Y no digo que eso sea bueno, pero reconozco que ni lo puedo ni lo quiero remediar. A mi a hay cosas que me revientan el hígado y como buena temperamental que soy salto por los aires.
Por norma general trato de evitar los conflictos a toda costa. Soy paciente, busco la empatía, trato de ponerme en el otro lado… pero cuando algo me toca la fibra sensible, soy incapaz de echar el freno.
Hasta el día de hoy esto tampoco me ha traído mayores complicaciones. Si a caso, algún que otro rebote con alguna amiga, que suele solventarse dos cañas más tarde, y poco más.
Pero hubo una ocasión en que mi falta de serenidad por poco provoca un conflicto tremebundo, de esos que salen en las contraportadas de los periódicos.
Hace tres años que dirijo un programa de radio de contenido principalmente cultural, pero en el que se hacen concesiones a asuntos políticos, sobre todo a los de índole social. Esta temporada, para ampliar un poco el repertorio y añadir una nota diferente, hemos incorporado un nuevo colaborador que presenta una pequeña sección enfocada al panorama LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) de Coruña.
El programa cuenta con una página web y un correo electrónico de contacto, en el que habitualmente recibimos la información que nos envían los grupos de música, las compañías de teatro o las salas de exposiciones. Un buen día ese correo se estropeó, y estuvimos un tiempo sin poder recibir mails.
Pero hete aquí que pasado un tiempo, al llegar al a redacción una mañana, abrí el correo electrónico y me encontré con un mail bastante desagradable que ponía a caldo de nuestro colaborador, llamándole “maricón de mierda” e instando a todos los coruñeses a “salir a los Jardines de Méndez Núñez (una zona céntrica de la ciudad) a apalear mariconas”.
Se me encendió la sangre.
Se me encendió tanto que en menos de cinco minutos tenía al teléfono al director de la radio exigiéndole que se tomasen medidas legales contra semejante interfecto.
T. convino conmigo en que realmente aquello eran amenazas en toda regla, y que la radio no tenía ningún inconveniente en tomar medidas legales, pero que para eso era necesario que les reenviase el mail, para poder rastrear la IP del personaje en cuestión e interponer una demanda que obligase a su compañía de Internet a facilitarnos sus datos para poder denunciarle por amenazas.
Reenvié el mail, y llamé a P. mientras lo hacía para contarle, medio a gritos medio enervada, el enorme cabreo que tenía. “Es increíble que existan energúmenos así”, etc, etc, etc…
Media hora después M. miembro de la Junta Directiva de la radio y abogado, me llamó al móvil. Había analizado el mail detenidamente y tenía muy claro que desde luego era más que denunciable. La radio pensaba personarse como acusación… pero me sugirió que primero llamase a F. (el afectado directo), para preguntarle si deseaba personarse como acusación particular, o si, por el contrario, deseaba mantenerse al margen del proceso.
Cogí mi móvil y marqué el número de F.
Le conté lo que había pasado.
Silencio al otro lado de la línea.
“F, ¿estás ahí?”
Y de repente oigo una enrome carcajada saliendo de mi Nokia 6210.
Me desconcertó tanto aquella risa sincera, abierta y divertida que no acerté a decir nada. Simplemente me quedé callada, atónita, esperando al otro lado del teléfono.
“Pero María, ¿no te has dado cuenta de que el remitente del mail soy yo?”
Abro apresuradamente el correo y miro de nuevo el mail para comprobar el remitente… que, efectivamente, es F.
“¿¿==??=?=?==???(O/()=/&U((E%&U&()” (más o menos esto fue lo que dije, mientras F. se descojonaba al otro lado de la línea).
“Tía, que como me comentaron que ya funcionaba el mail decidí hacer una prueba y enviar uno para comprobarlo. Pero como enviar un mail que pusiese sólo “esto es una prueba” me parecía muy aburrido, pues mandé uno de coña. Porque es evidente que si firmo yo, es de coña, tía”.
…
Desde es día hay ciertas cosas que me tomo con más calma.
1.- Cuento hasta diez cuando algo me saca de quicio. Y si sigo de mala leche… entonces, sí, exploto. (Es que la cabra tira al monte)
2.- Trato de leer o escuchar entre líneas buscando el “tono irónico” de las cosas. No vaya a ser que malinterprete algo.
3.- Y, por supuesto… compruebo DOS, TRES Y CIEN VECES si hace falta los remitentes de los correos… ay!!!!
