PERDER EL AUTOBÚS -o el mal karma elevado a n-

He vuelto… he vuelto para aprender.



Esa es la conclusión a la que he llegado esta mañana, cuando, después de una semana de desconexión absoluta, me he subido al autobús de camino al trabajo.

Tallinn, queridos bloggers, es una capital maravillosa. Una ciudad que merece la pena visitar y cuyos habitantes –tod@s alt@s, todos rubi@s, tod@s con los ojos azules- sonríen constantemente a los guiris que, como yo, pasean embelesados por sus callejuelas empedradas, o piden cerveza local en sus cientos de bares y restaurantes acogedores.

Fue un viaje encantador y divertido, en el que me reí mucho, comí mucho, bebí mucho, caminé mucho… todo a lo grande.

Todo… menos el regreso. El regreso ha sido un porrazo con la realidad.

Esta mañana, todavía encaramada a mi nube de “la vida es bella, ergo I´m”, y portando mi nueva adquisición –un bolso de Bimba&Lola de piel de cocodrilo en negro intenso- me subí al autobús urbano número 4 camino de la estación de autobuses.

Iba leyendo la novela de chic-lit que dejé a medias antes de partir, “Cenicienta siempre quiso un wonderbra”, de Noe Martínez, una escritora orensana con un sentido del humor tan gallego que embelesa, y, de repente, justo cuando una de las tres mujeres protagonistas estaba a puntito de ser feliz, el autobús se para, mientras el conductor suelta una serie de improperios descalabrantes hasta el hastío.

Levanto la vista del libro y me tropiezo con la calle Juan Florez cortada por obras. Así, a la brava. Sin aviso en prensa, sin que nadie supiese nada de nada. Sencillamente alguien había decidido colocar unas vallas amarillas cortando el paso por la única ruta de acceso a la Estación de Autobuses desde dos calles más atrás.

Después de cinco minutos de discusión surrealista a través de la emisora interna “muévete hacia atrás y tuerce a la izquierda”, “no puedo, tengo otro autobús detrás”, “pues bájate y dile que se mueva”, “mejor llámale tú por la emisora, que así no me bajo”… el operario de las obras en cuestión decidió bajarse de su chimpín para apartar la valla y dejar pasar a los dos autobuses… yo creo que lo hizo porque se dio cuenta de que nada ni nadie apearía de su burro al conductor de mi 4, que se empeñaba en que de allí no le sacaba si un holocausto nuclear.

A consecuencia de todo esto llegamos a la estación cinco minutos más tarde de lo previsto, y con un mareo considerable como propina, porque claro, si llegas tarde lo que tienes que hacer es meterle zapatilla al asunto y dar las curvas como si fueses el hijo bastardo de Fernando Alonso y Kimi Raikkonen puesto de éxtasis.

Así las cosas, cuando llegué al andén de donde parte el autobús que cojo cada mañana a las 07.25, había una considerable cola de personas esperando su turno para subir. “Qué raro” pensé “No suele ir tan lleno este autobús”.

Mi sorpresa se vio aclarada en cuanto uno de los muchos pasajeros me preguntó si ese era el autobús que pasaba por Pastoriza.

“No, este va por Meicende”, respondí.
“No, no, este es el de Pastoriza, que va con retraso” aclara el caballero que se situaba justo delante de mi.
“¿Retraso? Pero si son las 07.20 y no sale hasta las 07.25” digo asombrada
“No, pero es que este es de las 07.10, que aún no ha salido”

Un poco descolocada miro el cartel del frontal del autobús y compruebo que no estoy equivocada. El de las 07.10 –con el mismo destino final pero diferente ruta- no ha debido salir, por el motivo que sea, y este es, efectivamente, mi autobús. Trato de explicar su equivocación al señor que va delante de mi, pero pasa de mis aclaraciones totalmente, así que decido meterme en mis asuntos y sencillamente sentarme a terminar mi novela mientras llego al trabajo.

Cuando llevábamos ya media ruta hecha, una de las pasajeras, completamente fuera de sí, se levanta hablando por el móvil e increpando al conductor al mismo tiempo. Insiste –no sé muy bien a cual de los dos interlocutores- en que la han engañado, que ese no es su autobús, que lleva años cogiéndolo y que el conductor se ha equivocado de ruta.

El bueno del hombre trata de explicarle a la señora que no, que la equivocada es ella, que lo que pasa es que ha cogido el de las 07.25 y no el de las 07.10, que, por lo visto, no ha pasado, pero ella, fuera de sus casillas, decide poner a caldo al chofer asegurando que está loco de atar y que tiene que cambiar la ruta.

