PORQUE YO LO VALGO -O cómo recuperar esa autoestima que se quedó en el camino en cinco sencillos pasos-

El otro día, en De Compras por Madrid (está linkado, no os lo perdais), hacíamos hincapié en el tema de la dejadez.

Existe una teoría de lo más extendida que sostiene que, una vez que las mujeres se casan, dejan de cuidarse. Personalmente creo que no es siempre así, y que, en cualquier caso, esto es extensible a los hombres. Pero como esto es un blog, y hablar de casos individuales es tedioso, aburrido y de lo más cansino, vamos a generalizar.

Quitando el hecho de que cada uno es un mundo, y no a todos nos gusta arreglarnos y vernos guapos, lo que sí podemos generalizar sin miedo alguno es el hecho de que TODO EL MUNDO EN UNO U OTRO MOMENTO DE SU VIDA PASA INEVITABLEMENTE POR UNA ETAPA, QUE EN ALGUNOS CASOS SE CONVIERTE EN PERMANENTE, EN LA QUE NO SE VE BIEN.

Y, muchas veces, el haber cogido unos kilitos, el pasar por un mal momento económico o sentimental o el no tener tiempo, nos convierten en personas dejadas, sin ningún interés por vernos –o que nos vean bien-. Nos volvemos, en una palabra, vagos.

Pues bien, como en estos momentos estoy ayudando a una persona a superar esa etapa, propongo aquí una serie de posibles soluciones para quienes deseen volver a sentirse bien consigo mismos, sin necesidad de pasar por el quirófano y sin dedicarle demasiado tiempo ni dinero.


ESTOS SON LOS CINCO PASOS FÁCILES, BARATOS, SENCILLOS Y NADA ESCLAVIZANTES QUE PUEDEN CONVERTIR TU AUTESTIMA EN UN GLOBO AEROSTÁTICO:

1.- CÓRTATE EL PELO: Este paso debe siempre ser el primero. Un corte de pelo cómodo, favorecedor y fácil de llevar nos hará sentirnos mejor, y de ahí a sentirte divin@ hay sólo unos pasitos más.

Busca una peluquería nueva, a la que no hayas ido antes, moderna –no hace falta que sea vanguardista, pero no vayas al barbero, por dios-, y déjate aconsejar sin dejarte avasallar. Si no quieres prescindir de tu melena ni a tiros, no lo hagas, pero un capeado a tiempo es una victoria. Y un cambio de tono puede ser un cambio de vida.

2.- REVISA TU ARMARIO: destierra todo aquello que no te gusta, que no te convence o que no te siente bien. Aunque sólo te lo hayas puesto dos veces en tu vida.

Aparta en otro montón aquellas prendas que puedan salvarse, y, una vez seleccionadas, piensa cómo y con qué te gustaría combinarlas. Si eres de l@s indecis@s, llama a alguien de confianza cuyo estilo te guste, y recurre a sus sabios consejos.

3.- SAL DE COMPRAS: No hablo de quemar la Visa, pero sí de gastarte unos eurillos en alguna que otra prenda que te guste. No cambies de estilo si no lo deseas, pero te digo desde ya que se puede ir cómodo y estilosos al mismo tiempo.

Por ejemplo, si te ves gord@, optar por prendas suelta está bien, pero de ahí a las túnicas tipo Homer Simpson hay un abismo. ¿Qué tal un pantalón suelto tipo “pata de elefante” y una camisola hippy en tonos actuales?. Y si eres hombre ¿Por qué no pruebas a sacar el polo-camiseta-camisa por fuera del pantalón y a combinarlo con chaquetas holgadas?

Imprescindible comprar algún nuevo accesorio. Da igual si es una corbata, un bolso o un anillo del todo a cien. Algo que te guste, que te haga sentir diferente.

4.- VISITA LA PERFUMERÍA: Y aquí tampoco hablamos de dejarte un dineral en maquillajes que luego no tendrás tiempo ni ganas de usar. Es mucho más sencillo que todo eso. Por ejemplo, compra un gel de baño con un olor agradable y no vuelvas a usar ese bote de dieciséis litros del Dia que usabas antes. Busca una hidratante ligera y fácil de usar, de esas que valen para todo el cuerpo y para la cara incluso. Nivea tiene varias que además huelen de maravilla.

Hazte con una colonia o un perfume dentro de tu presupuesto que te guste mucho, o convierte tu cacao de farmacia en un cacao con color –los hay de mil marcas y con mil tonos-. No es cuestión de cambiar tus hábitos cotidianos si no es lo que deseas, sólo de variar los elementos que los acompañan. Si tu concepto de aseo diario no va más allá de jabón y champú, está bien. Pero un jabón con una textura agradable y un olor especial siempre te hará sentir más "arreglado" que un jabón neutro corriente.

5.- MÍRATE AL ESPEJO… Y SONRÍE: Vale, puede que este no sea tu mejor momento. Estás liad@, no tienes tiempo, has engordado, el trabajo te mata,… pero tienes los ojos más bonitos del mundo. O la sonrisa más sensual que he visto. O las piernas muy bien torneadas… porque aunque a veces nos cueste recordarlo, todos nosotros tenemos “algo especial”. Aunque a veces las circunstancias lo entierren en el fondo de nuestro envoltorio.