24 comentarios:
Ai Maria, que capullo el amiguito eh??? Bueno que sepa que tiene una gran defensora. Me gusta tu radio, con un punto alternativo y actual.
Besos
jolin!! Al final menos mal que lo llamaste o vaya lío que montais!!jajaja
Desde luego, aso sí, como tú dices, más vale contar hasta 10!
Gracias Maddi.
Conste que F. mandó el mail pensando que yo leería el remitente (que era lo suyo, la verdad) y no que me pondría como una loca a buscar un Perry Mason que nos llevase el caso, jajajaja
Te juro Silvia que ahora cuento siempre hasta 10 como mínimo.. si casi monto un caso Lewinsky, por dios!!!
Qué cabreo, madremía... a mí me habría costado desenfadarme aún después de que F. me lo explicase xDDD Yo me ciego muchísimo cuando me enfado (luego suelo arrepentirme, claro...)
m. yo tengo la "ventaja" de que el calentón se me pasa relativamente rápido... salvo una vez, por un tema de trabajo, en que terminé por ir a juicio y todo. Pero esa es otra historia.
jajaja, de verdad que tu vida es de lo más divertida!jajaja, cómo me he reido con tu post.
Y encima con moraleja, hay que contar hasta 10 antes de actuar...
Un beso
jjaaajjaja, menudo sentido del humor tu amigo... yo no me habría fijado, no porque sea de calentón rápido, sino porque soy de despiste total...
thesil, lo cierto es que no me puedo quejar. Me lo paso pipa con cualquier cosa!!! jajajaja
Aunque... si me hubiese fijado en el remitente me habría reido más... ahora, a posteriori, lo cierto es que me descojono.
jaja, que bueno!!! yo también soy muyyyyyyyyy impulsiva!!! me llaman la huracán, porque reviento de golpe, arraso en 2 minuts y me calmo!!
besos guapa y comprueba el remitente tanto para recibir como a veces para enviar!!!
besos
Contar hasta 10 antes de decidir las cosas es algo importantisimo que no hacemos siempre.
Ay, Lamari, en eso sí que doy toda la razón. A mi no me preocupa demasiado hacer el ridículo... me preocupa más saber encajarlo para contarlo luego y descojonarme de risa
Ay maria... como te entiendo, yo cuento hasta 10, 10 veces¡¡¡
Qué polifacética. Gabinete, radio... ¡haces de todo!
María, como te entiendo, yo tengo mucho pronto, asusto un poco pero se me pasa enseguida.
Ahora bien, no mataste a tu amigo F.? Porque yo lo habría hecho.
ostrasssss!!! jajajaja que cara se te quedaria nena!! jajaj que fuerte que fuerte que fuerteeeee jajajajaj
con amigos asi... :-)
Buenísimo! Yo te juro que mato a F. Vaya sentido del humor...
Ten cuidado con esos prontos, a mí mis amigos ya me conocen y juegan a pincharme para verme como loca y reirse de mí. El otro día saludé a un senegalés que de los que vende figuritas y un compi me largó algo así como: "La verdad es que los negros sí que se parecen a los monos, ¿no crees?".
Si me ves despotricando y llamándole de todo... Y al rato se empezó a partir el culo (a mí ya me extrañaba que dijera esa burrada).
el ser impulsiva me lleva a agregarte en favoritos.... Me ha encantado encontrar este blog!!!!
María, no fastidies que te pondes a buscaar la IP y no era anónimo!!! Me matas, nena... pero me dejas a medias. Qué dijeron tus jefes cuando tuviste que explicarles la bromita?
Jjajajaj,madre miaa!!jaja,menuda bromita!jeje,pues la verdad que no pensaba que iba a ser él el de la broma!Aiss...y bueno que dijeron tus jefes???menos mal que no fue a mas la cosa!
BESOSS
Vaya vata, que gran coraje eso!!!!!.Pero bueno, no se si d euna u otra forma nos ha pasado a todos, a mi varias veces, pero sigo los mismos tips que tu, salvo que me centro mas en el tercero. Suerte
Besazos Fashion
jejejeje
Mis jefes, afortunadamente, son gente con un ENORME sentido del humor, y la verdad es que se meaban de la risa.
M. incluso decía "ya me parecía a mi raro ese nick" (ponía Queer Pink, algo así como "reina maricona"... pero es que yo ni lo ví!!!)
juas! que mal rato!
Aunque si llega a ser real, bien hecho!
Besotes!
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