninfómana de 16 años y una loca de atar que llamaba a la policía cada sábado por la noche, hubiese gente en casa o no. En una ocasión le protestó al casero porque yo me duchaba muy temprano y la despertaba con el ruido del agua. Como comprenderéis, yo me duchaba a las 06.50 sólo por joder, y no porque empezase las clases a las 08.00.
Los vecinos más originales que he tenido en mi vida los tuve en mi etapa de la calle Leganitos. En aquella especie de comuna hippy compartíamos ascensor nada menos que con un super productor de porno, así que en muchas ocasiones he tenido conversaciones sobre el tiempo, las elecciones –que no erecciones- generales y lo mal que está el tráfico con actrices recauchutadas de pechos enormes y chulazos de 2.15 (y no precisamente de altura).
Pero ya el colmo del surrealismo es mi actual vecindario. La vecina del primero es una mujer que tiene por lema “antes muerta que sencilla”. Baja a por el pan como si fuese a la boda de la infanta. Es, además, la reina del vecindario: todo lo controla. Un fin de semana que P. no estaba, S. pasó a buscarme el viernes para salir a tomar algo. Cuando llegó yo aún estaba a medio arreglar, así que le pedí que subiese –no me parecía muy “de buena amiga” dejarle en el portal 15 minutos, la verdad-. Abrí el portal y la peurta de arriba, para no tener que esperar a que llamase al timbre… pero S. no llegaba. Vivo en un cuarto… ¿Cuánto tiempo se puede tardar en subir cuatro pisos, aunque sea andando, presuponiendo que S. no querría coger ese amplio ascensor de 1 metro cuadrado? Estaba planteándome llamar a la policía, cuando S. abrió la puerta explicando que por el camino una vecina le había sometido al tercer grado. El domingo, cuando P. volvió a casa, la misma vecina le paró y le dijo “Ah, ya estás de vuelta. El viernes un chico subió a ver a María”. No comment. Es una cotilla profesional, pero también es de las mejores vecinas del mundo. Con ella sabes a qué atenerte, y es colaboradora y divertida. A mi me encanta.
El segundo es feudo de la justicia. Allí residen un magistrado, encantador y educadísimo, y su mujer, una señora con cara de desayunar acelgas y muy mal carácter. Es la presidenta de la comunidad y debe creer que las oposiciones a juez se ganan por ósmosis, porque se comporta como si la magistrado fuese ella. No la aguanto, ni ella a mi. Al menos es mutuo.
El tercero es un piso extraño. No sabemos cuánta gente vive en él, y no estamos seguros de que en realidad sean gente. Juegan a la Play a todo volumen, tocan la guitarra, siguen los partidos de fútbol con devoción y al menos uno/a de ellos/as pinta. Son algo así como una comuna hippy. A mi me dan un poco de miedo, más que nada porque creo que no son humanos. Y lo digo en serio.
El quinto es el hogar de L. y su familia. L es una señora joven muy jovial, y vive con su marido, y frente a sus padres. Son vecinos agradables y sencillos. Da gusto cruzarte con ellos, siempre sonriendo.
Y en medio, el cuarto, nuestro piso. En él hay dos apartamentos, y en “el otro” vivía antes un señor de cuarenta y tantos con su hija, una post-adolescente respondona pero maja que le tiraba los tejos a P. Era divertida y muy agradable, la verdad, y su padre era el vecino perfecto: bajaba tu basura, te prestaba sal o un destornillador, preguntaba si molestaba su tele, no protestaba por las fiestas… un encanto. Hasta que un día, pluff, despareció como por arte de magia. Escuché las palabras desahucio, impago, hospital y alguna que otra más… y el piso quedó vacío durante un año. Durante unas semana vivieron en él una pareja joven con un perro, pero duró poco el idilio…
Hasta que, hace más o menos una semana, un tío moreno, guapo, de pelo largo y ojos claros con acento extranjero (P. dice que inglés, pero a mi me suena más como de la Bretaña o algo así) llamó a nuestro timbre por error. Quería encender la luz del descansillo y se equivocó de botón, lo que me dio la excusa para abrir la puerta y cotillear.
Al día siguiente me los encontré –a él y a la que parece su pareja, una chica morena y muy sonriente- en la ventana del patio. Yo tendía la ropa y ellos inspeccionaban las vistas. Cruzamos unas palabras amables y listo.
Llevamos una semana escuchando ruidos de mudanza, gente que se ríe, música disco de los 70 el domingo a medio día y el ascensor subiendo y bajando, y, al menos de momento, me gustan mis nuevos vecinos. Eso sí, en esto, como en otras cosas, he aprendido a ser paciente antes de emitir un juicio, no vaya a ser que la encantadora pareja resulten ser Bonnie & Clyde y yo ni me haya enterado.