El chofer insiste “¿A dónde va usted?”. Ella explica que trabaja en no sé dónde y que se baja siempre cerca de la gasolinera de Pastoriza. Él le comenta que no hay problema, que tiene una parada a sólo unas calles de la suya, que puede bajarse allí e ir caminando al trabajo, que no llegará tarde… pero la buena mujer está ya desquiciada del todo y considera que la mejor de las opciones es llamar a su marido –que por lo visto, y tal y como ella misma se ha encargado de hacernos saber- es también chofer de autobús, para consultarle qué hacer.

Yo ya no puedo alucinar más. No comprendo muy bien para qué necesita la buena señora consultar a su marido. Para mi existen claramente dos opciones: o se baja y coge un taxi, o sigue hasta donde le sugiere el conductor y camina dos calles hasta su parada. Pero a ella ninguna de las dos le parece válida.

Su marido, por lo visto, es partidario de la primera, porque al colgar, el siguiente movimiento de la susodicha es exigir que paren el autobús para bajarse y coger un taxi.

Mientras la loca de atar se bajaba del autobús, increpando al conductor y asegurando que iba a denunciarle, soltó la siguiente perla:

“Esto es lo peor que me ha pasado en la vida”.

Y yo, pobre mortal, pensé “coño, eso sí que es tener suerte. Si lo peor que te ha pasado en la vida es equivocarte de autobús, deberías entrar en el Guinnes de los Records como la persona más afortunada jamás conocida”.

Aunque claro, luego, pensando detenidamente en las sabias palabras de mi amiga rubia teñida, me di cuenta de que en una semana fuera de España, cogiendo un total de 6 aviones, un coche de alquiler e innumerables medios de transporte público urbano, no me había equivocado ni una sola vez de dirección, de horario o de destino. Ni un retraso –al menos, ninguno llamativo-, ni una cancelación, ni una maleta perdida…

A ver si va a tener la razón la loca del autobús y lo peor que te puede pasar en la vida es perder el autobús de las 07.10… maldito mal karma rutinario…

41 comentarios:

Naïf dijo...

Bienvenida, cariño. Me ha encantado este post porque estoy leyendo un libro que se llama "El Cisne Negro" que habla de la importancia de lo imprevisible. Viene diciendo que los acontecimientos más importantes de la vida y de la historia suelen ser cosas totalmente imprevistas y aleatorias, que nadie podía imaginar.
Así que suponte que esta pobre mujer tiene un trabajo rutinario y aburrido, pero que justo hoy tenía una visita importantísima de algún alto cargo y era su oportunidad de oro para hacer algo destacable o proponer una idea innovadora, y la pobre va a perder su ocasión porque el bus no pasó. Eso sería lo que el autor llama un Cisne Negro, más o menos. ¿Ahora no te parece dramático?

María dijo...

Jesús, Pinkocha, ahora no sé si cortarme las venas o dejármelas largas... madre mia, cuando drama en tan poco comment...

Yo prefiero creer que si lo peor que te ha pasado en la vida es perder un autobús, eres una persona super afortunada... porque a fin de cuentas, siempre pasa otro, más tarde o más temprano, y a lo mejor el destino o la ruta son más interesantes... o mejores.

Unknown dijo...

eso es lo bueno de lo imprevisible...que lo unico que sabes es que no tienes ni idea de lo que va a ocurrir, y por lo tanto ni ideas preconcebidas, ni exceso de expectativas....por eso suelen ser los mejores momentos...si eres capaz de dejarte llevar.
Me encanta el blog. Llevo siguiendote dos semanas, y me tienes engancha....
un beso

angela

Unknown dijo...

Bienvenida guapa!!!!
Me ha encantado el post.... yo tambien estaba pensando lo mismo, lo peor que te ha pasado en la vida!!! seria por el rídiculo que hizo, por Dios!!

María dijo...

Ángela, muchas gracias.

Yo soy muy organizada, pero un poquito de sorpresa no le viene mal a nadie. Si estás preparado para una dosis de imprevisión, la vida es más bonita, en serio.

María dijo...

Baballa, es que dicho así es muy fuerte.

A ver, que, como dicen Pinkocha, que si ese autobús te iba a llevar a despedirte del amor de tu vida, que estaba a punto de partir a Kualalumpur para siempre, pues es una jodienda... pero... ¿cuántas posibilidades hay de que se tratase de ese supuesto, y no de que, sencillamente, llegase 15 minutos tarde al trabajo?

