ÉRASE UNA VEZ... La Crónica de una Victoria Anunciada.

Ha ocurrido. Era cuestión de tiempo, eso ya lo sabíamos nosotros, que para eso somos sabios gurús de la moda.

Finalmente una de esas firmas de lujo ha recurrido a los tribunales para que una celebrity algo descerebrada en lo que a estilismos se refiere deje de utilizar su logo.

La historia, bien contada, viene a ser la siguiente:

Había una vez un diseñador llamado Louis Vuitton que vivía plácidamente en su mansión parisina, diseñando bolsos hiper caros y maletas cuajadas de logotipos. Objetos de deseo para las fashionistas de medio mundo, que pagaban sumas hiperbólicas para poder lucir una de sus creaciones bajo el brazo.

Pero al mismo tiempo, en un lugar, muy, muy lejano –de hecho, cada vez estoy más segura de que fue en otra galaxia-, una princesita del pop desorientada y errática, con una fama sólo comparable a su mal gusto estilístico, grababa un video-clip para su hit “Do Something”.

Alguien decidió que incluir el logo representativo del diseñador en el video-clip era una idea cuando menos maravillosa, así que tapizaron el salpicadero del Hammer que Britney conducía en el clip con el diseño Cherry Blossoms de la marca…

Pero un pajarito se acercó a la ventana del famoso diseñador, y le contó lo que la princesita del pop había hecho. Louis, escandalizado ante la perspectiva de que una marca como la suya, tremendamente in, tremendamente fashion, tremendamente elegante, se viese relacionada con una señorita de tan dudoso gusto fashion, encargó a sus fieles escuderos que acudieran al tribunal a defender sus intereses.

Y así, casi dos años después de haber iniciado una lucha sin cuartel contra las hordas del mal karma fashion, comandadas por la princesa Britney, los escuderos del diseñador lograron ganar la batalla, obligando a las cadenas malvadas que difundían constantemente el video a cesar en sus hostilidades, y, de paso, a pagar la nada despreciable cifra de 117.600 dólares (79.566 euros) por "dañar" el nombre de la firma y a abonar 1.470 dólares (994 euros) por cada día que pase el videoclip colgado en internet.

Y así, una vez más, el espíritu de la elegancia, el buen gusto y el estilo triunfó en el maravilloso país de los fashionistas, y todo volvió a la calma.

The End.



P.D.: A ver cuando toman nota otros diseñadores, como D&G, Tous, Channel, y un largísimo etcétera, y prohíben la exhibición de sus logos sobre cuerpos del delito tales como Belén Esteban, Mrs. Vicky Beckham o la mismísima Mayte Zaldivar.

Amen.