27 comentarios:
ME ENCANTA LO DE LOS PAPELITOS¡¡¡ estoy por hacermelo yo a mi misma y hacerme la sorprendida despues...
Te gustan tus nuevos vecinos en plural o te gusta tu nuevo vecino en particular...?
Sobre todo en particular, claro. Es taaaaaaaaaaaaaan sexy!!! Me encanta su sonrisa de despreocupación y sus pelos de desaliñado-cuidado.
Y los papelitos... cuando me deprimo los releo. Son una cura maravillosa. Si quieres te lanzo uno!!!
PORFA SIIIIIIIII
TGe lo dejo por debajo de la puerta del Herbolario cuando menos de te lo esperes... que así es más misterioso!!!
ay me meo ajJAJAJAJAJAJA
Jajaja lo de los papelitos lo hicimos mi prima y yo con un vecino suyo jajajajajy el tío era tan tímido (o estaba tan cagao) que se escondía a mirar detrás de su cortina y le decíamos (en plan espíritu) " Si está alli mueve la cortina" ajajajajja
María, tocaya, te mando un par de premios por éste blog genial:
http://vestirdeblanco.blogspot.com/2009/03/premios.html
Y aquella llamada a la puerta de la vecina portera de la GESTAPO con la poli porque estábamos haciendo muchísimo ruido jugando a las películas a susurros, todos descalzos y lejos de su pared???!!!
Tus vecinos dan para un libro también, je, je.
Mary, tengo que llamarte ya para que me cuentes cómo vais, que te tengo abandonada. Besos gordos!!
Pati!! Os llamaré yo, no os preocupeis que va todo bastante bien!!! Tendréis noticias, prometido.
Jajajaja!En mi casa de antes éramos 20 vecinos por planta y para ir a pedirle algo al vecino tenías que apañarte una merendilla para el camino. Allí si había gente interesante, sobretodo porque éramos muchos vecinos y teníamos un jardín que daba para mucho (Como la aparición de una chica desnuda, viva eso sí, sin saber de donde había salido, aunque a mi me huele qu salió de uno de los vecinos del bajo que estaba en plena faena con la susodicha cuando entro su mujer).
Ahora mi casa es mucho más aburrida. 4 vecinos por planta y mucha gente mayor.
Lo de los papeles me ha encantado...
Besos!
Qué historia tan bonita la de los papeles. ha causado sensación.
En mi caso, mi mari y yo estamos intrigadísimos con los vecinos del primero y del ático. Eran sendas parejas (una de ellas con un bebé).
Bueno pues de 1 año para aquí, han cambiado de pareja. O sea, el del 1º con la del ático y viceversa.
No sé cómo ni cuándo ha sido pero me encantaría ser cotilla y enterarme de este original trueque.
Ay Yolanda, si te enteras nos lo cuentas, pero no por cotilleo, eh? es mera curiosidad, jajajjajaja
Jo María, vaya retaila de vecinos, ni 13 rúe del percebe!!
Lo de los papelitos atómico, eh? me lo apunto, voy a empezar a meterselos a un vecino buenorro al buzón, cuando me entere de dónde vive, claro, muy importante...
Yo es que vivo en un primero y sin patio, no mentero de nada, mierda!!!
Esto de los vecinos siempre es un tema curioso...
De lo que yo más recuerdo y de lo que me acordaré siempre en esta vida, es de los japoneses que vivían pared con pared cuando vivía en mi antigua casa..
Mi madre tuvo que entrar una vez allí porque se les había roto la lavadora y nos entraba el agua por la pared y contó que era la casa más cochina donde había entrado nunca! Pero la mujer japonesa iba siempre que no le faltaba detalle y con un olor a Channel que tiraba pa'trás!
Cochinitos eran un rato, porque eran dueños de un restaurante (japonés, obvio) y parece que hacían parte de la comida en la casa, porque una mañana, colgando la ropa en el tendedero en el patio de luces, nos dimos cuenta de que ellos tenían colgadas en sus cuerdas, alitas de pollo!!!! Les untaban una salsa y las dejaban secar al aire del patio!
Donde vivimos ahora somos bastantes menos vecinos y todos más o menos civilizados..
Lo de los papelitos....precioso.Vivo en una casa y mi vecina más pròxima,unos 20 metros y en el mismo terreno,mi ex suegra a la que adoro y me adora. Los vecinos linderos toda buena gente. Nos damos una mano en caso de necesitar y mantenoms la privacidad. Algùn finde alguna fiesta a todo volumen,pero me encanta sentir que hay "vida" cerca.Un beso
Jajajajaja, me han encantado las alitas de pollo de los japoneses... y los papelitos si me los tira a mí uno de los vecinos que tengo ahora le demando por psicópata =D.