Naïf dijo...

Ay, María, no quería joderte la mañana, está claro que lo imprevisible puede ser malo o buenísimo. A lo mejor esa mujer se bajó dos calles antes y se paró a hacer la Bonoloto y le toca... Yo que sé...
Está claro que si eso es lo peor que le pasó en la vida (o este mes) se puede dar con un canto en los dientes.

María dijo...

Ay pinkocha, tranquila, que no me has jodido la manana en absoluto! Yo creo que la rubia de bote esta estaba sencillamente como un cencerro... Ay cada personaje por ahí...

María dijo...

Si es que tu vienes muy relajadita de las vacaciones. Y para la pobre mujer llegar tarde supone una semana de complicaciones extras...

Perla N. dijo...

Jesús, cuánta reflexión para un lunes....A mí lo que me llama la atención es que tenga que llamar a su marido (por muy conductor de autobuses que sea) para ver qué hace. Y sí, si lo peor que te ha pasado en la vida es perder un autobús es que eres muy pero que muy afortunada.

Perla N. dijo...

María, se me olvidaba.....qué mooooono tu amigo!!! Pásale mi teléfono, jajajaja.

Anónimo dijo...

jajajajajajajaja
un poco exagerada esta mujer, no??? amos, sobre todo porque el bus este tampoco le dejaba tan lejos del curro... menuda neuras!!
que sí, que da rabia, pero hombre, hay que controlarse un poco, amos digo yo.
imagínate que ese bus va justo en dirección contraria de la que a ella le hubiese gustado y ella va inmersa en un libro y no se entera hasta media hora después. pues le da un infarto de miocardio ahí mismo, ya te lo digo.
menuda tremendista.
o eso o, efectivamente, ha tenido mucha suerte en su vida.
muaks!
LP

María dijo...

María... será eso... será...

María dijo...

Perla, querida, no tientes a tu suerte que le paso tu número y en 0.5 le tienes llamando a tu puerta... pues menudo es!!!

María dijo...

LP, eso mismito pensé yo. Que oye, da mucha rabia, pero vamos, que llamas al trabajo, explicas el desaguisado, y aunque tengas que recuperar horas, pues lo arreglas... y te cagas en todo lo que vuela y listo, pero montar ese pollo, llamada al cónyuge incluída... para mear y no echar gota, vamos.

mari dijo...

¿Y todo eso porque el autobús te deja pelín más lejos de donde debía? Efectivamente, si eso es lo peor que te ha pasado en la vida, eres muy afortunado.
Lo que me llama la atención es que no se diese cuenta desde el principio... la gente es increíble

MARIETA dijo...

Pues sí que tiene suerte la jefa, sí... Si eso es lo peor que le ha pasado en su vida... Coño me cambio ya mismo!!
LaCoru is diferent. Por cierto mañana voy, a ver si no llueve y tal.
Saludiños

Anónimo dijo...

eres adorable, y tus historias mas!

María dijo...

Mari, lo que yo te diga, hay cada tarado...

María dijo...

Marieta, es noviembre... y en octubre ha llovido dos o tres días... vamosm que casi seguro que algo llueve... pero merecerá la pena igual!!

María dijo...

Anónimo.... GRACIAS!!

Aizkora dijo...

vamos... si se pone asi es pq no vive en madrid, que cuando no se estropea la renfe se estropea el metro y si no el bus y si no todo junto que mola mas. y si no... huelga de lo que sea!!!

vamos, que aqui vas todo el dia corriendo para llegar tarde igualmente... asi que hay que tomarse la vida con relax!! yo el dia que llego pronto y puedo pararme en el bar a tomarme un zumito de naranja... ese dia me bajo dior a ver, y si no me lo tomo asi no llego al viernes!

me alegro que estes encantada con tus vacaciones, son un chute de energia y por lo menos esta semana, pase lo que pase, estaras aun con la mente vacacional!

muchos besos y wellcome guapa!

Lauren dijo...

Bienvenida de nuevo y enhorabuena por ser tan organizada y no perder ni un avión, ni un bus ni nada de nada :) Me encanta tu estilo de escritura, y espero que sigas mucho tiempo con tu blog! (llevo leyéndote como 3 meses y es la primera vez que dejo un comentario, pero es que el post de hoy realmente me ha encantado)

María dijo...

