WEDDING TIME

He vuelto, y lo primero que uno hace cuando regresa de una larga ausencia, es disculparse por el retraso, así pues: Sorry, I´m back again!!!

Y vuelvo por la puerta grande con las fotos de la boda de mi amiga Pi, en las que salimos monísimos, ideales, megafashion y por supuesto hiper-pedo, que es como debe estar todo el mundo en una boda.

Debo aclarar que el modelito que luzco no era my first option… pero la gastroenteritis me obligó a cambiar de talla la mañana antes de la boda, y esto fue lo más decente que pude encontrar con tan poco tiempo. Es un modelo de Tintoretto en seda azul tornasolada con brillos golden (que en las fotos apenas se aprecian, pero que en directo eran ideales), muy mono, la verdad. El conjunto lo completaban la pulsera de brillantes de mi madre (una pieza vintage que heredé y que adoro), unos maxi pendientes con brillantes, un cluth en color oro blanco (que no plata) y sandalias en el mismo todo con pedrería. Sobre los hombros un chal de arpillera en el mismo color del vestido, rematado con encajes, que colocado como una capa daba un aire muy años 20 al conjunto.

La wedding de lo más in. Ceremonia en la iglesia más clásica de la ciudad, todo adornado con flores blancas y amarillas, y cena en el Hesperia Finisterre, un cinco estrellas magnífico con un chef no menos espectacular. Aperitivos sabrosos, de primer plato un bogavante con salsa de ostras, luego sorbete de manzana lady con reducción de Pedro Ximénez y de plato fuerte solomillo con crujiente de patata y bacon. Dos postres seguidos, el primero, idea de la novia (es su favorito) coulant de chocolate amargo con helado de chocolate blanco y menta (una delicia), y el segundo, ensalada de frutas confitadas con Peta Zeta. Sí, sí, habeis leído bien, con Peta Zeta. Sabrosísimo y muy original.

Los vinos, estupendos: un Rías Baixas de infarto (Terras Gaudas del año) y un Rioja Gran Reserva para la carne (Marqués de Riscal). Cava Juve y Camps y luego copazos a mansalva, claro.

Sin duda, lo mejor de toda la noche, el momento baile. María y Jorge contrataron a un afamadísimo Dj que pincha estilo retro, muy años 60, y que se llevó de calle a todas las cincuentonas de la boda, que gritaban las canciones de Raffaela Carrá como si se les fuera la life en ello... ¡¡¡¡pero si hasta subieron al escenario las madres de los novios a improvisar coreografías con él!!!!

En cuanto a los modelazos, los de mis amigas ya los veis. Para mi gusto, ideales todas, pero es que son mis amigas y siempre me parecen Mega Class A (como dice La Divina).

Las respectivas madres, ideales ambas. La madre de la novia con traje chaqueta gris perla y tocado ideal, la del novio, en rojo sangre de toro con tocado de plumas, super fashion y mega ideal. Lo peor, una invitada desconocida con una especie de nido de pájaro en la cabeza, en color fucsia, a juego con su vestido de satén, y con los hombros cubiertos por un bolero de piel falsa de color morado. Indescriptible, en serio.

Bueno, darlings, ahí tenéis carnaza para unos días más. Bicos!!!