LA FIEBRE DEL NIDO

Se acerca la primavera.

No me mireis como si estuviese loca. Sé que los termómetros aún no dejan entrever nada de ese calorcito que se aproxima. Las terrazas –síntoma inequívoco de estío- aún están vacías, y el abrigo sigue siendo imprescindible… pero aún así, la primavera ya está aquí, queridos bloggers.

Y lo sé por 3 motivos fundamentales, a saber:

1.- Las revistas de moda y los escaparates ya muestran las colecciones primaverales sin pudor alguno.

2.- El carnaval ya está aquí. Y eso sólo puede significar que la Semana Santa está al caer. Ergo, la primavera está al caer, amigos.

3.- Y por último: a mi chico y a mi nos ha invadido la Fiebre del Nido.

…¿Cómo? ¿Qué no sabéis lo que es la Fiebre del Nido?

Bueno, no pasa nada. Yo tampoco lo sabía, aunque lo cierto es que la he padecido toda mi vida. Mira tú.

Al parecer, con la aproximación de la primavera, la mayoría de las aves se vuelven medio locas remodelando sus nidos. Adecentan sus pajillas, sus nudos de césped y sus manojos de hierbitas para poder ofrecer a sus crías, que llegarán en breve, un hogar adecuado.

Pues algo parecido nos sucede a los humanos, pero en otro nivel. Con la llegada del buen tiempo –o el anuncio del mismo-, a la mayoría de los humanos se nos desata una especia de fiebre “reorganizativa” que en la mayoría de los casos suele manifestarse en la consabida “limpieza general” o en una renovación de armario en algunos casos extremadamente necesaria.

Este año a mi chico y a mi la Fiebre del Nido nos ha atacado fuerte, y nos ha dado por recolocar, adecentar y cambiar los muebles de nuestro exiguo apartamento.

De momento ya hemos colocado en la cabecera de la cama el cuadro que my boyfriend me ha regalado por navidad. Así que las fotos que antes coronaban nuestro lecho, obra de mi propio, presiden ahora el estudio.

Y eso no es todo: hemos cambiado el mueble zapatero de mi chico, hemos recolocado la estantería del estudio, hemos añadido algunos elementos a la mesa del salón –entre ellos un pequeño jarroncito de acero negro para los mandos a distancia-, y esta misma tarde instalaremos una nueva columna de ducha y arreglaremos los pequeños desperfectos de la pared del dormitorio,

Todo, para adecentar y adornar una casa que, para qué mentir, pisamos más bien poco debido a nuestro extraño ritmo de vida.

¿Y VOSOTR@S? ¿NOTÁIS LA FIEBRE DEL NIDO?
¿QUÉ COSAS CAMBIARÍAIS DE VUESTRAS CASAS?