María, entré en tu blog esperando análisis electoral, pero supongo que no hay por necesidades laborales ;-)
Shire
Shire, no!!! Es que me deprime hablar del tema!! Pero prometo que, dentro de unos días, cuando se me haya pasado el mosqueo, analizaré los miles de "por qués" y "por qué no" de todo este asunto
Jajajaja, en todo caso, os acompaño en el sentimiento =D, y espero tu análisis, que siempre será más interesante (y acertado) que los que hacen desde Madrid,
¡un saludo!
Shire
Alla tal vez la cosa sea mas llevadera.
De todos modos soy bastante misantropo, la gente me importa
un pepino angolo.
Por lo tanto poseo 96 especies de
plantas, arboles, arbustos, cubresuelos, sin necesidad de tanto
vecino simpatico.
Por cierto tengo dos o tres que admiran mi jardin y comparto bastante con ellos. Con estos me basta.
Suerte y exito...
Yo vivo en una corrala... un asco. Lleno de gente que, obviamente, no tiene nada mas que hacer que meter las narices en asuntos ajenos. Cuando me mude, una casi se cae por la ventana de la cocina, de tanto que asomo el morro para chimorrear... No soporto a los vecinos cotillas ni que hagan corrillo delante de mi puerta contandose sus intimidades. Podrian contarlas en su casa quizas? A mi me gustan los vecinos como yo ;) que soy silenciosa, respeto las zonas comunes (sobre esto podria escribir un libro), no me meto en nada, no ensucio (hasta permiten que los perros meen en el ascensor, que asco), pago la comunidad a tiempo y me limito a saludar a los demas (otros confunden saludo con interrogatorio, ya te tenido de dar algun chasco). Y aun encima tengo fama de antipatica! por que sera? ;) Vivir en comunidad es un asco.
Genial post, disfruto mucho leyéndote! voy a leer las entradas que me he perdido, yo aquí no sé muy bien quién vive (estoy en un piso de estudiantes)y no conozco a ningún vecino a excepción de Antonio di Pietro (único opositor directo de Berlusconi) que vive en el 4º y va con guardaespaldas.
Ah, y la vecina de al lado, aquí en el primero... que un día iba yo subiendo las escaleras en silencio a las 2 de la mañana (juro que no iba zapateando ni nada raro), salió y me dijo que parara ya con la fiesta que no la dejaba dormir... impresionante... una fiesta que llevaba yo en el cuerpo que no veas! jajajja he llegado a la conclusión de que no está muy bien de salud mental :s
También creo que hay un piso en elbajo lleno de chinos que gritan mucho por las mañanas... o será la parte trasera de un restaurante oriental clandestino?? buah, ni idea, pero mira que me gusta imaginar historias!!
con mis vecinas actuales estoy encantada, son más viejas que matusalem y no hacen ningún ruido. Ahora, en la casa de mis padres la vecina de arriba le daba a la botella y te despertaba a las 5 de la mañana con "sopa de caracol" a todo volumen. Mira, me entraba una ira homicida...
En mi comunidad somos sólo 6 vecinos y quitando la típica vieja cotilla el resto son más o menos normales.
Digo más o menos porque la del primero derecha da miedito, S. y yo creemos que está loca y que cualquier día saltamos todos por los aires porque le explota la bombona....
La tía sale a las 6:30 de la mañana a bajar al perro y deja la puerta de su casa abierta hasta atrás....pero es que también deja abierta la del portal!! Vale que a esas horas nuestra calle no está muy transitada pero tampoco es para dejar tu casa de par en par!!
Por cietro, me ha encantado lo de los papelitos!!
Me he reido mucho con tu post. Por cierto, buena suerte con los nuevos!
Tienes un buen muestrario... Tendríamos que oir ahora hablar a tus vecinos de tí. ¿Cómo crees que te habrán visto ellos? Seguro que a esa señorita a la que le molestaba el ruido de tu lavadora a las seis de la tarde, les parecerías un monstruo de cuatro brazos, (o garras) como mínimo. Averigua, averigua. Saludos cordiales.
Madre mia,vaya tela de vecinos!! tendrás mil anecdotas de ellos......como me he reido con el productor de porno y lo del super oido que traspasa patios de luces para escuchar lavadoras ajenas...es que esta ultima me recuerda a una vecina q tb vive en la escalera de enfrente y se queja de una vecina mia que vive en el primero y que se supone que grita demasiado por las noches....dejémoslo ahi...pero oye, que vivo justo enfrente de ella y nunca he oido nada....que misterios tienen las paredes de las fincas, oye!jajaj
me he reido muchisimo con tu entrada!genial!
1besoo
Bueno bueno me parto, lo tuyo y los vecinos es mucho... lo mio es de traca un día le pedi a mis cuñados que se quedasen con los niños, si si a ?donde vais? a cenar con con unos vecinos EH????????????
Si, lo sé yo me hice amiga de unos cuantos vecinos, Extraño no?
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