Aizkora, es que la gente se toma la vida -y a sí mismos- demasiado en serio... si total, como dice el gran Woody Allen, no saldrás vivo de ella!!! jajajaja

María dijo...

Lauren, muchísimas gracias!!!

Espero disfrutar de vuestra compañía muuuuuuucho tiempo, la verdad es que nunca he tenido intención de abandonar la blogsphera. Es demasiado entretenida!

Anónimo dijo...

Vuelta a la cruda realidad... mira que equivocarse de autobús que pasa a dos calles de donde quieres ir?
Seguro que era pariente lejano de la Lomana "es muy dura la crisis, cuando veo que amigos con muchísimas propiedades no tengan cash"
Qué injusta que es la vida para algunos...
Feliz regreso
Ruth

María dijo...

Ruth, es que la vida es muy perra... mira, unos se quedan en paro, otros tiene desgracias familiares, algunos no tiene cash... y otros se equivocan de autobús... si es que no somos nadie!!

MEL dijo...

Lo de rubia de bote no lo dices en plan despectivo, A QUE NO????? pobre mujer, bastante tiene con teñirse las raíces todos los meses...

Estoy con Perla, llamar a tu marido para ver qué haces? y cuándo va a mear también le llama para ver a qué altura se coloca? ay, no sé.

Pikocha, y todo eso lo has pensado tú solita después de leer el libro? tía, me sorprendes taaanto...

Me uno a que le des el nº de Perla a tu amigo, hacemos plataforma?

welcome, Mary!!

María dijo...

Uy, Mel, mi amigo es muuuuuuuuuuuucho amigo, créeme

María dijo...

Que se me ha cortado el mensaje, que quería poner:

Uy, Mel, mi amigo es muuuuuuuuuuuucho amigo, créeme. Reconozco que es guapo, muy divertido y además es inteligente. Tiene buen gusto musical y literario... y hasta cinematográfico... pero es PELIGROSO!!! jajajaajajaja

Mel!!!! Tienes razón!!!!

ES PERFECTO PARA PERLA!!!!

Perla, cariño, ¿te animas a hacer un viajecito a Galicia para que os presente?

Lucía dijo...

y no te parece la leche de divertido que un recorrido de autobús de menos de media hora de para tanto????
Viva La Co y sus obras!!!! ( joer yo de las de la calle Orzán estoy hasta el moño y acaban de empezar....)
un besazo & wellcome back!

Cruela DeVal dijo...

Lo cierto es que el karma es puñetero si se pone....
así se explica que un aventurero, el trotamundos por excelencia, el reportero intrépido, se muere aplastado por la grúa de la obra de abajo de su casa... y eso que sobrevivió a Irak...
no hay que joder el karma que te la devolverá
una entrada divertidísima sí señor
Besos

Ely dijo...

Punto nº 1.- quien es tu amigo el mono?
Punto nº 2.- le conocemos? y si no le conocemos... por que?????
Punto nº 3.- comprate un coche

Perla N. dijo...

Por supuesto que me animo, María!!! Tú vete hablándole de mí.....

María dijo...

Lucía... es que la calle Orzán la han abierto y vuelto a cerrar como 150 veces en 3 años!!! Estoy hasta el moño!!!

María dijo...

Cruela... qué gran ejemplo, hija!!!

María dijo...

Ely:


1º.- Es A., el amigo de P. con el nos fuimos de viaje. Tienes algun foto en mi facebook.

2º.- No lo conoceis... de momento, porque no es de Coruña, sino de A Guarda, y claro, pues no habeis coincidido aún. Todo se andará, jajajaja.

3º.- En ello estoy, en ello estoy.

María dijo...

Perla, no hizo falta, ya te vendió P. estupendamente:

"Es guapísima, está buenísima, te encantaría, es una tía muy divertida..."

Vamos, que si quieres puedes ir llamándole ya, porque dirá sí, seguro.

Unknown dijo...

jajaja, bueno, dos cosas:
A) me alegro muchísimo de que hayas disfrutado como un cochinillo en una charca.
B) La gente está para encerrarla, y tienen unos derechos... pues si te equivocas, andas un poco más y santas pascuas, no creo que sea para tanto

María dijo...

Y que lo digas, Nine. La gente está loca de atar, en serio... con lo corta que es la vida, preocuparte tanto por eso y perder tiempo es semejante tontería, pudiendo dedicarlo a leer un buen libro, tomar una caña con unos amigos, ir de tiendas, viajar...

... hay que relajarse, hombre!!!

Anónimo dijo...

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